Parte 13

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Me pregunté cientos de veces sobre qué podría hacer para deshacerme de esa niña. No se me ocurría otra cosa más que amenazarle con un cuchillo pero eso iba muy fuera de mi sistema moral, supongo.
Yo no odiaba a esta niña, pero más bien, no tenía ni idea de lo que sentía hasta ese momento.
¿Atracción? Más que claro, al parecer, Min Yoon Gi tenía una especie de fetiche raro con chicas menores o algo así. Y eso ahora me atacaba a mí. Jung Do Yeon no era precisamente un objeto sexual por el cuál sentirse hormonalmente loco, pero... si esto no era así, ¿entonces qué era?

Después de unos minutos de absoluto silencio en el gimnasio ella volvió como dijo que lo haría, volví con los tiros libre pero me detuve cuando le vi acercarse a dónde yo estaba. Traía su muy llamativa mochila rosada consigo, se sentó en el suelo cuidando de su falda y luego desempacó lo que al parecer era su almuerzo.

-No te quedes ahí parado, acompáñame.-

Claro, la insistencia de comer frente a mí. Incluso se atrevió a tirar de mi pantalón para obligarme a sentarme con ella. Ok, a ver dónde iba con eso.

-Tengo un sándwich partido a la mitad, ¿te gusta la mayonesa, verdad?- da igual.

La niña me dio una manzana que nunca tuve intensión de morder. Dejé de escucharla cuando comencé a pensar en por qué era difícil para mí aceptar su comida. Ella era buena conmigo. ¿Me tenía lastima acaso? Era una posibilidad para mí, aunque no lo creía.

-¿En qué piensas, Min Yoon Gi?-

-No tengo hambre.- le dije.

-Nunca tienes hambre.-

-Fumar me quita el apetito.-

Ella fue la primera persona en saber eso. La primera persona en saber de ese desorden mío, porque yo se lo dije.

-¿Compraste más cigarrillos? Deja de fumar o vas a enfermar.-

-No te preocupes por mí.-

-¡Me preocupo mucho!- sonrió. Me sonrió a pesar del mal tema. También llegué a preguntarme la razón del por qué ella era tan feliz. –Dale un mordisco al sándwich.-

Ella lo tenía todo, ¿por qué meterse con alguien como yo? Yo... quien iba a lastimarla algún día.

-¿Qué me das a cambio?-

-¿Oh? ¿Debo darte algo? Lo que quieras, ¿pero sí vas a hacerlo, verdad?-

Cuando la miraba a los ojos... veía una imagen de mí que sentía tranquilidad.

La forma de sus ojos, la inocencia en su mirada, la pureza de sus actos... una niña tan opuesta a mí no tenía por qué atraparme de esa manera.

-Una segunda cita.-

Pero sí, me enamoré de ella.

-¿Oh? ¿Cita? ¿Tú quieres que salgamos de nuevo? ¿Una cita, Min Yoon Gi?-

Con solo mirarla detalladamente ese día me di cuenta.
Más allá de una simple atracción, o solo curiosidad, yo quería descubrir si esa nueva idea en mi cabeza era cierta. Yo tenía que saber más, tenía que sentir algo diferente.

-¡Sí! ¡Tengamos nuestra segunda cita, Min Yoon Gi! ¿Qué quieres hacer, o a dónde quieres llevarme?-

-No lo sé.- daba igual dónde sería. –Lo que tú quieras.- daba igual lo que hiciéramos.

-¿Te gustan los días de campo?-

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Ella planeó todo lo que haríamos tal y como en la primera cita. Me daba igual, yo solo tendría que ir y soportar más de su habladero, gran cosa. Se supone que nuestra cita sería en viernes, no me pareció eterno esperar a que la semana transcurriera pero al parecer a ella sí. Cada vez que nos encontrábamos por los pasillos o en alguno de los sitios del instituto ella solía preguntarme sobre más cosas que me gustasen para la cita, algunos colores que me gustarían en la manta o el tipo de canasta que podría llevar. Nunca le di respuesta. Me parecía linda cuando se emocionaba así y luego se decepcionaba por mis respuestas en blanco.

Un día yo me encontraba en la ventana del pasillo habitual, matando el tiempo al esperar por la siguiente clase. Ella me encontró y esbozó una de las sonrisas más grandes que tenía, la de dientes pequeños y perfectos con un poco de encías para dar ese toque adorable, adjuntando también unos ojos de luna para fastidiarme. Por lo que veía se encontraba de un humor excelente, a pesar de lo que había pasado con su novio Park, ella siempre me mostraba su mejor lado positivo.
En su mano derecha noté aquel dulce que ella sacó de su boca desde antes de llegar conmigo y gritar mi nombre.

-¿Quieres un poco?- jugó conmigo... o al menos lo intentó. Le devolví la jugada al quitarle esa porquería y la metí en mi boca para luego saborear ese sabor a fresa que a ella tanto le gusta.

Sabores artificiales nada más, pero si a ella le gustaban... igual a mí, porque supuse que tenía que acostumbrarme a ese sabor.

-Estás alardeando.- tal vez. –Ya puedes dármelo... Min Yoon Gi. ¡Es mío! Es un chupetín de fresa, a ti no te gusta la fresa.-

-¿Sorprendida?-

-A ti no te gusta lo dulce. Estás actuando extraño.-

Sí lo sabía. Dejé de mandarla a la mierda justamente en esa semana y le di el silencioso permiso de acosarme a su pequeño antojo... hasta el día de la cita.

Fue un viernes después de clases. Fui a casa, ducha, dinero por si acaso, ganas de ir. Me arrepentí un par de veces pero, mierda, no podía dejarla plantada. Ya me había planteado que no podía romperle su diminuto corazón, además de que esa cita había sido mi idea, no tenía opción.
Me indicó una dirección y llegué puntual. Un parque con solo un área verde, pocos árboles y demás detalles que no me interesan.
Me quedé de pie con un cigarrillo entre mis dedos mientras esperé. Solté una última bocanada de humo cuando ella me sorprendió por la espalda con la intención de asustarme.

-¡Boo! ¿Te asusté?- preguntó muy emocionada.

-No.- tiré el cigarrillo y ella se molestó por eso.

-¿Por qué...? ¡Oye! Se supone que vas a comer conmigo, tienes que tener hambre, Min Yoon Gi.-

Pequeña, con un vestido corto, cabello adornado y bien peinado, como nuestra primera cita.

-Como sea, ¿a dónde hay que ir?-

-Es por allá, ¡vamos!- y finalmente tomó mi mano sin la más mínima pena, como tal ya era renombrado, lo habitual. Ella decía que nuestras manos encajaban perfectamente. Su mano era tan pequeña comparada con la mía. Hubo una vez donde por la prisa alcanzó a tomar solo uno de mis dedos, todo el puño de ella alcanzaba para eso. Detestaba que hasta cosas como esas me derritieran así. Maldita sea. -¿Sabes? Estuve pensando mucho en ti, Min Yoon Gi, y sobre lo que podríamos hablar hoy.-

-¿Ok?-

-¿Te molesta si pregunto más sobre la amnesia? Me parece algo muy interesante.-

-Como quieras.-

...

~ Cotton Candy ~ Suga - BTSWhere stories live. Discover now