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Lo único que Varian hacía era seguir al rey en silencio. Pero como era un chico muy nervioso, no fue capaz de mantener la boca cerrada mucho tiempo.

— Se os ve más feliz —aseguró.

El rey miró hacía abajo, hacía él. Varian tragó solo un poco porque su altura le intimidaba, sobretodo por esa corona.

— Gracias, las cosas son muy diferentes desde que Rapunzel está aquí —Varian no pudo hacer más que sonreír y asentir, sí, eso era cierto. Luego recordó que él mismo acababa de ser separado de su padre, entonces se le borró la sonrisa.

"No es el fin del mundo —se trataba de animar a si mismo—, puedes visitarle los domingos"

Siguieron caminando por un pasillo que Varian no había visto antes, suponía que tenía que familiarizarse con ellos pronto, este era su nuevo hogar dulce hogar después de todo. Entonces se hizo la claridad y Varian se vio a solas con el rey en la entrada de un maravilloso jardín en flor.

— Wow... —no pudo evitar soltar sin pensarlo. Frederic sonrió ante eso, le acompañaba un niño después de todo... Y él no había podido disfrutar de esa fase de su propia hija.

— ¿Es de tu agrado? —le preguntó, aunque no era necesario.

— Es... fantástico, su majestad —nada de lo que había visto antes, siendo criado en Vieja Corona, su idea de jardín era la tierra removida para sembrar—. Debe de estar orgulloso de sus jardineros.

— Lo estoy con todos los habitantes de mi reino.

— ¿Incluso los delincuentes? —el más joven se interesó.

— Bueno, mi visión de ellos ha cambiado mucho desde que mi propia hija me fue devuelta por el ex ladrón más buscado del reino y un montón de bravucones son sus mejores amigos, los cuales lo darían todo por ella —admitió—. Ella me enseñó a ver que en el fondo, todos somos humanos.

El rey continuó su camino por un camino de piedra blanca hacía una mesa de merienda pulcra dentro de un pequeño mirador. Mismo que utilizaba para desayunar con su familia cuando hacía buen tiempo. Tomó asiento y le ordenó a Varian a hacer lo mismo.

— Aquí tendremos intimidad —aseguró—. Existen asuntos de cierta importancia de los cuales deseo discutir contigo, desde la explosión en Vieja Corona hace 2 años.

Varian tragó grueso en ese mismo instante, deseando correr, huir, ¿pero a dónde? El castillo era grande pero él era el rey, seguro que lo conocía de una punta a otra... Entonces lo recordó, el portal, el camino hacía los otros guardianes. Ya sabía donde esconderse si alguna vez algo le superaba y deseaba huir. Pero no podía en ese preciso momento. Si que lo sabía, el rey aun le guardaba rencor por ello, era obvio. Estaba más que muerto, ya podía ver su cadáver enterrado a tres metros en alguna parte de ese inmenso jardín trasero. El rey parecía ir desarmado, seguro tenía pensado aprovechar que era mucho más grande y corpulento que él para asfixiarle. Muy listo. Una muerte dolorosa, sin poder gritar, sin arma incriminatoria y sin sangre. Estaba más que jodido.

— Su majestad, sonará falso viniendo de mi, pero en verdad lo lamento, no era mi intención y...

— Eh, eh, eh —el hombre mayor le tranquilizó con un gesto de la mano—. No te preocupes, ha llovido mucho desde entonces y nadie resultó herido. Quería hablar contigo porque, como supongo te imaginaras, no me ha pasado desapercibido el nuevo look de cabello de mi hija. Ella dice que tú lo hiciste, ¿es eso cierto?

Varian removió sus manos, nervioso.

— Sí, su majestad, fui yo. ¿No debería haberlo hecho? Lo lamento...

Dejame ayudarte a olvidarme (Cassandra x Varian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora