CAP (26). A tu lado

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Narrativa : Rose Paige

   

Nadie tiene la certeza de lo que nos llevará el próximo día igual como nadie tiene sabe si las cosas seguirán siendo iguales, mejoraran o si empeoran. Al largo del tiempo me convencí de esto y hasta en día de hoy mi mentalidad está construida bajo esa perspectiva.

—¡Buenos días!—sonreí acercándome en el  sofa donde se encontraba Colin trabajando en el portátil.

Me acerqué más y le di un corto beso en la mejilla mientras que él empujó el portátil hacía un lado y me agarró de la cintura, sentándome sobre sus piernas y besándome los labios.

—¡Buenos días, hermosa!— sonrió pero rápidamente noté algo extraño en su sonrisa, no era su sonrisa auténtica, más puede presumir que detrás de ella había alguna molestia.

—¿Te pasa algo?—pregunté preocupada  mirándolo a los ojos y él asintió con la cabeza.

—Anoche te llegaron unos mensajes— me aclaró y sentí como mi corazón se paró por miedo a lo que podría haber visto.

Mi mente empezó a empezar el lo que podría haber provocado una molestia en él. Un mensaje tonto por parte del padre de Lana o peor algún mensaje envenenado por parte de Alex. Sin más agarré el teléfono y noté un mensaje de Alex. Estaba a punto de explicarle un poco sobre la situación que había entre Alex y yo cuando pude ver un otro mensaje que era por parte de Natalia que me había dejado sin aliento.

—Tranquila, llámala y ve que es lo que esta pasando— me tranquilizó con su voz.

Me levanté de sus piernas y de inmediato la marche, solo esperaba que Alex no la había encontrado a ella y a mi hijo. De repente un gran sentimiento de culpa me invadió, ¿como pude dejarlos allá solos e irme de viaje?

—¡Rose!—escuché la voz de Natalia a otra parte de la línea, mientras caminaba nerviosa por el dormitorio.

—¿Qué pasó? ¿Mi hijo está bien?—pregunté algo desesperada e impaciente —¿Alex los encontró?

—No, Alex no sabe nada de nosotros—contestó y por un momento me había tranquilizado.

—¿Mi hijo está bien?— volví a preguntar.

—Creo que deberías regresarte, será mejor hablar cuando estés aquí :—empezó hablar y sentí como mis pies se debilitaban.

—Dime que pasa con Diego —insistí y sentí los brazos de Colín alrededor de mi cintura.

—Estamos en el hospital Rose. Sabes que Diego últimamente estuvo siempre con gripe, al parecer las cosas se habían complicado. Será mejor que vengas aquí lo más rápido que puedes— me aclaró mientras mi estado estático se impostaba dentro de mi.

—Donde están?—pregunté y Colín se quedó  en mi frente mirándome con preocupación.

—En el hospital central, te mandaré la dirección completa por mensaje.

—Por favor cuídalo mientras llego allá, por favor Natalia— supliqué mientras sentía cómo mis ojos se ponían llorosos.

—Estoy aquí Rose y no me voy a mover de aquí.— dijo dándome una sentimental de seguridad en lo que incumbía el bienestar de mi hijo.

 Millionaire   ©®   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora