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— ¿Qué la temperatura de la Primavera está bajando? —preguntó Rapunzel, preocupada.

— Lo hace en nuestros mundos, al menos, seguro en el tuyo también ocurre —dijo Mérida.

Ambas princesas se encontraban, junto con Hiccup, sentadas en una mesa cuadrangular de cuatro tronos. Rapunzel estaba sentada de cara al jefe vikingo, que escuchaba la situación con gravedad, Mérida, por su parte, le daba la cara a un trono vacío, el de Jack.

— Bueno, noté una ligera brisa, pero por lo demás no había nada diferente.

— ¿Nada? ¿Ningún cambio en tus estados de ánimo o en tu salud? —cuestionó el Guardián del Otoño— ¿Qué me dices de tu Reserva, qué hay de él?

La princesa escocesa abrió los ojos enormes y vio a la rubia como si la hubieran golpeado.

— ¿Tú también tienes un Reserva? —preguntó sorprendida— ¡Soy la única que se ha quedado sola, acaso!

— Mérida, eso ahora no entra en cuestión —se quejó Hiccup y la pelirroja calló, teniéndole que dar la razón a su compañero y amigo.

Rapunzel, por su parte, miraba la madera de la mesa con sus ojos verdes declarando nerviosismo. Viéndola, Hiccup suspiró, se cruzó de brazos, y recargo su espalda en una esquina del trono.

— Está bien, dinos.

Interrogar a Rapunzel era como pedirle explicaciones a una niña sobre un suelo embarrado, cuando ella misma también estaba embarrada de píes a cabeza. Estaba cantado desde antes de empezar.

— Varian está enfermo —dijo jugando con sus manos, el único varón presente levantó una ceja.

— ¿Solo eso?

— ¿Qué tiene? —se interesó Mérida.

— Fiebre —contestó ella.

— Es un sin sentido —se quejó Hiccup—. Nosotros mismos nos hemos puesto enfermos alguna vez y no afectó a nuestras estaciones.

— ¿Qué hay de Jack? —se interesó la princesa de alborotado cabello, viendo directamente al trono vacío del Guardián del Invierno.

Rapunzel se encogió de hombros ligeramente. No le conocía, así que no podía decir nada. Sin embargo Hiccup se frotó la barbilla.

— Jack está muerto, es un fantasma, así que en un sentido práctico dudo que haya habido cambios en él, por otra parte —sus ojos verdes se clavaron en el trono del más inmaduro de los Guardianes—, ama su estación, una parte de él siempre está pendiente de ella, nunca antes faltó a una reunión.

— Nunca antes de Rapunzel —dijo la princesa pelirroja y la rubia por algún motivo se sintió ofendida.

¿Estaba siendo evitada?

— Esta es la primera reunión que hemos tenido que hacer desde que ella se incorporó a nosotros —Hiccup se frotó las sienes—. Tanto él como yo representamos a las estaciones del frío, pero no soy capaz de notar ninguna perturbación en mi estación. En Berk estamos en otoño y todo va según lo previsto, Rapunzel, en tu mundo es verano y según nos contaste no hay nada extraño en eso, pero Mérida, es primavera en tu mundo y no deberías de notar ese frío.

— Jack vino a visitarme a mi mundo hace unos meses en invierno, estaba emocionado por ver a Angus, no veía un caballo desde que estaba... Bueno, vivo. Le ayudó a recuperar nuevos recuerdos, al menos esos espero —explicó la princesa escocesa—. Y, por supuesto, Hiccup, sabes como es él, no pudo evitar hacer un espectáculo con su nieve. A lo mejor algo de sus poderes se quedó ahí y por eso el fuerte helado.

Dejame ayudarte a olvidarme (Cassandra x Varian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora