13. Entre libros y poemas de amor.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo...
Pablo Neruda.
Sara leía en voz baja mientras Alice y Lisa terminaban de acomodar un par de libros. Suspiro y volvió su mirada a aquel pequeño libro de poemas que yacía sobre sus manos. ¿Cómo de repente cada canción o poema de amor cobraba sentido? Para Sara era simplemente sorprendente.
Había pasado dos días desde su primer beso con Maia y sentía que su corazón iba a estallar de emoción. Tanto Lisa como Alice habían notado algo diferente, una Sara mucho más habladora y feliz. Si esa era la palabra, la chica de los ojos de cielo tenía un brillo especial.
― ¿Vamos a hacer como si nada sucediera? ― susurraba Lisa mirando de reojo a Sara quien continuaba leyendo con una sonrisa en su rostro.
― Es obvio que sucede algo, pero si no nos lo han contado no creo que debamos forzarlas ― comentaba la pelirroja.
― Pero debe ser algo bueno ¿verdad? Digo mírala nunca sonríe tanto.
― Pues sí muy bueno ― sonreía Alice mirando a la chica del otro lado del salón.
Las chicas continuaron trabajando por un par de minutos más hasta que Sara se les unió.
― Hola ― saludaba animada ― mi turno está empezando
― Lo notamos Sarita ― sonreía Lisa.
― ¿En qué ayudo?
― Oh bueno, aún quedan un par de fichas por llevar a recepción así que te agradecería que las llevaras ― decía Alice entregándole una carpeta llena de las mismas
― Voy ahora mismo ― asintió rápidamente.
Flashback
Maia suspiraba mientras acariciaba la mejilla de Sara, su piel era tan suave y sus labios, dios sus labios eran tan perfectos como los había imaginado.
― Deberíamos volver ― susurro Maia mientras dejaba un rápido beso sobre sus labios ― Lara debe estar buscándome.
― Oh si Lara ― asintió rápidamente.
Habían estado tan sumergidas en su pequeña burbuja de felicidad que se habían olvidado de todo y de todos, pero estaba bien, era su momento, era su espacio y estaban dispuestas a disfrutarlo.
― ¿Estas bien? ― preguntaba Maia mientras notaba que Sara continuaba con sus ojos cerrados.
― Solo...solo que...se sintió tan bien
― Boba ― sonreía mientras dejaba un beso en su mejilla ― muy increíble.
― Tengo que ir a mi terapia grupal... pero ...
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Ojos de Cielo
Teen Fiction¿Cuantos motivos tienes para sonreír? Sara creía que no tenia ninguno, Maia por el contrario tenía cientos y miles de motivos por los cuales era feliz, pero ambas estaban de acuerdo en una cosa, la felicidad existía y era difícil de alcanzar. #57 en...