6. Mi verdadero alfa.- L.S.-Omegaverse.💗 Terminada.

XXVIII

Louis sufrió varios mareos y un par de caídas leves que quedaron en un susto, mientras Harry estaba trabajando, así que el alfa decidió que el omega ya no podía quedarse por más tiempo solo y malviviendo en la habitación del motel pues podía hacerse más daño a él y al bebé.

Louis se negó pues quiso evitar que volviesen a discutir padre e hija pero el alfa no aceptó la negativa, ya que además contaba con todo el apoyo del resto de sus hijos.

Finalmente, el ojiazul desistió pues no podía negar que ellos tenían una cómoda casa en la que siempre había alguien con quien hablar y después de ir al Instituto, el estar en su habitación era un auténtico aburrimiento.

Después de instalarse en el cuarto de Harry sin lugar a discusión, Anne y Liam lo interrogaron sobre su embarazo para luego acabar charlando de los preparativos de la boda del ojimiel y de Anthony.

Cuando el ojiazul estuvo mejor, todos los días, después del Instituto, los tres omegas se dedicaron a visitar tiendas y locales, dónde este con gusto aportaba sus ideas y opiniones para hacer más bonito el día del enlace.

Liam, Anne y Louis incluso se paraban a tomarse algún refresco y seguir charlando de otros temas, sobre todo de los embarazos de los omegas.

Anne estaba encantada con su futuro cuñado y su futuro padrastro y poco a poco se hicieron una fuerte piña y aunque intentaron qué Alice se uniese a ellos más de una vez, la chica se sintió fuera, ya que ella no tenía pareja y además Louis seguía sin caerle bien.

Liam, por su parte quería que las omegas y Louis fueran sus damas de honor y por eso quería que esta participase en todo lo referente a su boda pero no hubo manera de convencerla

Mientras, muchas veces, sin que nadie lo supiese, sobre todo cuando se quedaba en casa sola, Alice lloraba y se lamentaba por ser tan borde y no dar su brazo a torcer.

Un mes después

A pesar de que la convivencia entre Louis y los hijos de Harry mejoró mucho, Alice evitaba cruzarse con este o con su padre, haciendo su vida aparte.

El alfa y el omega ojiazul estaban muy preocupados por ella pues querían que por fin aceptase su relación y fuesen por fin una gran familia feliz pero ella no ponía de su parte.

Finalmente, Liam eligió el color malva cómo color de la boda, así que tanto la ropa de los novios, como la de las damas de honor, la mantelería y parte del arreglo floral, fueron elegidos en distintos tonos malva.

Entre tanto, la fecha de la primera ecografía de los dos embarazados llegó, así que juntos se fueron a la consulta del ginecólogo, el cual se quedó algo sorprendido, al saber que padre e hijo traían a sus omegas en cinta al mismo tiempo.

Primero entraron Liam y Anthony y en el monitor pudieron ver qué tenían un feto que se estaba formando correctamente, aunque aún era muy chiquitito, apenas un garbancito.

Estos estaban muy felices pues ginecólogo les mostró el latido del corazón y este sonaba con mucha fuerza.

Harry y Louis entraron después muy ilusionados pues tras escuchar a su hijo y a Liam, deseaban escuchar el latido del corazón de su futuro hijo y que este fuese igual de fuerte.

Sin embargo, estos se llevaron una gran sorpresa, cuando el médico les mostró dos latidos en vez de uno.

...—Felicidades señores Styles, vienen mellizos.

La alegría en la casa fue mayor pues al parecer habría tres nuevos integrantes y no dos como creyeron en un principio.

Tanto Liam como Louis llevaron muy bien el embarazo y se atendían mutuamente, mientras comentaban los malestares que tenían, aconsejandose también en gustos para elegir la ropa de sus bebés, con la supervisión de Anne por supuesto.

Dos semanas después, llegó por fin el día esperado, dónde Anthony y Liam se dieron por fin el SI QUIERO ante el altar y todos sus invitados que estaban radiantes de felicidad.

Todo salió estupendamente y luego de la fiesta, los recién casados se fueron unos días de luna de miel a la playa.

Siguiendo la oferta de Harry, a su regreso la feliz pareja se fueron a vivir al la casa de nuevo pues había más espacio.

Alice veía a todos felices con sus parejas y cada vez se amargaba más, aunque sabía que todos estaban bastante preocupados por ella pues la omega no hacía por integrarse, mí tampoco por buscar a alguien con quién compartir su vida.

Aunque hubo alfas que intentaron salir con ella, ésta los rechazó a todos pues decía que no creía en el amor y qué ella estaba mejor sola.

A pesar de ello, en la soledad de su habitación esta era otra cosa, ya que la omega lloraba y deseaba con todas sus fuerzas encontrar a esa pareja destinada como la que todos tenían.

Ninguno de los pretendientes que tenía, le gustaban, ya que todos le parecían demasiado.críos y estúpidos y además, ella no sentía nada, de las supuestas cosas, que escuchaba disimuladamente decir a Anne y a los otros omegas de la familia sobre el amor.

Tras pasar unos meses esperando su llegada, la omega ya no tenía ninguna esperanza de encontrar a ese alfa destinado del que todos hablaban pues al parecer para ella debía de ser que no existía.

Creía que se moriría vieja, sola y rodeada de gatos y de basura, así como esas ancianas omega, solteronas y amargadas, que solía ver en los callejones de la parte más deprimente de la ciudad.

Finalmente se cumplió el octavo mes de embarazo para Liam y una noche empezó con unos dolores muy fuertes y aunque le faltaba un mes para el nacimiento de su bebé, fueron corriendo al hospital pues estaba de parto.

Tras una corta espera, su hermosa bebé nació y esta tenía el pelo de color chocolate y rizado como el de Anthony, como él de Harry y como el de su tío Adrián y con los ojos color miel como los de Liam.

Toda la familia se reunió en el hospital para conocer a Alison Styles Payne, la cual contra todo pronóstico, consiguió ablandar un poco el corazón de su tía Alice, quién lloró como una condenada cuando la cogió entre sus brazos por primera vez.

Rápidamente, esta se pidió ser la madrina, ante las quejas de su hermana Anne, que también quería serlo pero finalmente cedió pues veía feliz a su hermana, después de varios meses sin verla sonreir.

Una semana después, los felices papás y su bebé regresaron a casa, comenzando así una nueva etapa en sus vidas, como una pareja responsable de la seguridad y el bienestar de otra vida.

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