Parte 39

34.6K 4.5K 1.2K
                                    

Creo que entendí que, de alguna manera, Suran buscaba refugiarse en mí. Porque al parecer no éramos tan diferentes.

-¿Error?-

Ella desvió la mirada, ahora solo miraba su perfil. Peinó su cabello hacia atrás y la vi sonreír tristemente por lo bajo otra vez.

-Tu relación... creí que era perfecta a pesar de tu mal carácter.- dijo. –Veo que también tienes problemas. Yo vi... lo cuan atento eres con ella.- finalmente volvió a mirarme. –Y ahora quieres aplastar a tu mariposa.-

Solo suspiré.
¿Por qué Suran sabía tanto sobre romance? Tal vez su corazón herido y complicado le había dado tantas experiencias, eso pensé.

¿Un corazón roto buscando consuelo?

-¿Cómo sabes que no me conozco?- pregunté. Comencé anhelar por un cigarrillo, maldita sea.

-Tus canciones.- ah, claro. –No solo tu novia es tu inspiración. Pones cada parte de tu ser en cada letra. Lo triste... es que me identifico con cada una de ellas.-

Esta fue la primera vez que Suran y yo hablábamos. Realmente hablábamos con sinceridad. Sin pelear.

-Amar es depender.- dije. –Si tú no puedes sostenerte, ¿por qué no apoyarte de alguien más?-

-Así no es como funciona, Yoongi. Amar no es depender.-

Doyeon era el pilar que me sostenía para vivir. Doyeon me amaba, por eso la amé desde un principio.

Pronto llegó a mí el remordimiento, el pensamiento de la rotunda idiotez que estábamos hablando. Interrumpí el ambiente poniéndome de pie. Iba a largarme, pero antes me dirigí al ordenador a recoger mi teléfono. Suran se puso de pie de inmediato y me interrumpió el paso poniéndose frente a mí.
Peligrosa cercanía. No dijo nada y yo tampoco. Sus ojos húmedos, evité mirarlos. Sé que ella miró mis labios. Luego... solo le di un leve empujón para apartarla. Estiré mi mano hasta alcanzar mi teléfono y salí del estudio. Ya que no pude estar más ahí, trabajé toda la tarde en el estudio de Namjoon.

-¿Qué hay de tu nombre artístico, amigo? ¿Ya decidiste?-

-Agust D.-

-¿Tu canción "Agust D? ¿En serio?-

-No se lo digas a Doyeon.-

El chico sonrió. –Eres un romántico.-

-En serio no se lo digas. Ni siquiera que estoy trabajando en este proyecto.-

-Como quieras, amigo. ¿Vas a cambiar las groserías?- volvió a sonreírme.

-No.-

-Excelente. Otra cosa. Espera...- este chico busca hasta en sus zapatos las notas de recordatorio. –Aquí está.- una nota. –Tu colaboración con Suran.- maldita sea. -¿Crees que Doyeon se moleste si recitas tus maldiciones en una estación de radio en vivo? Es una entrevista.-

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

No fui consciente sobre el tiempo que me quedé en su estudio. Recuerdo que Namjoon se fue primero y me dejó quedarme el tiempo que quisiera. Volví tarde a casa. Ah, aún tenía mareos y dolores de cabeza que iban y venían.

Esa noche ni siquiera se me pasó por la cabeza hablar con Doyeon pero recordando su absurda y adorable insistencia, no fue sorpresa para mí encontrarme con ella afuera de mi edificio.
Me detuve cuando la encontré frente a mí. Por tal hora me pregunté qué rayos hacía ahí. La ciudad estaba por apagar sus luces, aposté que Hoseok ni siquiera sabía que ella estaría conmigo.

No me dio la gana de decirle algo. Lo admito, seguía molesto con ella. Antes había dicho que jamás me molestaría con ella y es cierto. Creo que solo la ignoré para enseñarle una lección. Ella sufrió debido a mi verdadera indiferencia.
Cuando se acercó a mí, mirándome a los ojos, vi sus intensas ganas de llorar. Me dolió cuando... apoyó su frente en mi pecho, me rogó que la abrazara. Pero la rechacé.

Sabía que ella me seguiría después de todo. Continué en mi camino hacia mi departamento, ella me alcanzó en el ascensor y se aferró a mi brazo.
Cuando abrí la puerta Holly la recibió a ella. Cerré como de costumbre y pronto me dirigí al cuarto de baño para lavarme la cara, cepillarme y cambiarme. No me sentía bien al hacerle esto. Cuando la conocí, esto es lo que siempre hacía: ignorarla. Pero esta vez dolía.

Solo me puse unos shorts negros para dormir. Salí del cuarto de baño sin importar que mi novia estuviese ahí. Pasé de ella y me dirigí a la habitación. Moría de sueño y cansancio. Iba a meterme en la cama cuando noté que Doyeon también entró. Como sea, me metí a la cama y apagué las luces. Fue interesante porque después de unos segundos ella se quitó los zapatos y se metió a la cama conmigo. Se acomodó apegada en mi pecho, no tuve más remedio que abrazarla... para más comodidad.
Esta sería la primera noche que pasamos juntos.

Me relajé y comencé a dejarme llevar por el silencio de la noche. No sé si esto fue un "te perdono" pero al menos me agradó demasiado que ella estuviese ahí.
Dormir oliendo su perfume, sintiendo su piel rozando la mía, dormir abrazando su figura, todo esto era lo mejor del mundo. Tan bajo caí, maldita sea.

-No tengo sueño, Suga.- maldita sea en serio.

-Cierra los ojos y duerme.-

-Oppa no sabe que estoy aquí, podría matarme si se entera.-

Qué gusto. –Con mayor razón, calla o se lo diré.-

A pesar de que yo rogaba dormir Doyeon habló sobre las cosas que le molestaban en ese entonces, por supuesto la escuché. Ella aún tenía ese problema sobre la madurez y sus complicaciones. Ella al principio quiso madurar y ser una versión mucho mejor de ella misma, pero ahora entendí que ella de verdad no quería cambiar más solo quería no ser tratada como una niña. Tal vez por eso estuvo a punto de cometer el pecado del sexo. Pero ella seguía siendo una chica inocente para mí, de alguna manera me alegró que aquello no pasara esa vez.

-Solo no huyas de mí.-

...

-¿Suga?-

Recuperé la conciencia la mañana siguiente al escuchar la voz de mi novia detrás de mí.
La primera noche que pasamos juntos. 

...

~ Cotton Candy ~ Suga - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora