6. Mi verdadero alfa.- L.S.-Omegaverse.💗 Terminada.

XIII.

El alfa comenzó a besar la espalda de Louis haciéndolo gemir, mientras en su interior su deseo más feroz, luchaba con la razón.

El omega se había convertido en su debilidad más deseada y necesitaba poseerlo ante todo pero aún existían dudas, remordimientos y culpas, por lo que era necesario aclararlo primero, así que de repente y haciendo un enorme esfuerzo, se detuvo.

...-No... no... no debo dejarme llevar, mi imprudencia y mi falta de autocontrol me ha llevado a dañar a otros- se regañó apartándose hasta el borde de la cama.

—Ha-Harry pero te ne-necesito, hablemos de-después.

—Por favor Louis...ayudame ¿si?...no quiero que sufras, ni que esto sea solo sexo.

Reprimiendo su omega interior, el ojiazul finalmente se incorporó también y gateó hasta donde el alfa se había sentado, entonces rodeó su desnuda espalda con sus pequeños y delgados brazos y suspiró haciendo que a este todavía se le incentivarse más el deseo.

-¿De q-qué quieres ha-hablar?... te ne-necesito dentro de mí, no puedo so-soportarlo más.

-Tú solo eres un chiquillo, Louis y solo sientes deseo hacia mí, porque soy más mayor y porque mis feromonas te atraen pero a mi edad esto se vive de otra maner...

El omega chasqueó la lengua con fastidio.

—Tú eres mi alfa, Ha-Harry....lo s-sé. lo sentí de-desde que te vi... Mi cuerpo te reclama, te a-amo - dijo el castaño suplicante.

El ojiverde sonrió ampliamente.

—Oh eres tan lindo y joven...tú no sabes lo que es el amor, Louis...yo quiero protegerte y el principal peligro soy yo- el alfa apartó.

- N-No me importa tu edad, no me importa que tengas hijos y no me importa que yo haya salido con Adrián, solo me importas esto—explicó el omega levantándose y abrazándose al cuerpo desnudo del alfa—... Por fa-favor ayúdame… sé mi alfa y ámame como yo te amo a ti.

Harry lo miró sorprendido pues al parecer Louis tenía las cosas mucho más claras que él pero aún así sentía miedo de arriesgarse.

-Comprende que no quiera cometer el mismo error, pequeño... Tengo treinta y dos años, cuatro hijos y una empresa solvente que pone nuestro pan en la mesa... No puedo dejarme llevar por un simple deseo por ti, tampoco puedo aprovecharme de un frágil e indefenso omega en celo...no puedo... no puedo—dijo Harry cogiendo su ropa para vestirse.

Louis suspiró resignado pues parecía que nada iba a convencer al ojiverde, aún así le cogió la mano y se la llevó al corazón, luego puso la suya en la del corazón de Harry y lo miró fijamente.

-¿Lo sie-sientes?, son tu corazón y el mío... E-Ellos van al mismo ritmo, están compenetrados... Sé que no crees que te amo y que solo es deseo pero somos destinados, lo sé.

El alfa rió ante eso y a continuación le acarició la mejilla.

-Eres increíble Louis pero no puedo hacer esto sin hablar con mis hijos primero, creí poder hacerlo pero no, lo siento... no quiero cometer otro error y mucho menos contigo—Dijo comenzando a vestirse—... Ellos deben saberlo, deben entenderme y por supuesto deben aceptarte como mi pareja...Siento dejarte así pero no te poseeré sin estar completamente seguro de que no sufriremos ninguno, lo siento mucho.

Louis rompió a llorar tan pronto vio como el alfa se fue de su habitación sin mirar atrás.

-¡Mi alfa!... ¡no me dejes solo!—gritó—… ¡yo te amo!

Harry quería morirse por dejarlo así pero debía hacerlo, por lo que corrió hacía su coche lo más que pudo para ya no escuchar los desgarradores gritos de este.

Tras arrancar, mandó un mensaje a sus hijos ya que necesitaba convocarlos para una reunión familiar.

Al llegar a su casa, el alfa bajó del coche y entró.

...-¿Qué es lo que pasa papá?-preguntó Alice preocupada.

-¿Por qué tanto apuro papá?, ¿qué es lo que ocurre?-preguntó  también Adrián.

Anthony y Anne lo miraron confusos, entonces su padre respiró profundamente y luego se sentó en una silla.

-Queridos hijos...emm...lo que voy a deciros es delicado...y además me resulta embarazoso pero es necesario que lo sepáis .. No puedo hacer nada sin vuestra opinión.

-Ay papá, habla de una vez.... me estás asustando- interrumpió Alice muy nerviosa.

-Veréis...emm... yo desde que me quedé viudo me he dedicado a vosotros—comenzó diciendo el alfa—…no sentí la necesidad de amar a nadie pero ahora es diferente... ahora hay alguien que me interesa y me corresponde.

-¿Alguien que ocupará el lugar de mamá?-preguntó Adrián.

-Oh por Dios papá, que susto ...Yo creí que se había muerto alguien...-dijo Anne resoplando.

-Termina papá, ¿quién es?, ¿le conocemos?-Preguntó entonces su hijo Anthony.

Los cuatro chicos estaban muy atentos a su padre y tras tragar saliva, por fin se decidió a soltar la bomba.

-Está bien hijos, el omega al que amo es....es Louis.

-¿¿¿Louis???-preguntaron muy sorprendidos todos al unísono.

El alfa asintió nervioso.

-¿Louis?, ¿el de Adrián?- Preguntó asombrada Anne.

-Pe-Pero papá tiene dieciocho años-dijo Alice confusa—...Po-Podría ser tu hijo, papá.

—Oh vaya, papá me esperaba cualquiera pero ¿Louis?

Harry escuchaba los reproches y preguntas de sus otros tres hijos, mientras miraba a Adrián, el único que permanecía en silencio.

—Di algo hermano— le dijo entonces Alice—...Louis aún era tu omega hasta hace unas semanas.

El joven ojiverde resopló molesto.

-No puedo creer que hayas puesto los ojos en él, papá...¿Por qué?, ¿Por qué, Louis?.

-Lo s-siento hijo pe-pero de verdad que intenté evitarlo—habló Harry muy afligido—... lo hice pero esto es más fuerte que y Louis también lo siente…he querido contaros antes de hacer nada con él.

Adrián rió irónico.

-Ah vale...que considerado por tu parte que te hayas guardado la polla en el bolsillo... tenías miedo de nuestra reacción... ¡pues mira ya la tienes!... ¡la mía es que me das asco!—gritó este levantándose y tirando la silla.

-¡Adrián!... ¡No te permitiré que me faltes al respeto!-gruñó Harry levantándose y abofeteandolo—...¡ante todo soy tu padre!.

Tanto el joven alfa, el cual se frotó la mejilla con la mano, como sus hermanos se quedaron de piedra pues su padre jamás les había levantado la voz, ni tampoco les había puesto la mano encima a ninguno de ellos.

El empresario no estaba orgulloso de su reacción pero ya estaba harto de la rebeldía y egoísmo de su hijo pues sabía que para él, Louis ya era un cero a la izquierda.

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