Maldito Keith Kogane

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, Hunk no sabía como decirle aquello a Lance. Ahora se encontraban los tres en un restaurante de comida rápida, comiendo patatas fritas con un batido porque,  según Pidge, las patatas fritas pegan con todo, independientemente de que lo otro fuese dulce o salado.

Pidge ya sabía que Keith había vuelto, ya que Hunk había tardado cero coma en contárselo. Sin embargo  habían pasado tres días desde su fortuito encuentro y Hunk aún no había hallado la ocasión de decírselo a su mejor amigo. Por mensajería no podía hacerlo ni modo y ahora que le tenía en frente, sonriendo de forma tan despreocupada... Tampoco.

Hunk conocía demasiado bien a Lance y sabía que el retorno de Keith reabriría viejas heridas. Lance le lloró, pero no lo suficiente como para olvidarlo. Después le odió, pero auto-convenciéndose de que Keith no le quería, lo cual no era exactamente cierto, según su humilde opinión. Tampoco exculpaba a Keith, ya que si hubiera hecho las cosas de otro modo, seguramente Lance hubiera sufrido menos y no hubiera cambiado tanto, y para entonces ya le habría perdonado.

Pidge le dio una patada por debajo de la mesa, sacándole de sus desilusiones. Después, señaló a Lance con la cabeza de forma totalmente obvia.

- ¿Qué pasa?- Preguntó Lance.

- Pues verás...- Empezó Hunk tras suspirar, buscando las palabras.- El otro día me crucé con alguien...

- ¿Con quién?- Preguntó el otro alzando la voz animado.- ¿Beyoncé? No me jodas que era Beyoncé...- Añadió con el ceño fruncido, pensando que se habría perdido a su ídolo.

- Casi aciertas, Lance.- Se mofó Pidge con sorna, recibiendo un codazo por parte de Hunk.

- ¿Pues quién era?- Preguntó con curiosidad. Hunk empezó a rascarse la nuca.

- Si te dijera que Keith está aquí, ¿qué harías?- Respondió él.

Lance se levantó de la silla y empezó a mirar a izquierda y derecha como un poseso.

- Parece que eso es lo que haría... -Comentó Pidge jugando con un mechón de su pelo. Era su nueva manía, enrollárselo en el dedo como si de un rulo se tratara.

- ¿¡Dónde está ese mal nacido!?- Gritaba el otro sin escuchar a nadie.

- No está aquí literalmente, sólo  era una manera de hablar.- Le calmó Hunk, agarrándole de la camiseta y estirándole hacia abajo para que volviera a sentarse.

Lance expulsó todo el aire de sus pulmones por la nariz, como un toro, mientras Hunk le palmeaba la espalda.

- Entonces, ¿con quién te encontraste?

Pidge se golpeó la frente con la palma de su mano y Hunk simplemente rió de forma nerviosa.

- Suma dos más dos.- Dijo la chica exasperada.

Pidge y Hunk pudieron ver en la expresión de Lance, tan transparente como el agua, y los segundos que a éste le tomaba relacionar las palabras de Hunk. Su cara pasó de confusión a asombro, para luego dejar paso a la consternación y por último a la ira.

- Keith, ¿eh? ¿Y cómo es que te has reunido con ese traidor? ¿Se ha puesto en contacto contigo?- Preguntó cruzándose de brazos.

- Fue casualidad. Le vi por los pasillos de la uni.

- ¿Estudia informática?

- No, se perdió. Él iba a la facultad de Diseño.- Explicó Hunk y Lance sonrió levemente sin poder evitarlo al recordar la mala orientación de Keith.

- O sea, que ha vuelto.- Sentenció Pidge, masticando sus patatas mientras hablaba. Lance puso cara de disgusto ante este hecho.

- Y ni se ha molestado en ponerse en contacto con nosotros.- Expresó Lance, claramente molesto.

Inefable IdiotaWhere stories live. Discover now