Smile | Mark 마크

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Parte 1/2

Toda su familia se encontraba viajando en auto, Mark miraba el paisaje a través de la ventana del auto, sus padres iban tranquilos, era la primera vez que no peleaban, su hermano iba dormido y recargando su cabeza en el hombro de Mark, todo esto lo hacía un ambiente tranquilo, hacía a Mark feliz, por fin sus padres no estaban pelando y eso lo hacía mejor.

—Demonios ¿Por qué detuvieron el camino? — Preguntó el padre de Mark mientras iba disminuyendo la velocidad de su auto, frente a ellos se encontraba una cinta amarilla diciendo "No pase", esto causó que Mark y su hermano miraran al frente, ambos hermanos se miraron a los ojos con el ceño ligeramente fruncido, miraron nuevamente al frente y había policías y varias ambulancias ¿Que había pasado?

—Creo que tendremos que dar la vuelta. — Dijo la madre de Mark mirando de reojo a sus hijos para luego mirar a su esposo, el cual se encontraba con un rostro mostrando desesperación y el ceño fruncido.

Segundos después, dos policías se acercaron al auto de aquella familia, se colocó al lado de la ventana del padre de Mark y este indicó que bajara el vidrio de la ventana, el policía lucio con un abrigo y un gorro, estaban en época de invierno, las peores épocas, diría la familia de Mark.

En estas épocas suele haber muchos accidentes, la niebla impide que uno salga a manejar, el frío mata a los vagabundos que se encuentran afuera y sin abrigo alguno, y los carros a veces chocan gracias a la nieve que hace que las llantas del auto se resbalen sobre la carretera.

—¿Que sucedió oficial? — Preguntó la madre de Mark con mayor preocupación, tal vez una familia chocó y causó tanto escándalo en las pequeñas carreteras de la ciudad.

—Hubo un choque, el carro dio máximo cuatro vueltas en la carretera y dejó a la familia totalmente inconsciente, tendrán que darse la vuelta y manejar con mucho cuidado ¿A dónde se dirigían? — Preguntó el policía sin perder vista en la familia.

—Nos dirigíamos a la feria de Seúl, tenemos que encontrarnos con personas. — Respondió el padre de Mark de manera tranquila y formal.

—Bueno, diría yo que la manera más rápida de llegar allá sería dar la vuelta y entrar al callejón que se encuentra a un lado del lago, esa es la mejor ruta para ustedes. — Mencionó el oficial para luego dar una pequeña reverencia e irse.

—¿Crees que lleguemos a tiempo? Mi novia me está esperando padre. — Dijo Mark sin perder vista alguna en sus padres.

—Tranquilo cariño, si llegamos tarde ella lo entenderá, por lo mientras hay que tener paciencia. — Dijo la madre de Mark sonriéndole —. Acuérdate que estamos en época de invierno y estos accidentes no deben faltar. — Sonrió la madre y luego miro al frente con la mirada tranquila y al parecer, la mente despejada.

—¿A qué hora te tenías que ver con ella en la feria? — Pregunto el hermano de Mark con mucha curiosidad, a el más que nadie le importaba la vida amorosa de su hermano.

—Le dije que a las 7:00, ya son las 6:57, no creo llegar a tiempo. — Dijo el chico mirando a su hermano, este solo sonrió y palmeo la espalda de su hermano.

—Anda Mark, no te pongas así, pareces una vieja, si llegamos incluso diez minutos tarde no creo que se enoje. — Hablo este con alegría.

—No seas tonto, sabes cómo son las mujeres de dramáticas. — Dijo Mark soltando una sonrisa al final de su oracion —. Por lo mientras calla y hay que seguir viendo el camino ¿No? — Pregunto este mientras alzaba sus dos cejas al mismo tiempo y hacia una cara chistosa, lo cual causo que su hermano riera un poco.

Mark hizo lo dicho, miro de reojo un momento a su hermano y luego miro la ventana, todas las montañas y colinas que se encontraban a su alrededor estaban cubiertas por nieve, los pinos y arboles igual, eso hacía más que vieran todo como una época hermosa llena de nieve y fría.

[...]

Llegando a la feria de Seúl, Mark y su hermano bajaron inmediatamente del auto, terminaron llegando a las 7:25, puesto que el tráfico era inmenso, su padre se empezó a desesperar por los autos sin avanzar, su madre intentaba calmarlo, pero así era el padre de Mark, un hombre el cual no tiene paciencia, un hombre el cual quiere todo listo y sin ningún error, el padre de Mark es más bien un hombre "especial".

Su madre, por lo tanto, es tranquila, su mente es abierta a los demás y escucha con atención, si hay algún error en algo, intenta arreglarlo de manera normal y tranquila, la madre de Mark es una buena mujer, tanto para él, como para su hermano.

—Perdón por tardar O. — Dijo Mark mientras ponía una vista fija en su novia, esta sonrió y negó con la cabeza.

—No te preocupes, hace diez minutos me entere que hubo un choque en la subida de la colina, así que supuse que tú y tu familia estarían atrapados ahí, espere todo lo posible. — Dijo esta con una gran sonrisa en su rostro.

—Entonces... ¿Nos vamos? — Dijo Mark mientras abrazaba por el hombro a su novia y le brindaba una hermosa sonrisa.

—Sí, vámonos Mark. — Dijo esta devolviéndole la sonrisa y el abrazo a su querido y alto novio.

Mark y O, ese es el apodo que le dice Mark a su novia desde la infancia, y si, ella es la típica chica de la infancia de la cual todo chico se enamora, ella ha estado con Mark desde preescolar, ambos no eran tan unidos como ahora lo son, pero era por la misma razón de que ella estaba en su mundo y Mark en el suyo.

Fue hasta 3ro de primaria que Mark y O empezaron a hablarse, ella era muy amable con el chico, Mark era un poco tímido, pero con el paso del tiempo él se abrió, Mark ya no le hablaba por su nombre original (Oyuki), ahora le empezaba a llamar O.

Crecieron y ambos se empezaron a enamorar el uno con el otro, iniciaron como una amistad llena de abrazos y besos de frente o de mejilla, y terminaron en una relación a inicios de secundaria.

Una relación hermosa, hubo peleas claro, siempre tiene que haber peleas, sin embargo, lograban resolverlas, pero no era de esperar, Mark esta perdidamente enamorado de Oyuki y Oyuki esta perdidamente enamorada de Mark.

—Oppa ¿A qué juego iremos primero? — Pregunto la chica mientras entrelazaba su brazo con el de Mark, este la miro y sonrió.

—Iremos a la rueda de la fortuna ¿Te parece? — Dijo Mark sin perder vista en la chica, esta solo asintió con la cabeza sonrió ligeramente.

Ambos novios caminaron hasta la rueda de la fortuna, había fila, puesto que el juego abría a las 6:00 y ya eran las 7:05 de la tarde, mientras ambos esperaban a que la fila avanzara, tuvieron una que otra conversación, abrazos, besos, caricias y todo lo que hace una pareja de novios cuando va a algún lugar...

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