V.

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Ya había pasado una semana desde que su celo había irrumpido por sorpresa y desde ese día, Harry decidió que siempre llamaría a alguno de sus otros hijos para saber si Louis estaría en su casa, así haría tiempo para no coincidir cuando le decían que Adrián si se lo había llevado.

Todo fue bien, hasta que una tarde, el alfa volvió de la oficina muy feliz pues había cerrado una importantísima cuenta con unos clientes muy importantes y eso le haría ganar mucho más dinero, además de un mayor reconocimiento para la firma Styles.

Tenía pensado celebrarlo con sus hijos y llevarlos a cenar a donde quisieran pero al entrar en su casa, volvió a notar el olor intenso de Louis y recordó que con la efusividad del trato, no se había acordado de llamar antes.

Finalmente entró resignado pues tendría que lidiarlo, aunque esperaba que se fuese y Adrián no lo acoplase a la celebración pero al llegar al salón, el alfa se encontró con un par de maletas a un lado y entonces su corazón dio un vuelco.

...—A-Adrián, ¿qué significan esas maletas? —preguntó temiendo la respuesta, ya que reparó en las lágrimas del omega ojiazul.

—Hola papá, verás...emm estas maletas son de mi novio.

Harry respiró tranquilo pues creía que sería su hijo quién quería irse de la casa alocadamente pero luego sus nervios volvieron, ya que pensó que Louis se iba de viaje por un tiempo y no sabía porqué.

—Bueno hijo, si Louis quiere viajar no te preocupes, os hablareis po....

—No papá— le interrumpió su hijo con rapidez —...Louis se viene a vivir aquí, conmigo.

El alma del alfa se cayó al suelo.

—¿Cómo?, ¿que se viene aquí?....¿por qué?... ¿y su casa?... ¿Estás loco hijo?.... ¿y su familia?, No puede quedarse—gruñó Harry muy molesto pues su tranquilidad se había disipado.

Anthony y Adrián se quedaron muy sorprendidos, ya que jamás habían visto a su padre tan enfadado, mientras que Louis luchaba con su omega interior pues este estaba muy revolucionado, desde que el ojiverde mayor había entrado por la puerta.

Greta y las hijas de Harry llegaron temblando al salón, tras escuchar los gritos de su padre.

—Hey papá, tranquilo, calmante, ¿por qué te pones así?—dijo su hijo mayor, al ver a sus hermanas llorar aterradas y también al novio de su hermano el cual se había escondido detrás del sofá.

Harry reaccionó y fue a la cocina para calmarse, ya que no quería cometer una locura.

—Papá, ¿Qué es lo que pasa?— preguntó Alice acercándose despacio minutos después.

—Lo siento hija, sé que me enfadé demasiado pero es que no me lo esperaba— se lamentó—... yo venía muy contento y traía una gran noticia para todos y de repente me entero que tu hermano se trae a vivir a su último ligue a nuestra casa.

—¿Qué?, ¿Cómo que se viene a vivir a casa?, no papá, no lo permitas.... no le concedas ese capricho a Adrián.

El ojiverde suspiró con resignación.

—Ven vayamos y que nos explique —dijo este muy preocupado pues el pequeño omega ojiazul lo tenía muy desconcertado.

Los dos volvieron a la sala y vieron a Adrián y a Louis coger sus maletas para salir por la puerta mientras Anthony y Anne querían persuadirlos.

—¿A donde crees que vais?, ¿QueQué es esto hijo?—preguntó Harry.

—Pues lo que ves papá... si Louis no es bienvenido, yo me voy con él.

—¿Qué mierdas estás diciendo, hijo?, ¿a dónde vas a ir tú sin ninguna maleta y sin dinero?—gruñó el alfa enfadado.

—No las necesito, con Louis a mi lado, no necesito nada más.—dijo el joven alfa sorprendiendo a Louis y a los demás.

Harry miró entonces a Anthony y a Anne, los cuales lo miraba suplicantes.

—Está bien, no permitiré que un hijo mío muera de hipotermia en la calle, veniros y hablemos —dijo el alfa resignado pues creía que el amor por sus hijos era mucho más fuerte que el simple deseo que podía causarle el pequeño ojiazul.

Tras escuchar la razón por la que Louis no tenía dónde quedarse pues explicó que sus padres se habían vuelto a su antigua cuidad, ya que su padre no había tenido suerte con el trabajo, ya que lo habían despedido, Harry se sintió un poco mal.

El ojiaul no había querido irse con ellos, al menos hasta terminar el curso y entonces Adrián le había ofrecido quedarse en la casa y confiando en que no habría ningún problema.

—Bueno, siendo así puedes quedarte—dijo finalmente el alfa apiádandose del omega—... pero que sepas que en esta casa hay normas, espero que las cumplas.

—S-Si señor

—En primer lugar, aquí todos controlamos nuestros celos y soportamos los cambios de los demás...el tuyo deberás controlarlo doblemente, no quiero peleas entre mis hijos y segundo, nada de dormir juntos—Dijo Harry incluyéndose mentalmente.

—Pero papá—protestó Adrián.

—Si se-señor Styles, mu-muchísimas gracias por permitir qu-quedarme.—dijo el omega intimidado, ya que era la primera vez que intercambiaba más de dos palabras con este.

—Bien, salgamos a cenar, tengo una sorpresa, hijos.

—¿Y-Yo también pu-puedo ir?—preguntó Louis con timidez

—Si, claro, ahora eres parte de la famila.

Al escuchar eso de la boca del empresario ojiverde, de repente Louis siguiendo un impulso irrefrenable, se acercó y lo abrazó acoplándose a su cuerpo perfectamente.

El alfa se sorprendió pero instintivamente lo correspondió al abrazo, cerrando los ojos y respirando el rico aroma de su ser, durante el breve instante que duró el gesto.

Los hijos de Harry los miraron con confusión e incluso con celos, por parte de Adrián quién dio un paso y tiró del brazo del omega para separarlos.

—Vamos Louis, te enseñaré tu habitación—dijo cogiendo una de las maletas para subirla—...verás que bien estarás aquí.

—Si... si y-ya v-voy... A-Adri—balbuceó Louis muy aturdido mientras cogía la otra maleta.

El ojiazul se había sentido tan protegido en ese instante que duró el abrazo, que hubiese querido no separarse nunca de él, ya que había comprobado que Harry lo atraía irremediablemente.

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6. Mi verdadero alfa.- L.S.-Omegaverse.💗 Terminada.Where stories live. Discover now