9. Una historia de Dragones

10.5K 1K 292
                                    

9. Una historia de Dragones

Sara era una amante de la lectura, adoraba sentarse bajo la sombra de un árbol y comenzar una nueva historia, siempre recordaba a su madre a su lado leyéndole cualquier historia, contándole sobre un mundo mágico y perfecto en donde no había dolor. Un mundo en donde el príncipe azul lograba vencer a los cientos de dragones a su paso y llegaba finalmente a la princesa, pero tan solo era una historia ¿verdad? Las cosas no sucedían de esa manera, no había un encantador hombre que corría hacia ti salvándote de cualquier mal que acechara.

― Yo también adoro a Lara ― contesto rápidamente ― y a ti, lo siento tanto ― murmuro abatida, lo último que esperaba era encontrar a Maia allí, pero la chica había corrido tras de ella, sabía que no era algo común en ella, Sara no actuaba de esa manera a menos de que algo realmente estuviera perturbando su mente y no se había equivocado.

― Esta bien, mejor entremos ― suspiro ― no está bien lo que hiciste.

― Lo lamento

― Sara, estaba aterrada, odiaría que algo te sucediera, sé que sabes cuidarte, pero los ataques de pánico ocurren sin aviso, no quiero que algo malo suceda...

― Actué mal lo sé ― murmuro sacándose el abrigo ― perdón.

― Esta bien, creo que aprendiste la lección, al igual que Lara solo necesitan un llamado de atención ― sonrió ― vamos, odio verte tan apagada

― Tú has estado igual

― Eso es muy cierto, pero las cosas van mejorando, voy a necesitar de ti más que nunca ― susurro ― tu amistad me hace muy bien.

― Y a mí ― asintió sentándose en el sofá.

Maia miraba a su alrededor, era un departamento sencillo, algo desarreglado pero acogedor, no había tenido la oportunidad de charlar a solas con Sara desde que se enteró del diagnóstico de su pequeña, por lo que quizás aquel episodio serviría para que volvieran a conectar, no quería pensar en una vida sin aquella chica a su lado, en unas cuantas semanas había conseguido ganarse el corazón de Lara y porque no decirlo había conseguido arrebatarle más de una sonrisa a ella.

― ¿Mejor? ― pregunto Maia al notar a la chica recostarse en el sofá.

― Camine mucho...

― Debiste tomar un taxi como yo ― susurro con una sonrisa. ― creo que debería dejar que descanses.

― ¡No! ― dijo rápidamente. ― digo mejor quédate un rato más.

―De acuerdo solo un rato mas ¿Qué tal todo con tu nueva amiga? ― preguntaba acomodándose a su lado.

― Oh Lisa, ella es graciosa y agradable...me gusta...

― ¿Te gusta? ― pregunto frunciendo el ceño ¿Cómo que le gustaba? ― pero apenas la conoces dios Sara, no dejes que ...

― Su personalidad, no...no de esa otra forma...no...no...ella es mi amiga.

― Oh, disculpa, solo que no se, nunca he sabido de tu vida amorosa, digo no sé nada en realidad.

― Es porque no hay nada... ― susurro mordiéndose el labio ― tengo 25 años y nunca, bueno no me he sentido atraída por alguien, la doctora Spellman dice que no me preocupe demasiado, pero es raro...digo todo el mundo se enamora, se casa, tiene una familia y yo...

― Si algunos vivimos deprisa, digo mírame me case muy joven, además tuve a Lara sin planearlo, no es que me arrepienta, pero todo sucedió demasiado deprisa...pero vivimos a nuestra propia velocidad Sara, tampoco creo que debas preocuparte demasiado...cuando deba suceder pues sucederá.

Ojos de CieloWhere stories live. Discover now