6. Mi verdadero alfa.- L.S.-Omegaverse.💗 Terminada.

VII

Harry estuvo desconcentrado en toda la reunión y varias veces sus socios lo sacaron de sus pensamientos.

Luego en el despacho, este no había podido hacer mucho del trabajo que tenía previsto pues no consiguió que Louis saliera de su mente.

Finalmente, el alfa decidió no ir a casa para comer, ya que sabía que los chicos y el ojiazul estarían en casa, así que intentaría comer algo en el restaurante familiar del final de la calle.

Nunca había entrado allí pero había escuchado buenas críticas, así que cuando llegó la hora, eligió una mesa, ojeó el menú y esperó a que viniese el camarero.

Tras unos minutos de espera, un sonriente alfa que probablemente tendría la edad de sus hijos se acercó y lo atendió.

...—Buenas señor, bienvenido al restaurante de mi familia... Yo soy Adán Darwin, ¿ya pensó su pedido?.

—Hola Adán, yo soy Harry Styles, si emm...quiero sopa, un filete con patatas y para beber... pues una cerveza estará bien, gracias.

El joven alfa lo anotó todo y volvió de nuevo a la barra, donde había otro joven alfa que se parecía mucho al camarero pero este era más mayor e igual de sonriente.

La comida era realmente excelente y el trato también, por lo que felicitó al cocinero, quién resultó ser el padre de los dos alfas, el cual muy amablemente salió a saludarlo, al igual que Brandon, el barman.

Harry miró alrededor suyo y vio que el sitio era pequeño pero muy acogedor y el olor era agradable, quizás debía empezar a comer allí más veces, así ya no iría a casa y eso sería una tortura menos que tendría que sufrir.

Luego de eso, el alfa ojiverde se despidió de la agradable familia del restaurante y volvió al trabajo pero a pesar de que estaba consiguiendo olvidarse un poco de lo sucedido con Louis, una llamada a su móvil lo hizo volver a su mente.

—Se-Señor Styles...emm ...s-soy Lou-Louis.

Harry se puso nervioso al escuchar la voz del omega al teléfono, ya que era el número de su hijo Adrián.

Tapó el móvil entre sus manos y maldijo en voz bajo, luego suspiró hondo y volvió a poner el móvil en su oreja.

—¿Qué quieres Louis?, ¿Ocurre algo?.

—Oh no, no emm...que-quería pedirle perdón señor...y decirle que no de-deje de venir a comer a casa con sus hijos por mi culpa....Y-Yo puedo comer en la escuela o en cu-cualquier otro lugar... Sus hijos lo e-extrañaron mucho hoy.

—No he ido porque tenía mucho trabajo—mintió—... No ha sido tu culpa Louis, no te preocupes ¿de acuerdo?, Tú no has hecho nada malo, fue culpa mía por no ver que el baño estaba ocupado—dijo sintiendo un nudo en el estómago, realmente el omega parecía muy afectado.

Hubo un silencio y a continuación escuchó varios gemidos casi imperceptibles, después Louis volvió a hablar.

—Está bien señor, bu-bueno le devolveré el mó-movil a Adri, emm.... no trabaje mucho....eh...chao.

—Chao—dijo Harry con una sonrisa casi involuntaria, ante el detalle y la ternura que desprendía el omega.

La verdad era que él siempre había hecho lo imposible por no faltar a una comida con sus hijos, por eso ellos estaban tan extrañados y cuando este llegó en la noche, los cuatro corrieron a la puerta a abrazarlo.

—Papi te extrañamos, ¿por qué no has venido a comer?—dijo Alice mimosa.

—He tenido mucho trabajo y no he podido librarme, lo siento hijos pero he comido algo en un local cerca de la empresa.

—¿No sería en el restaurante de la familia Darwin?—preguntó entonces Anne.

—Si, ahí, ¿por qué?, ¿A caso lo conoces, hija?.

—Es el restaurante del padre de Adán y de su hermano...el es camarero allí cuando no está en el colegio—explicó Alice.

Harry se quedó mirándolas, verdaderamente sus hijas estaban muy informadas.

—¿Qué te ha parecido papi?, ¿es guapo a que sí?—preguntaron al unisono para luego mirarse molestas, la cosa fue que así Harry fue cuando lo entendió todo.

—A ver decirme algo, ese alfa, el camarero... Es por él cual estáis discutiendo día si y día también, ¿No es así?.

Las dos omegas resoplaron.

—Si papá, a él le gusto yo pero Alice está celosa y se mete en medio porque dice que le gusta ella.

—Si claro, en tus sueños—refunfuñó su hermana.

—Hijas...la verdad es que parece un chico muy agradable, ¿por qué no se lo preguntáis directamente?, yo no creo que os diga nada malo he hiriente y así salís de dudas... Se acabará ésta pelea absurda que tenéis—dijo el alfa sonriendo, mientras sus hijos lo miraban atentamente, al igual que Louis que conmovido soltaba alguna lagrimita.

—¿Estás bien cielo?, ¿te ha hecho llorar la escena de mis hermanas?—preguntó entonces Adrián—... ay, eres tan sensible pequeño, anda ven aquí—dijo rodeándolo con sus brazos y dándole un tierno beso en los labios.

Harry los observó tras apartar la vista de sus hijas e inmediatamente sintió una punzada en el corazón, por lo que apretó los puños hasta que estos estuvieron blancos, conteniendo una furia que no entendió.

—Agradecería que de ahora en adelante vuestras muestras de cariño fuesen en privado—se sorprendió diciendo—…. No eres un ejemplo para tus hermanas, Adrián.… Ten consideración con ellas y lo que están pasando.

El alfa sonó muy tajante y ante la atónita mirada de sus hijos, subió las escaleras y se encerró en su habitación.

El ojiverde estaba convencido de que estaba perdiendo la cabeza y por primera vez había regañado a su hijo por mostrar afecto a una de sus pareja, cuando antes docenas de veces lo había hecho con otras y no había pasado nada.

—¿Qué estás haciendo conmigo, Louis?... ¿Qué quieres de mi, pequeño demonio?.

.......

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