Capítulo XII - Ocultar por el bien del otro

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Aun en la tina pensaba: ¿cómo podía ser tan cabeza dura? Debería haber huido de ella, y de todo el pasado retorcido que la acechaba.
Pero no lo hizo.

No lo hizo.

No salió corriendo cuando ella le contó su pasado.
Sonrió pensando en lo que le había dicho.

Te amo.

Dos palabras que la derritieron. Aquel hombre definitivamente sabía cómo volverla loca.

Salió del agua y envuelta en una toalla comenzó a buscar ropa.

Mike entró en la habitación con la bandeja del desayuno.

—Te dije que no tengo hambre. —dijo mientras seguía revolviendo en el guardarropa.

—Da igual, yo sí tengo hambre. —Colocó la bandeja sobre la cama, luego se acercó a ella por la espalda y besó su hombro. —Pensé que quizás podríamos pasar el día en un lugar alejado.

—Lo siento, hoy no puedo. Tengo que terminar de organizar un par de cosas.

—Pero primero come algo.

Luego de vestirse se tiró junto a él en la cama, terminó cediendo y comió un par de tostadas junto con el café.

El móvil de Mike vibró sobre la mesa de noche. Observó el número en la pantalla, ignoró la llamada y siguió desayunando.

—Atiende, quizás sea importante.

—No. No es nada.

Tomó el teléfono y luego de apagarlo lo guardó en un bolsillo.

Minutos después en el móvil de Megan comenzaron a sonar las primeras notas de "Tocata y fuga."

Apresurada y avergonzada tomó el móvil y luego de hacerle un gesto a Mike para que permaneciera en silencio, atendió.

—¿Papá?

—Buenos días Megan. Lamento no haber llamado antes, estaba arreglando los últimos detalles. Odín y Charlie llegarán en la tarde y prepararán todo para que puedas viajar a Nueva Orleans con ellos. He pagado el mejor piso en un hotel de lujo para que pases allí la primer noche, luego irán a la casa de campo. Permanecerán allí hasta el lunes ya que no podré llegar antes.

—Espera un segundo. No puedes desorganizar así mi vida, tengo planes...

—Reorganiza tu agenda. Mi secretaria se hará cargo de todos los pendientes. —ordenó con voz severa.

—¡No pienso irme papá!

—Eso no está en discusión Meg. Lo que me ha contado Eric es preocupante; no estarás sola hasta que esto se investigue y se resuelva. Te irás con ellos quieras o no hasta que yo pueda ir a la casa.

—Dame un minuto.

Puso la llamada en espera y caminó de un lado a otro por la habitación. No estaba dispuesta a separarse de Mike, no quería hacerlo, además él también se encontraba en peligro. Ella se la pasaba junto a él y si quienes la seguían los habían visto juntos podrían hacerle daño. Y eso la asustaba más que lo que podrían hacer con ella.

—Mike. ¿Qué te parece pasar unos días en Nueva Orleans?

—Me encantaría, pero tengo que trabajar. Ya he pedido libre hoy, no puedo darme el lujo de pedir más días.

—Eso tiene solución.

Volvió a hablar con su padre.

—Está bien. Enviaré el itinerario por correo a tu mail. Quiero que tu secretaria me mantenga al tanto de todo lo que haga. Y voy a necesitar un favor.

Ángel de mis demonios - T E R M I N A D AWhere stories live. Discover now