17. Una historia de princesas

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Calum Scott - You Are The Reason (escúchenla es una canción hermosa)

17. Una historia de princesas

¿Recuerdas aquellas películas y libros en donde la princesa encontraba a su príncipe azul y Vivian felices por siempre? Clásico cliché pero crecemos con aquella idea, quizás no te das cuenta de que la realidad es otra hasta que te chocas con la misma, sin embargo depende de tu entorno de lo que ves, de lo que tu familia o personas cercanas te muestran de lo que es el amor, puede ser increíble, absolutamente maravilloso y puedes ser afortunado y tener la familia casi perfecta en la que tus padres a pesar de los problemas, las dudas y los miedos han seguido adelante y esa es la idea del amor que se formara para ti, buscaras algo parecido porque lo has visto porque sabes que funciona y quizás tú también lo puedas lograr, pero si creces en un ambiente en el que el amor ha quedado en segundo plano en el que no estás seguro de cómo funciona y en el que el único indicio que tienes sobre ese sentimiento son los libros, crees que solo existe allí, que quizás es un sentimiento tan intenso, tan increíble, tan inexplicable que no somos capaces de recrearlo y por lo tanto permanecerá en esos libros, en esas cintas y no podrá llegar más allá.

Sara tomaba su bolso entre sus manos mientras sus compañeros comenzaban a despedirse. La terapia había sido buena, un tanto aburrida, pero se sentía bien. El mes de marzo comenzaba y con ello el día de la inauguración de la biblioteca estaba a la vuelta de la esquina, su trabajo en aquel lugar se había triplicado, pero estaba encantada de ayudar a Alice y a Lisa en todo lo que pudiera.

Mientras caminaba por el pasillo entretenida en sus pensamientos noto que en una de las salas había una pequeña obra de teatro con títeres. Curiosa por saber de qué se trataba camino despacio hasta colocarse en un lugar en donde pudiera apreciar la obra.

― Hey ― susurraban a sus espaldas

― Casi me matas ― susurro tomándose el pecho visiblemente asustada

― Lo siento ― se reía ― Hola ― murmuro acercándose a su mejilla y dejando un rápido beso sobre ella ― pensé que tenías terapia de grupo

― Hola Mai ― sonrió tomando la mano de la chica entre las suyas ― sí, pero termino rápido, además quería ver que es todo esto.

― Te lo dije ayer boba ― decía observando la cara de confusión de la chica ― si te lo dije no pongas esa cara, pero estabas tan entretenida con Lara que no pusiste atención.

― Le estaba enseñando mis canciones favoritas, le gustó mucho mi gustos musicales ― sonreía orgullosa.

― Lo note ― susurro cerca de sus labios.

Desde aquella primera cita semanas atrás las cosas habían mejorado día con día. Su relación era fuerte lo notaban en los pequeños detalles y en la felicidad que rodeaba sus días. Por su parte Maia junto a su pequeña continuaban asistiendo al centro de ayuda, las terapias de lenguaje comenzaban a rendir frutos, pero aún era muy pronto para decir si Lara podría hablar o no, sin embargo, no era algo que le quitara el sueño a Maia ya que el simple hecho de que pudiera escucharla era una gran bendición. Las citas con el medico eran semanales y Lara estaba más que feliz de colaborar.

― Lara está encantada con esta obra mírala, no ha dejado de sonreír ― comentaba Maia emocionada al ver a su pequeña.

Y era verdad Lara adoraba las obras de teatro, adoraba las marionetas y la forma en la que se movían.

― Tengo algo que contarte ― susurro Sara mientras sujetaba un poco más fuerte su mano y le pedía que salieran del lugar.

Maia un tanto confundida acepto seguir a la chica hasta el pasillo en donde no había gente ni ruido que pudiera molestarlas.

Ojos de CieloWhere stories live. Discover now