|02

9K 939 234
                                    





Sosteniendo el balón de basquetbol con sus dos grandes manos, solo miraba con gran atención la canasta que se encontraba frente a él, si acertaba este tiro, su equipo ganaría dejando al equipo contrario con desventaja en su escuela.

Min Sook se encontraba entrando a la cancha de basquetbol, viendo desde lejos la fulminante mirada de Mark hacia la canasta, era la primera vez que Mark entraba a un partido de la escuela, ahora todo estaba en manos del chico callado, si fallaba ese tiro, solo terminaría recibiendo quejas de toda la escuela.

La chica lo miraba con atencion total, todos los jugadores tanto como los espectadores, tenían su vista fija en Mark, el cual dio tres rebotes al balón para así relamer sus labios y lanzar el balón con fuerza hacia el cuadro rojo que se encontraba arriba de aquella canasta.

Mark acertó aquel tiro, su equipo y los espectadores solo gritaron por la victoria, Mark solo respiro profundo, sin ninguna sonrisa, aunque, la mayoría pensó que Mark sonreirá después de mucho tiempo, pero no fue así, solo acertó y salió de la cancha tomando sus cosas y limpiándose el sudor con una pequeña toalla que su entrenador le dio.

Min solo miro la cancha, al ver que Mark Lee no se encontraba, esta solo miro a los alrededores, en los cuales, él tampoco estaba ¿A dónde fue? Ella no sabía, ahora mismo iría a buscarlo ¿Por qué? Ella quería descifrar lo que realmente le había pasado a Mark, hay muchos rumores en la escuela, pero ninguno indica el hecho real.

La chica se encontraba recorriendo los vacíos pasillos de la escuela, llego hacia el vestidor de los hombres y desde la puerta de entrada, miro todo el lugar, se veía vacío, pero no sabía si Mark se encontraba ahí.

—¿M-Mark? —pregunto la chica alzando un poco su tono de voz, pero nadie dio respuesta, tal vez Mark no se encontraba ahí, o, tal vez si, ella iría a ver, al fin y al cabo, todos los chicos se encontraban celebrando su victoria en la cancha de basquetbol.

Caminando por todo el vestidor, aun no veía a nadie, paso por las regaderas y no había nada, estaba a punto de salir, pero se detuvo al notar que la mochila de deportes de Mark se encontraba en una banca cerca de la puerta de emergencia del vestidor, ella respiro profundo y camino hacia su mochila. Una vez y esta llegara, solo la observo detenidamente, definitivamente era de Mark, tenía marcado el número de jugador. Jugador 13, Mark Lee

—¿Te han dicho que tomar las cosas ajenas está mal? —pregunto una voz de chico detrás de Min, era más que claro que era Mark, por fin ella había escuchado a Mark hablar.

Su voz no fue lo que ella pensó, una voz gruesa demostrando frialdad, como todo chico malo de toda escuela, en la que su vida pasada fue una basura, una completa basura. No, su voz fue tranquila y sincera.

—Lo siento, yo...te estaba buscando, después de que acertaste el tiro, note que te habías ido sin siquiera celebrar su victoria. —dijo la chica sin perder vista en Mark, después de todo, ella no tenía miedo en hablarle, ni siquiera se ponía nerviosa, ella solo lo quería ayudar, quería saber que era lo que le había pasado a Mark que ni una sonrisa este puede dar—. ¿Por qué solo te fuiste de ahí? ¿No te alegraste en ganar? —pregunto Min con mucha curiosidad.

Mark no contesto, solo se quedó callado, tomo el brazo de la chica y la hizo a un lado para que este pudiera tomar su mochila, y, con solo tomar el brazo de la chica, esto causo que ella abriera sus ojos de golpe ¿Por qué de la nada la toca así?

Recargo su mochila en su hombro y dio media vuelta para irse, la chica tomo el hombro derecho de Mark, causando que este dejara de caminar y girara un poco su cabeza para ver a Min.

—¿Qué fue lo que te paso? ¿Por qué nunca sonríes? —pregunto esta aun sin quitar su mano del hombro de Mark.

—No hay nada que contar. —dijo Mark con una voz baja pero audible, este solo quito la mano de Min de su hombro y solo se tomó la molestia en volver a caminar dejando a Min sola, de un modo u otro era cierto.

No hay nada que contar.

-balsamicmoon

Smile | Mark 마크Where stories live. Discover now