Sentimientos encontrados

3.8K 571 339
                                    

Hacía dos semanas que Keith se había mudado con ellos. La convivencia había mejorado, seguían  los piques con Lance, pero cada vez se le veía menos furioso con el mundo. Se había adaptado más o menos bien en la escuela, aunque no se hacía con nadie. Le costaba seguir las clases pero se esforzaba por no parecer tonto. El nivel de su antiguo instituto era claramente más bajo, y aún así  se negaba a pedir ayuda. Sólo una vez se la pidió a Pidge y de ello Keith aprendió que la chica no era buena explicando.

Keith mantenía contacto con su antiguo grupo, una panda de rebeldes sin causa de su anterior instituto. Los chicos no paraban de escribirle invitándole a volver, aunque fuera fugándose de casa.

- ¿Con quién hablas tanto?- Le acabó preguntando Shiro un día mientras desayunaban, preocupado por si se trataba de su padre, aún en paradero desconocido.

- Unos amigos de mi instituto.

- ¿Al que ibas antes?- Keith asintió y suspiró.- ¿Te gustaría ir a verlos un día?

- ¡Me encantaría!- Exclamó él, con el rostro iluminado.- Decían de ir al cine este sábado, yo podría pagar por mi entrada...

Shiro negó con la cabeza cariñosamente y le revolvió el pelo, un gesto que Keith empezaba a aceptar. Ese chico y su obsesión por no causarle gastos...

- Puedes ir, Keith.- Le dijo.

- ¡Genial!- Exclamó.

- Te llevaré en coche.- Keith se quedó callado, no estaba acostumbrado a tanta amabilidad por parte de nadie que no fuera su propio padre, así que no sabía cómo reaccionar.

- Gracias...- Murmuró, se le hacía raro pronunciarlas.- Puedo quedarme a dormir en casa de alguien, no hace falta que me recojas también. Uno de los chicos tiene una moto, podría traerme.

Shiro casi se atraganta con su taza de café, pero guardó la compostura.

- Prefiero ir a buscarte yo... En coche.- Puntualizó.

El sábado llegó al cabo de dos días y, tal como le prometió, Shiro llevó a Keith hasta un centro comercial cercano a su antigua ciudad, en el que había quedado con sus amigos.

- Vendré a las 8 a buscarte. Llámame si necesitas cualquier cosa.

- De acuerdo.- Contestó el otro secamente.

- Estaré por aquí cerca.- Keith arqueó una ceja.

- ¿Para vigilarme?

- No, he quedado con una amiga.- Se justificó Shiro en seguida.

"Así que Shiro tiene una amiga" pensó el menor, mientras se despedían e iba caminando hasta las taquillas. 

Mientras tanto, Lance y Pidge se quedaron en casa. Pidge estaba trabajando en un proyecto del colegio, editando unos vídeos, mientras que Lance holgazaneaba mientras escuchaba música de "Twenty One Pilots" y le daba vueltas a la cabeza sobre algo que le había estado rondando los últimos días. Al final, el moreno se puso en pie, se acomodó sus zapatillas de andar por casa, y caminó hasta la habitación de Pidge, en parte por aburrimiento, en parte para exteriorizar todo el lío de pensamientos y sentimientos que guardaba en su interior.

- Al fin solos...- Bromeó Lance apoyándose en el marco de la puerta y mirando a la chica con ojos sugerentes. Pero Pidge no reaccionó, siguió atenta a su faena, arrastrando fotogramas y abriendo menús en su ordenador.- ¡Pidge!

La chica se giró en su silla de escritorio con ruedas y le miró, suspirando con hastío. Odiaba que le molestaran cuando estaba trabajando.

- ¿Qué quieres?- Preguntó ella.

Inefable IdiotaWhere stories live. Discover now