19. Desnuda

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She is Love - Parachute

19. Desnuda

Por más que Sara trataba de tranquilizarse le era imposible, llevaba más de una hora mirándose al espejo. Aquella noche era la gran inauguración de la biblioteca y debió verse bien ¿Por qué? Ni siquiera lo entendía, solo sabía que iba a ir un montón de gente elegante y ella debía encajar.

Vaya tontería, Sara no quería encajar, quería ser quien era sin necesidad de seguir alguna norma.

― Yo creo que el vestido negro esta genial ― le comentaba su compañera Lisa

― ¿Segura?

― Si, tus ojos resaltan y vaya tu cabello, deberías soltarlo más seguido te ves hermosa.

― No me gusta

― Entiendo, pero llevas como una hora con el ceño fruncido y probándote ropa.

― No sé qué debería ponerme

― Siendo tú te diría que algo con lo que estés cómoda, en todo caso quien va a vestir el atuendo eres tú, no esos idiotas elegantes.

― Iría con un par de jeans y mi camiseta gris.

― Pues hazlo ― se encogió de hombros ― por cierto, tu amorcito llamo y dijo que pasaría por ti a las ocho así que date prisa

― ¿Mai llamó? ― preguntaba algo asustada ― pero si solo falta una hora para las ocho

― Por eso date prisa

― Ella de seguro ira como una princesa, hermosa, ya la imagino con un vestido perfecto

― Probablemente, pero lo pienses demasiado Sarita, con cualquier cosa te ves hermosa.

Pero Sara sabía que no, que no era así, que debía llevar un vestido y tacones, que debió maquillarse y verse elegante, quería estar a la altura de Maia.

Apurada corrió hacia el baño y se quitó su chaqueta, aquel pantalón desgastado, se soltó el cabello y finalmente quedo en ropa interior. Algo temerosa se miró al espejo, algo que odiaba hacer.

Se paró frente al mismo y miro primero su cuerpo, era delgada, no demasiado, pero estaba bien, no hacia demasiado ejercicio, tan solo caminaba unos cuantos minutos en la mañana, pero su abdomen era plano, sus piernas delgadas y el color de su piel era blanco, bastante blanco de hecho, no lo odiaba, pero probablemente le vendría bien un poco de sol. Continúo observando sus pechos aun cubiertos por el brasier. No eran demasiado grandes de hecho jamás se había sentido mal por el tamaño, estaba bien y era perfecto.

Sus manos temblaban un poco, pero decidida a continuar desabrocho su brasier cubriendo de inmediato sus pechos con sus manos, no quería apresurarse, quizás lo que viera no le gustaría, quizás su cuerpo no estaba tan bien como trataba de convencerse, sin embargo, continuo, tomo una respiración profunda y dejo caer sus brazos hacia sus costados.

Si definitivamente necesitaba broncearse pensó con una ligera sonrisa

― Guapa ― gritaron del otro lado de la puerta ― tu novia acaba de llegar, las dejo solitas no hagan travesuras y nos vemos en la inauguración ― decía Lisa mientras Sara escuchaba como se alejaba.

Maia había llegado y ella aún estaba desnuda frente al espejo.

― Sara ― dijeron y esta vez sonrió al escuchar su voz ― ¿Está todo bien?

― Si ― respondió de inmediato ― ¿puedes entrar un momento?

Decía pegada a la puerta, solo llevaba su ropa interior y ni siquiera había terminado de decidirse porque atuendo llevar.

Ojos de CieloWhere stories live. Discover now