Parte 17

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Ahora debo mencionar que... he cometido tantos errores y tantas estupideces desde que tengo memoria. Ese día me arrepentí de haberme involucrado demasiado con ella.

Porque puse en peligro su vida.

-Quédate cerca.-

Mi vida daba lo mismo.

-Alguien tendrá que pagar, Min Yoon Gi, y me sentiré satisfecho si eres tú. O tú novia...-

"Todavía soy inexperto, mientras escribo mi hoja de vida..."

Jisoo logró encontrarme de nuevo. Creyó que había muerto en el incendio pero cuando se enteró que seguía con vida no dudó en venir a reprenderme y amenazarme sobre la joya perdida. Vince nunca la encontró, yo nunca la toqué pero creían sin dudarlo que yo la tenía. Y por ello recibí otra paliza. A pesar de que me encontraba en la peor condición para luchar, en la peor condición para soportar más golpes... preferí que fuera a mí antes que a ella.

-¡Corre!-

-Min Yoon Gi...- logré ver su extrema preocupación. Su fuerte respiración junto a sus ojos en lágrimas mientras yo fui rodeado, acorralado hasta perderla de vista.

-¡Vete!-

No sé por qué no fui asesinado. ¿No era eso ya librarme de tanto sufrimiento? Me parecía que lo hacían a propósito.
Perdí la conciencia, desperté en el atardecer bajo el puente, solo y sangrando.
No sé qué fue lo primero que pensé al despertar, pero sé que una imagen de ella vino a mi mente.

"¿Ella está bien? ¿Llegó a casa a salvo?"

Y creo que... ahí me di cuenta... que ella me importaba más que mi propia vida.

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Tardé una eternidad para recobrar algo de fuerza para poder siquiera caminar. El camino a casa fue eterno. Siempre volver es eterno.
Me desvestí, como pude hacerlo, en el pequeño cuarto de baño frente al espejo. Solo... cicatrices y marcas. Leves cortes de cuchillo, no había ni un hueso roto pero todo el dolor muscular era el mismo infierno de siempre. Mi rostro... irreconocible por la sangre.

En serio, no quería moverme esta vez para nada. Lo único que me quedaba era esperar a que cada herida sanara por su cuenta. Creo que fueron... dos días que estuve así. El segundo día pude levantarme y tomar una ducha, respirar sin sentir algún espasmo. Pude relajarme un poco esta vez, hasta que...

-¿Min Yoon Gi?-

No miento si digo que lo esperaba, en serio. Solo era cuestión de tiempo.

¿Qué sentí al escuchar su voz llamando mi nombre? Dolor físico ya lo tenía.
¿Emocional? En todo el corazón.

Ella me buscó... para asegurarse que estaba bien.
Lloró frente a mí justo después de abrirle la puerta.
Odié que me viera de esa manera. Después de lo que había pasado, que me mirara así era como otra debilidad.

-Min Yoon Gi...- su angelical e irritante voz se quebró a mitad de un llanto por venir.

Pequeña y frágil... como una mariposa.

Yo quería protegerla, de lo que fuera a lastimarla.

Pero fue tarde protegerla de mí.

¿Qué hacer cuando una chica así llora frente a ti? Abrazarla y decirle que todo está bien.
Bueno, ella tomó la iniciativa y vino a mí sin decir nada. Me abrazó pero yo ni siquiera sabía qué hacer.

Un abrazo... era más doloroso que un beso.

Lloró en mi pecho, soltó un ligero "te extrañé" y fue cuando cedí otra vez.
Subí lentamente mis brazos hasta su espalda, una hasta su cabeza y apreté con suavidad.
A pesar del dolor en cada músculo sentí esa sensación de conformidad. Aquella paz interior, aunque sea lo más estúpido que he dicho pero así era.

-Entra.- le dije después de unos minutos. Vi sus lágrimas secas, ella con su mano tallaba su ojo mientras se esforzaba en no romperse a llorar otra vez. Caminó detrás de mí, se quitó los zapatos junto la mochila y le señalé la cama para que se sentara. Su nariz solía tornarse roja cuando lloraba, por supuesto que me di cuenta.

Me senté en el suelo frente a ella y solo me quedé mirándola, en silencio hasta que alguna conversación fluyera. Pensé en cientos de cosas, pero solo me concentré en mirarla, estudiar cada detalle de ella hasta ponerla incómoda.
De pronto veo que ella entorna los ojos y luego suelta el estornudo más adorable del mundo.
Sonreí porque me pareció adorable, cosa que hice con más frecuencia más adelante. Sonreír.

-¿Cómo sonríes en un momento así?- me atacó.

-Eres adorable.-

-Estás herido.- replicó con molestia.

-¿Y?-

-Y me siento mal por eso, Min Yoon Gi.-

-Estoy bien, Jung Do Yeon.-

No acostumbraba a decirle su nombre en voz alta, prefería llamarla por un apodo o un nombre que la describiera. Tal vez porque había demasiada formalidad y yo odiaba eso.
Sé que era mayor que ella pero, ¿por qué siempre me llamaba por mi nombre completo?

Me acerqué a ella, rompiendo dignamente con el espacio personal de ambos. Los lloriqueos ya habían terminado. Yo no quería hablar más de lo ocurrido. Y creo... que solo encontré una manera de mantener su boca callada.

-¿Oh, todo el cuerpo?-

-Sí, ¿quieres ver?-

-¡Te creo! ¡No!-

Cubrió sus ojos como en el juego de esconder y encontrar y aproveché para presionar mis labios en los suyos tan vulnerables.
Cerré los ojos y disfruté de cada sensación. Ella no replicó por la idea tan repentina, al contrario, siguió mis labios y posó sus manos en mi pecho, claramente para mantener esa poca distancia que yo quería romper.
Ladeé la cabeza y profundicé al mismo tiempo de subir mi mano para sostener su mentón.

-Min Yoon Gi.- ella rompió el beso después de un largo rato. -¿Vas a ir a clase mañana?- y solo por eso, maldita sea.

-No.- me acerqué con la intención de continuar pero ella lo evadió.

-Por favor, ¿podrías ir a clase mañana?- pidió.

-No.-

-¡Por favor!- jaló del cuello de mi playera como todo berrinche completo. –Quiero verte mañana porque no lo hice estos dos días. ¿Sabes lo triste que estuve?-

-Casi muero, ¿crees que eso me importa?- dije para molestarla y efectivamente funcionó.

-¡Min Yoon Gi!- me dio un golpe en el pecho debido a su molestia. Dolió. –No digas cosas así nunca. Me siento culpable.-

-¿Y es mi culpa que te sientas culpable?-

-¡Tonto!-

...

~ Cotton Candy ~ Suga - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora