Celos, este es Keith. Keith, celos.
Keith empezó a experimentar ese nuevo y odioso sentimiento en el preciso instante en el que Lotor apareció en su casa para hacer el trabajo de historia y decidió saludar a Lance tomándolo por la barbilla y diciéndole "Hola, guapo".
Posiblemente, podría haberse quedado en una mirada asesina o en un gruñido gutural, pero Lance se ruborizó, o eso le pareció a él, y NADIE podía sonrojar a su novio excepto él. Sí, sólo un día de noviazgo y Keith ya se había puesto totalmente posesivo.
Se puso entre los dos y les separó de golpe, poniéndoles las manos en sus caras y apartándolos en direcciones opuestas.
- ¡Keith!- Protestó Lance.- ¿Qué mosca te ha picado?- Keith sólo le dirigió una mirada de las que matan y caminó arrastrando los pies hasta su habitación.
- Tenemos trabajo que hacer.
- ¿Celoso?- Le susurró Lotor, siguiéndole hasta el dormitorio.
- Déjame en paz, Lotor. Hagamos el trabajo y te vas, ¿entendido?- Contestó con malos humos.
- Tranqui...- Se mofó el otro, enseñando sus palmas.
Palabras equivocadas. Si algo ponía nervioso a Keith era que le dijeran que se calmara... Acorraló a Lotor contra la pared y le arrugó la camiseta a la altura del pecho.
- Estoy muy tranquilo, ¿vale? Tengamos la fiesta en paz.
- Era broma.- Contestó Lotor, también de mal humor, soltándose del otro.
- Tu vida es una broma.- Se metió Keith con él.
Keith se separó y fue directo al despacho de Shiro, dejando a Lotor confundido y de mala uva.
- ¿Qué te pasa, Keith?- Le preguntó Shiro, guardando unos documentos en el cajón, después de que el menor irrumpiera en su estancia sin ni siquiera llamar a la puerta.
- No puedo con ese tío, Shiro. Me pone enfermo, hace que renazca en mí el antiguo Keith.
- ¿El antiguo Keith que se metía en líos?- Le preguntó Shiro, apoyando la cabeza en su mano y haciéndole gestos para que se acercara a su escritorio.
- Sí. Tengo ganas de partirle la cara. No voy a poder hacer ese trabajo.- Confesó, derrotado por la situación.
- Nunca te ha caído bien...- Recordó Shiro, peinándose el mechón blanco de su flequillo hacia atrás.
- Es más que eso.
- ¿Más? ¿Qué sientes?
- No sé...- Respondió Keith, sin darse cuenta de que estaba siendo psicoanalizado.- Quiero verle muerto.
- Keith, eso ni de broma.- Le riñó Shiro, marcando los límites una vez más.
- Vale, perdón.- Refunfuñó Keith, cruzándose de brazos y agachando la cabeza como cualquier niño regañado por su mamá.
- ¿Qué ha hecho Lotor para que le odies tanto?- Le preguntó Shiro.
- Se metió con Pidge, se inventó rumores sobre mí...- Respondió enumerando con los dedos. Tenía tantas razones para odiarle que podría estarse allí narrándolas todo el día.
- Eso no es nuevo. ¿Qué ha hecho ahora para que estés así de molesto?
- Me provoca constantemente. Sabe molestarme.
- ¿Con qué te molesta exactamente, si se puede saber?- Preguntó el mayor, llegando al fondo del asunto. La cara de Keith era todo un poema.
- Con...- Keith se sonrojó, dudando si responder o no.- ... Lance.
ESTÀS LLEGINT
Inefable Idiota
FanfictionCuando el padre de Keith lo abandona, Keith no tiene más remedio que trasladarse a la casa de acogida de Shiro. Allí conocerá a Lance, un joven inmigrante cubano y a Pidge, una incomprendida y excéntrica genio. FINALIZADA