~ Cotton Candy ~ Suga - BTS

Parte 51

Después de hablar por largo rato, creí que esto se había arreglado un poco, pero ella recalcó que seguía molesta. No hice bien al ser necio cuando quise recuperar el nombre de nuestra relación tan rápido.

-Aún eres mi novia.-

Detesté que volviera a llamarme por mi nombre completo, como si volviese a ese tiempo dónde no me conocía.

-Pero... terminamos.- detesté que dijera eso también. –Y se supone que mi corazón roto no está bien. Min Yoon Gi, no puedo permitirme quererte de nuevo porque me traicionaste.-

-Eso no es verdad.-

-Me apartaste de tu vida.-

-Doyeon.-

-¡Terminaste conmigo primero!-

-¡Eso no es verdad!-

Retrocedimos cuando noté sus ojos al borde del llanto. Ambos fuimos tercos, pero no la culpo. Yo no entendía el concepto de un corazón roto, no entendía qué es lo que dolía cuando no soportaba mirarme a los ojos más de un segundo. Ella sufrió más que yo en esta relación. Pero tampoco es su culpa. Ambos nos aferramos uno del otro.

-Entonces...- fui incomprensible. -¿Por qué me mentiste sobre tu tiempo libre?- porque no te quería cerca todo el tiempo. -¿Qué fue para ti tomar un tiempo de mí?- quise alejarme de tus problemas para arreglar los míos. -¿Por qué me evitabas cuando más te necesitaba, Min Yoon Gi?- porque no me molesté en entenderte esta vez. –Hice muchas cosas estúpidas porque estaba triste y confundida, me disculpé y acepté mis errores.- yo no. –Y lo que hiciste tú fue darme la espalda.- lo sé. –Esto no era así antes, Min Yoon Gi. Min Yoon Gi me amaba.- te amo. -¿Min Yoon Gi me amaba como yo a él?- no de la misma manera. -¿Cuándo fue la última vez que me lo dijiste? "Doyeon, te amo", tal vez para mí eso hubiese sido bastante, saber que estabas ahí, pero no. Preferiste estar con alguien más.-

Nunca la había visto así de molesta, con tanto rencor.
Fui débil, un completo cobarde, porque no respondí a nada. Me callé. Uno de mis tanto errores fue callarme otra vez.
Yo me di cuenta, en todos esos momentos, que yo le hacía todo eso, pero fui egoísta sin pensarlo.

-No soy novia de Min Yoon Gi.- agregó. –Porque duele con solo mirarlo. Porque él me amó de una manera diferente desde el principio.-

Es cierto.

Entré a la ducha, sentí ardor en mis heridas abiertas que todavía derramaban sangre. El agua coloreada de rojo caía desde mi cara hasta mis pies para perderse en el azulejo. Tosí mientras tallaba mis ojos, en eso miré mis nudillos, rasgados como siempre, rojos. Cerré la llave y tomé la toalla llevándola a mi cara primero. Solté un gruñido de dolor. En la toalla quedaron manchas otra vez. Quería llorar pero hice lo posible para no hacerlo. Salí de la ducha y me dirigí a los casilleros. Jung y su amigo se encontraban ahí en el vestidor, dejaron de reírse cuando me vieron llegar. Abrí mi casillero y busqué mi uniforme. El chico alto me preguntó si me encontraba bien, lo ignoré por completo. Me vestí sin prisa, y a la vez, escuchando la conversación de ese par. Jung habló de su hermana menor, habló de lo linda que era pero también sobre su preocupación de sus notas.

-Tal vez solo le vendría bien una buena cogida.-

-¿Qué dijiste, Min Yoon Gi?-

-No digas mi nombre sin antes arrodillarte, Jung.-

-Repite lo que dijiste.-

-Tranquilo, Hoseok.-

-¿Quieres golpearme? ¿Te molesta que hable así de tu hermana? ¿O en realidad es tu novia, eh? Maldito incestuoso.-

-No es gracioso.-

-Golpéame. Vamos, golpéame. Dime que tan estrecha es...-

-¡Hoseok!-

¿Por qué siempre busqué este tipo de problemas?

