Una historia más

Jugando a conocerte

Para Clarke tener un día libre era sinónimo de pasar sus horas muertas junto a Raven poniéndose al día de sus vidas ya que ambas estaban ocupadas la mayor parte del tiempo. Era miércoles por la tarde, tenía un respiro en el bar ya que había cambiado su turno con una compañera, agradeciendo enormemente su inesperada libertad mientras acompañaba a Raven al parque ya que esta tenía que hacer algunas fotografías.

Raven se ganaba así la vida, vendiendo fotos de paisajes y personas anónimas viviendo su día a día, era brillante en su campo y lo sabía, su trabajo era cotizado y altamente demandado. Para Clarke, ver a Raven en su ambiente, en su salsa, era completamente fascinante.

Esa tarde estaba más callada que nunca, hacía unos días que había enviado su fotografía a su amiga de internet mas esta no respondió, llevaba sin entrar online desde su última conversación antes de la foto y Clarke se preguntaba qué tendría tan ocupada a Alex, preguntándose también por qué extraño motivo la echaba tanto de menos, apenas la conocía.

Perdida en sus pensamientos, no notó como Raven la llamaba insistentemente hasta que su amiga se plantó ante ella con mirada inquisitiva y, zarandeándola, la obligó a aterrizar ya que su mente volaba muy lejos de ahí.

-¿Dónde demonios tenías la cabeza Clarke? Llevo un buen rato llamándote

-Estaba pensando

-¿En qué?

-En la muchacha de internet, hace días que no hablo con ella

-¿Sigues con eso? ¿Y Nyhla? El otro día pareció que os llevabais muy bien

-Es un cielo, eso lo admito. Y no es lo que crees Raven, no pensaba en Alex de forma romántica, solo me pregunto por qué no entra al foro

-Porque tendrá más vida que internet, cosa que debería tener tú, te estás volviendo una anti social gruñona

-Yo no soy una anti social, tengo una vida estresante, eso es todo

-Ya, llama a Nyhla, sácala a cenar o al cine, os vendrá bien a las dos

-¿Eso querías decirme?

-No, quería decirte que termino en unos minutos, podemos ir a tomar unas cervezas

Asintiendo con la cabeza, Clarke observó a Raven terminar su trabajo fascinada, le encantaba ver a su amiga tomando fotos, la pasión que ponía en su trabajo era admirable.

Dándose por satisfecha, guardó todo el material en un momento y ambas se encaminaron a buscar un bar donde saciar su sed y seguir charlando, riendo y bromeando sobre sus respectivas vidas sin más.

Tras una cerveza y antes de pedir una siguiente ronda, Octavia llamó a Raven por teléfono y su amiga se despidió de ella, asegurándole que se verían pronto pero debía irse ya que había quedado con su chica para comer. Clarke le sonrió con ternura pues adoraba verla así, feliz y completa junto a esa joven morena con alma de artista, besó su mejilla y pagó el importe de las cervezas para marcharse también, aprovecharía el resto de la tarde para no hacer nada, solo descansar y recuperar fuerzas para el resto de la dura semana que le esperaba.

Con un suspiro y el semblante agotado, Lexa entró en su casa tirando las llaves de cualquier manera y odiando su vida cada vez más. Desde que firmó el contrato para rodar Villian, a pesar de que quedaba un mes para empezar el rodaje, las entrevistas y las sesiones de fotos ya habían empezado comiéndose su tiempo.

Llevaba tres días agónicos, de un lado para otro sin parar y sobre todo, lo que más le dolía, lo que la mantenía en ese estado de histeria y enfado absoluto era que no había podido entrar al foro, no había podido hablar con Clarke y la echaba de menos.