Parte 44

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La verdad, es que estuve bastante nervioso al lidiar con esto, por eso ni siquiera se me pasó por la cabeza pedir ayuda.
Doyeon se cortó los cuatro dedos, por suerte no fueron heridas profundas, pero sangró mucho. Mi ropa, la suya, y el piso de la cocina, todo adornado de su sangre. Le puse mi camisa, la arropé y acomodé sobre mis piernas cruzadas después de poner una bandita en cada uno de sus dedos. No tenía señales de despertar aún, así que solo esperé, abrazándola, susurrándole lo torpe que había sido mientras Holly me daba la razón.

Entonces esto es lo que sucede cuando pierde contra su fobia. Ella cada vez se volvía más vulnerable ante mis ojos.
No me gustó para nada esa escena de nosotros en el piso de la cocina, alrededor de sangre. En la oscuridad.

En cualquier momento cerré los ojos y pegué la cabeza hacia atrás. Pensé... en todo. Comencé a sentirme cansado pero no físicamente.

­-Llorarás sangre. Sufrirás de la peor manera posible.-

Caminaba mirando mis pisadas. Usaba converse negros, sucios de lodo y sangre. Había una tormenta afuera. Los azulejos del baño se manchaban de sangre por donde pasaba mi mano. Llegué frente al espejo. Me miré a mí mismo solo para reconocer las huellas de la golpiza que tenía estampada en la cara. Mi cabello negro mojado y alborotado, mi ojo izquierdo hinchado y sangrando, rasguños por mi frente y mis mejillas, sangre entre mis labios; yo, Min Yoon Gi. Sé que estaba lleno de ira. Vi mis intenciones de llorar, por eso me enojé más aún. Luego siento la necesidad de gritar. Solté un grito a mi reflejo y luego, con mi puño, rompí el espejo.

Abrí los parpados debido a que sentí un leve tacto en mi rostro. Doyeon despertó. Estuvo inconsciente un par de horas. Me sentí aliviado de que despertara, aún en mis brazos.

-Suga.- me sentí débil ante su inaudible voz, ante sus pequeños ojos que pedían disculpas. -¿Te pareces más a tu papá o a tu mamá?-

Ni siquiera busqué reprenderla o recalcarle su error, creo que no lo necesitaba, menos en ese momento. Ella bien sabía lo que había hecho así que no me molesté en recordárselo.
Mi siguiente acto fue levantarme y llevarla a mi habitación. La dejé en el lado opuesto en el que suelo dormir y le ayudé a cubrirse con la manta.

-Intenta dormir, ¿sí?-

-Suga...-

No estoy seguro de lo que pasaba en mi cabeza. Posiblemente un sinfín de cosas pero tengo que decir que me encontraba en una especie de trance, totalmente en blanco en cuanto... no lo sé. Todo, maldita sea. Todo estaba resultando un asco. Todo estaba siendo muy cruel. Yo estaba siendo cruel. Siendo tan falso.

"Quemado en lo más profundo de mis pensamientos..."

Pude haber evitado que se hiciera daño.

-¿Dónde está?-

Hoseok llegó a mi departamento, tan alterado como siempre, buscando por su hermana menor.

-Durmiendo, baja la voz.-

Ni siquiera me dio tiempo de limpiar el desastre, ni de cambiarme.

-¿Por qué estás...? ¿Qué rayos pasó aquí?-

Entendí su preocupación pero no me dio ni la más mínima gana de explicarle nada.

-Lo lamento. Fue un accidente, yo no estaba aquí cuando esto pasó.-

Él se encontraba de pie a mitad de la estancia, y yo, sentado como si esto fuese de lo más normal.

-Doyeon está demasiado frágil emocionalmente, no podemos quitarle los ojos de encima.- tal vez eso era el problema. -Te lo dije cientos de veces. Confié en ti, Min Yoon Gi.-

Él nunca confió en mí. ¿Por qué mentirme?
Me pidió darle prioridad a Doyeon a pesar de todo. Desde que la hice mi novia, creí que eso estaba haciendo. Pero después de esa noche, me di cuenta que no.
Ella me necesitaba más que a nadie en el mundo. No sé por qué pero... odié esa responsabilidad. Odié a Doyeon por depender de mí. Comencé a odiar esos días en los que me buscaba en mi lugar de trabajo. Cuando iba a mi cuarto en aquellos días de instituto.

La odié.

-La tengo en la mira. Que cuide su espalda, o más bien, su pequeño trasero.-

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Desperté antes que ella la mañana siguiente. Tomé una ducha y esperé a que saliera de la habitación por su cuenta. Yo debía ir a la empresa a seguir trabajando con los proyectos, pero mejor esperé por ella primero.
Bebía mi habitual taza de café en la estancia cuando noté su pequeña cabeza asomándose en la puerta de mi habitación. Solo le di un ligero vistazo y tomé otro sorbo de mi taza.
Salió para luego caminar hacia mí, fingí estar leyendo algo en mi teléfono para hacer notar la indiferencia.

-Tu hermano está abajo esperándote.-

Desde hace 15 minutos, sí.

Y eso fue todo por ese día; buscó sus zapatos, su falda, y se fue. Yo esperé un tiempo para salir también, solo por precaución.

Ya iba tarde, pero cuando alguien va tarde, de verdad tiene que llegar tarde, en serio. Después de Doyeon, no esperaba que alguien más me molestara.
Mark, el chico pelirrojo de mi piso, compañero de Youngjae, salía al mismo tiempo que yo de su departamento. No tardó en darme un pequeño saludo cuando se dio cuenta de mí. Tomamos juntos el ascensor.

-¿Siempre trabajas hasta tarde, no?- no le respondí. -Siempre escucho a tu cachorro. A veces me da lástima.- bueno. -No sé si esté bien que pregunte esto pero, ¿por qué no dejas que yo lo cuide?-

Esa fue una conversación importante.

En fin, una niñera para Holly, qué más da.

...

Ya tenía por hecho que Hoseok no dejaría a mi novia acercarse a mí ese fin de semana completo, y tuve razón, por lo que tuve en mente adelantar algunas ediciones y grabaciones. Y bueno, para eso necesitaba a Suran.

Y hablando de ella, Doyeon no era la única chica inestable de mis alrededores.

Entré al estudio y me encontré con la cabeza verde de Suran dormida en el sofá. Curiosamente, con su ropa del día anterior. Me costó creerla capaz de quedarse toda la noche ahí pero no lo dudé por mucho tiempo.
Como sea, decidí no despertarla y me puse a trabajar en la computadora por mi cuenta. Esto... por unos 20 minutos hasta que ella despertó.

-¿Cuánto tiempo llevas aquí?- la escuché pero fingí que no. -Min Yoon Gi.-

-Metete a la cabina y graba tu canción, ¿quieres? Estoy perdiendo tiempo.-

La escuché suspirar, y luego, el portazo anunciando su salida del estudio.

­-¿Cuál es tu problema con las mujeres?-

Creo que ya me estaba acostumbrando a esto: a estar solo, a ser molestado y luego a estar solo. Cuando solía estar solo, eran los momentos dónde las grietas de mi memoria se abrían con frecuencia.
Recuerdo haber cerrado los ojos por unos minutos. En el primer instante, ya tenía la imagen de una chica pelirroja sonriéndome.

Abrí los ojos de golpe. Suran volvió al estudio.

-Me tomaré el día libre.- dijo.

-Me da igual.-

No, no me daba igual. La necesitaba. Suran...

-Mi problema es que sirven solo para una cosa.-

Una chica teñida.

...

~ Cotton Candy ~ Suga - BTSWhere stories live. Discover now