~ Cotton Candy ~ Suga - BTS

Parte 59

Fui a Big Hit rápidamente. Entré y salí. Suran estuvo en mi estudio trabajando, trató de hablarme pero yo, por la prisa, la ignoré. Volví a mi departamento, hm, pero antes tuve que hacer una parada. Llamé a Hoseok antes y le pedí que preparara ropa para su hermana. Me aventó tantas maldiciones como pudo pero también me vi en la necesidad de ignorarlo. Pero no del todo pude ignorar.
Durante el camino de vuelta, en el auto, me sentía... impaciente. No podía pensar en otra cosa más que en lo que hice.

No hice mal; pero no lo hice del todo bien.

-¿Qué estoy haciendo?-

Me sentía como una bomba de tiempo. ¿Cuánto más iba a soportar todo esto?

-La policía ya no te molestará más, Yoongi, pero... tienes que entender que esto ha sido muy difícil para mamá y papá. ¿Cómo pudiste hacerle eso a una chica inocente?-

Chica inocente.

Doyeon.

¿Por qué la culpa del pasado me atormentaba en el presente? ¿Qué tenía que ver Doyeon con esa pelirroja?

¿Por qué odiaba tanto a mis padres?

-¡Llegaste! Espero que algo de ahí sean golosinas.-

La chica pelirroja me decía sí a todo. Doyeon nunca me decía que no.
Mis padres siempre decían que no. Hyung siempre me preguntaba "¿Por qué?" a todo. ¿Quién fue más difícil?

-Toma esto, ¿sí?-

-Es una pastilla, Suga. No estoy enferma.-

-Lo que sea, solo tómalo.-

Yo era el difícil. Siempre fui yo.

Y ahora, en ese entonces, Doyeon pagaba el precio.

Pude haberla matado en ese incidente, cuando colapsé.
No sé por qué se me ocurrió llevarla al nicho de mis padres. Lo único que gané con eso fue una intensa jaqueca y un recuerdo más que me perturbó para siempre.

...

Salí de casa como a la media noche. Vagué por el vecindario hasta llegar a la ciudad. Había un total silencio en todas partes. Llamé a la pelirroja, después de haber ignorado sus llamadas por toda una semana, ella me respondió furiosa. Le dije que se callara y que, además, necesitaba verla para desquitarme. Sexo, en pocas palabras. Ella se negó pero de todos modos fui. Sus padres no estaban en casa, entré por la ventana de su habitación. Me gritó cientos de cosas, reclamándome por todo lo que hice hasta que al final tiré de mi mano pegándole fuertemente en el rostro. Cayó al suelo, llorando. Me acerqué a ella.

-¡Suéltame!-

La obligué. Lo hice. Ella quedó tan mal. Yo no quedé bien tampoco, así que tuve que huir.

Un par de días después, me enteré de su suicidio. La nota que dejó era para mí. A pesar de que ella tenía tantas razones para hacerlo, lo que yo hice fue la cereza del maldito pastel. Nadie, ni siquiera la policía se enteró de lo que hice. Ella mintió en su nota diciendo que yo fui bueno para ella.
Solo Hyung lo sabía, porque yo se lo dije.

Me sentí culpable. Hyung me hacía sentir miserable.

-Díselo.-

-¿Qué gano con decírselos?-

-¿Ganar? Nunca has ganado, Yoongi. Tu vida es tan miserable que ya nunca tendrás la oportunidad de ganar nada, pero esto es lo correcto.-

Al final, sí se lo conté a mis padres... en el peor momento.
Papá conducía mientras me gritaba, mamá lloraba, y yo me defendía con palabras absurdas.

Entonces ocurrió el accidente.

...

-¿Lo que hice estuvo mal, Doyeon?-

-¿Oh? No...-

-¿Debí detenerme?-

-Te dije que no, Suga, eso solo fue...-

-Sexo forzado. Te forcé a hacerlo.-

-No me gustan esas palabras, Suga.-

-Eso fue, Doyeon. Sexo. Cosas de adultos, como sea. Eso era lo que yo quería, ¿y tú? ¿Por qué no me detuviste como antes?-

-Porque... no lo sé, Suga. No te molestes conmigo, no me gusta. No te molestes conmigo.-

-Doyeon... a veces tengo lagunas... en mi memoria. Soy una mala persona para ti.-

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