4

1.1K 76 148
                                    

— Rapunzel, ¿qué esta pasando? —Varian preguntó, aferrándose inconscientemente a la mano de la princesa, como si solo tocarla pudiera protegerle de cualquier cosa.

Ella no le contestó y en frente de ambos, una hermosa criatura parecida a un felino, pero que no podía serlo pues tenía escamas negras que le cubrían por completo, de grandes ojos verdes rasgados que miraban al chico de manera expectante y alas de murciélago, se posó en el suelo. No se parecía a ningún otro animal que Varian pudiese haber visto antes y algo de miedo se disipó de dentro de él para ser sustituido por su curiosidad científica, aun así, aunque la criatura pareciese inofensiva, él no se fiaba del todo. El animal también parecía estar domado, pues un joven y verdaderamente atractivo hombre en sus veinte años de edad desmontó de su grupa. El desconocido de cabello de cobre y de unos ojos vedes claros, todavía más hipnotizantes que los de la princesa, iba vestido con una especie de armadura totalmente distinta a la de la Guardia Real de Corona, o cualquier otra que Varian pudiese haber visto antes, la cual se ceñía a su cuerpo desprovisto de músculos como una segunda piel. No iba armado, o eso parecía a primera vista. En uno de sus hombros, lucía un emblema que recordaba a una calavera roja con cuernos, en el otro, un emblema totalmente distinto. Una criatura alada y de cola enroscada dibujada en negro, la cual Varian se dio cuenta de que era la misma magnífica bestia ante él. Pues tenía el añadido de que tanto en el emblema del humano como en la realidad, la extraña cola con aletas del animal estaba rota. La aleta que le faltaba había sido sustituida por un muy inteligente mecanismo de su misma forma, adornado por el emblema de la calavera cornuda. Al igual que al animal, al hombre le faltaba una pierna y tenía una cicatriz en su barbilla, pero eso no mellaba en nada su belleza natural. Varian estuvo seguro de que tenía a filas de mujeres detrás de sus huesos. También estuvo seguro de que había una gran historia heroica detrás de la pierna perdida del joven, pero creyó que sería descortés preguntar.

— ¡Punzie! —exclamó el desconocido a la princesa, con la misma felicidad con la que uno ve a un viejo amigo. Varian se habría sorprendido porque la princesa se codeará con gente así, si no fuera porque ya había visto a sus otros amigos... y luego también estaba él mismo, quien no era precisamente carne de corte real— Nos alegra tanto verte... ¿No vas a presentarnos?

Antes de que Rapunzel pudiera decir nada, Varian se soltó de su mano y se acercó al joven que parecía sacado de uno de esos libros de aventuras que le encantaba leer y que hablaba con acento del norte y a su criatura, teso como un palo, pero cuando se dio cuenta de que la bestia no pretendía atacarle, se relajó del todo. Aun así la sensación de que estaba bastante lejos de Corona le palpitaba dentro de su pecho y su mente, aunque decidió ignorarla porque era imposible, solo habían subido unas escaleras. Tenían que seguir en el Reino por fuerza... Tal vez cerca de la frontera con algún otro reino, uno que usaba ese emblema bárbaro y del que por casualidad él no había oído hablar nunca... a pesar de que el castillo de Corona estuviese situado en una isleta y que tras el gran edificio no había nada, salvo océano abierto...

— Me llamo Varian y soy amigo de la princesa Rapunzel —se presentó extendiéndole una mano enguantada al joven mayor, la criatura alada comenzó a olisquearle sin ningún pudor y si eso le incomodó, no dejo que se le notase—. Ella me trajo aquí diciendo que tenía algo que mostrarme.

La bestia que era tan hermosa como el hombre que la montaba le sonrió al humano mostrando que su gran boca estaba vacía, no tenía diente alguno. Con ese gesto parecía decirle al de cabello caoba "él dice la verdad" o "es de fiar". El hombre le sonrió al más bajo, entendiendo lo que ocurría, mientras le regresaba el gesto con un apretón de manos.

— Yo soy Hiccup, el Guardián del Otoño —se presentó y luego al dragón felino— y él es Toothles. Bienvenido a nuestro hogar, Varian.

— ¿Guardián del Otoño? —el único del lugar que no tenía ojos verdes no pudo evitar cuestionar, extrañado— ¿Qué es eso?

Dejame ayudarte a olvidarme (Cassandra x Varian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora