18. Primer Gran Paso

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18. Primer Gran Paso

Sara miraba por la ventana del departamento como las gotas de lluvia se deslizaban delicadamente por la misma, hace mucho tiempo que el clima no cambiaba tan drásticamente y es que había pasado una hermosa mañana junto a Lara y su madre en el parque bajo un espectacular sol, sin embargo, ahora parecía que la lluvia no cesaría, no al menos en un buen rato.

― Lara estaba agotada, se durmió enseguida ― sonreía Maia al notar a una concentrada Sara admirar el paisaje fuera de su departamento.

― Llueve más duro ― susurro sin mirarla.

― Bueno, dijeron que el clima comenzaría a cambiar, el invierno está a la vuelta de la esquina así que debemos acostumbrarnos.

― Si, pero si no para de llover no podré llegar a casa

Maia no entendía por qué la chica necesitaba ir a su casa. De hecho, pensándolo un poco más Sara nunca se había quedado con ella, no habían compartido siquiera la cama para una siesta, nada. Maia sintió de repente que una parte de su relación era inexistente y es que Sara no era de las que disfrutaba demasiado del contacto físico ¿Eso era un problema? Maia no era que estuviera desesperada por un abrazo, besos o quizás algo más, de hecho, había pasado demasiado tiempo desde la última vez que había compartido intimidad con alguien, además Sara era la primera chica en su vida, dios mío, susurro sintiendo una avalancha de emociones embargarla

― ¿Qué sucede? ― preguntaba Sara al notar que Maia suspiraba pesadamente y se sentaba en el sofá.

― No, nada solo necesitaba sentarme

― Oh, bueno ― susurraba acercándose a ella ― estás un poco pálida

― Oh dios ― volvió a susurrar. ― sabes que odio guardarme las cosas, quizás deba decirte que pasa...

― Bueno, asusta un poco que estés tan seria

― ¿Por qué nunca te quedas a dormir aquí? Digo te lo he dicho muchas veces, de hecho, incluso Lara insiste, pero siempre sucede algo, tienes trabajo o alguna cosa por hacer...

― Ah eso ― decía rascándose la barbilla

― Si eso ― repitió acomodándose en el sofá para poder mirar a la chica de ojos de cielo.

― Pues porque si tengo cosas por hacer, además no sé, nunca duermo en otro lugar que no sea mi departamento, no quiero molestar ni nada

― Vamos, tu no molestas, de hecho, me gustaría que te quedaras más tiempo aquí ― susurro tratando de encontrar el problema, Sara parecía más distante de lo normal y eso era raro. Al menos las últimas semanas Sara había encontrado una estabilidad increíble, su relación con Lara no hacia más que fortalecerse y se mostraba más abierta a mostrarse cariñosa con Maia frente a la pequeña.

― Si bueno, pero ¿Dónde dormiría? Lara tiene su habitación, tu igual quizás si me quedo en el sofá...

― Oh quizás te quedas en mi cama ― dijo interrumpiéndola.

― Si, es una opción....

― Ay Sara ― susurro visiblemente molesta ¿Por qué no quería estar a su lado? Estaba más que cansada de que jugara las cartas de la incomodidad y su problema con socializar con las personas ― soy yo, Maia no entiendo ¿tan malo sería dormir a mi lado?

― No...no, no... para nada...no sería malo...por. Porque

― No, no vas a hacer eso Sara

― Entonces no...no hablemos de esto, me incomoda...

Ojos de CieloWhere stories live. Discover now