Don't Wake Me Up

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"No me despiertes, me gusta como está esto

ahora mismo, solos tú y yo

no me despiertes, me gusta sentirte aquí"  -Super Junior D&E


Lina me hacía conducir siguiendo al molesto GPS del automóvil, ella simplemente tecleó la dirección y me hizo seguir las instrucciones de ésta. Aseguró que era para no arruinar la sorpresa, o bien, la dirección de su departamento, porque si no era allí adonde íbamos ¿adónde más?

Sin embargo al adentrarme al distrito en el que nos encontrábamos, reaccioné lentamente puesto era el mismo donde nosotros vivíamos. 

Estuve en silencio mientras estacionaba el auto en una de las calles que ella me indicó y nos bajamos del coche con las cosas que llevaba de equipaje

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Estuve en silencio mientras estacionaba el auto en una de las calles que ella me indicó y nos bajamos del coche con las cosas que llevaba de equipaje.

―Pero Lina, aquí son los dormitorios ―indiqué mirando hacia mi edificio.

―Lo sé ―aseguró sonriendo de oreja a oreja.

Estaba loca esta mujer, era una caja de monerías y de sorpresas, entre más la observaba más pensaba que era un sueño.

La admiré con detenimiento grabándome cada una de sus facciones antes de despertar en la realidad, era hermosa de pies a cabeza y era demasiada extraña esta actitud de misterio. No me sorprende, ella odiaba las sorpresas pero encantaba darlas, esa era mi Lina pero supongo que la actual no era así.

Por eso es un sueño.

―¡Cho KyuHyun! ―me hizo reaccionar con su chasquido de dedos― ¿Estás aquí? ―asentí sin decir una palabra más―. Te preguntaba si recordabas qué tan cerca vivíamos uno del otro al estar en la preparatoria.

―Tan cerca que no nos dimos cuenta hasta la preparatoria ―respondí con una leve sonrisa que me transportó a los viejos tiempos―. Pero ¿por qué sacas eso a relucir?

―Porque volveremos a ser vecinos ―abrí los ojos como platos por su afirmación―. Sí, aquel es en donde viviré.

Señaló uno de los edificios que eran igual al de los dormitorios, ese pequeño que se hallaba junto al nuestro.

Volteé a verla con una cara de total incredulidad, no lo pude creer cuando me dijo el piso y número de departamento. Seríamos vecinos, viviríamos prácticamente a unos pasos, la tendría tan cerca que me sería imposible no querer estar con ella las veinticuatro horas.

Ella me sonreía totalmente, lo cual me hizo alzarla en brazos y darle un abrazo con todas mis fuerzas. No me apartaría de ella, lo juré mentalmente.

―No te dejaré ir, no de nuevo Lina ―murmuré tomando su cabeza con ambas manos y mirándola directamente a los ojos―. No me obligues a perseguirte y sólo prométeme que te quedarás conmigo sin importar qué, por favor ―susurré cerrando los ojos y juntando mi cara con la suya.

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