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Acepté el rechazo por parte de Doyeon. No era buena idea continuar con una discusión que ella sola llevaría. Me pasó de largo y entró al edificio. Yo me quedé como idiota, aturdido por la llegada de ese recuerdo.

Esta vez no quise dejarlo pasar. Fue completamente diferente a los demás. Volví a casa. Escribí cada recuerdo en una libreta. Eso hice toda la noche hasta cansarme de escribir. Me sentí frustrado porque no había un orden el cuál seguir. Hasta ese entonces solo fueron piezas sin sentido. Cosas sin sentido que cada vez me restregaban sobre el pedazo de escoria que era. Me negué a creer que yo haya sido así, pero bien la sabía desde el principio. No me gustó. No quería recordar. No quería que nada de eso volviera. Tuve miedo.
Antes buscaba respuestas pero ya no las soportaba. Entendí a Hoseok después de todo.

-¡Hyung! Sé que estas aquí, te vi entrar. Mark hyung tiene que salir y vengo a entregarte a Holly. Aunque... si todavía estas ocupado yo puedo cuidarlo. Lo haré gratis. ¿Hyung? Abre... oh, está abierto. Hyung.- maldita sea, este chico. -¿Estás bien? Te ves enfermo.-

-Lárgate.-

-Bueno, me voy... pero antes, ¿puedo hacerte una pregunta? Escuché que Doyeon y tú terminaron definitivamente, ¿ella está muy triste? ¿Debería hacer algo para ella? Le di mis cosas favoritas esta mañana, ¿recuerdas? Pero creo que eso no la animó del todo.-

-Lárgate.-

-Ya me estoy yendo. Pero en serio, estaré muy ocupado estos días y no quiero dejarla así... ¿Hyung? ¡Auh! Ya, no avientes cosas. ¡Ya desaparecí!-

...

Tantas cosas a mí alrededor me volvieron inseguro, dejé de pensar demasiado cuando desperté ese fin de semana. Estuve tan estresado por Doyeon, el diario de recuerdos... incluso no toleré más a Holly.
Dejé al cachorro con Mark, quien por cierto me preguntó si estaba enfermo, ya entiendo que me veía tan jodido.

Fui a Big Hit debido a lo que Seokjin mencionó anteriormente. Solo recibí una reprenda y me dijeron que volviera a rehacer mis actividades.
Seokjin vino a mí y me preguntó sobre Doyeon. No le respondí. Estuve por completo a la defensiva.

-No te ves bien.- el chico tocó mi hombro pero me levanté de inmediato para retirar con brusquedad su acto. –Min Yoon Gi.-

Traje conmigo la estúpida libreta de recuerdos, y olvidé la de mis canciones en casa. Bien. Entré al estudio, estaba solo. Me senté en la silla frente al tablero, no encendí la computadora, en vez de eso, leí.
Escuché que alguien entró pero lo ignoré. Leí una y otra vez el último recuerdo. Solo para sentirme más miserable.

-Creí que no volverías.-

-Creí que el prostíbulo estaba al otro lado de la calle.-

-Min Yoon Gi.-

-Déjame en paz.-

-¿Podemos hablar como adultos, por favor? Mírame.-

-No tengo tiempo para cumplir tus fantasías.- decidí finalmente largarme de ahí.

Solo llegué a ponerme de pie y voltearme cuando Suran me dio una bofetada. Bien, con eso recibió mi atención.

-Quiero arreglar esto, ¿entiendes? Yo...-

-Arruinaste mi relación, ¿entiendes?- imité su tono sin gracia. Después, me acerqué a ella para susurrar en su oído. –Arruinaré tu vida.-

No sé por qué dije eso. Lo peor es que no me alejé. Permanecí en esa peligrosa cercanía. Ella buscó mirarme a los ojos, noté su nerviosismo. No sé por qué me hizo sonreír. Mínimamente la esquina del labio, esa era una sonrisa cínica según puedo describir.

-Min...-

-Comenzando por tu carrera.-

...