Pidge tiene un plan

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Hunk, su novia Shay y Pidge estaban desayunando durante el receso de la mañana de sus clases. Shay había caminado hasta la facultad del otro par para reunirse con ellos, especialmente con Hunk, con el que últimamente no quedaba mucho porque ambos andaban muy liados con trabajos y entregas.

Shay era una chica tímida y amable, con la autoestima no muy alta dado su ligero sobrepeso. Pero Hunk la adoraba, valorando su inteligencia y bondad por encima de todo. Le encantaba su pelo corto y peinado de seta. Su piel canela, sus ojos caramelo y sus finos labios.

- ¿Qué es esto?- Preguntó Hunk, tomando el flyer que ella le daba.

- Una fiesta que organizan los de mi universidad. Para relacionarnos y celebrar el fin de los parciales.- Explicó ella con una sonrisa.

- Es una fiesta de disfraces.- Leyó él, viendo el programa.

- Sí.- Asintió ella felizmente. Le daba apuro pedirle que fueran juntos, pero sabía que Hunk pillaría la indirecta.

- ¿Quieres que vayamos?- Preguntó él amablemente, satisfaciendo las expectativas de la chica. A él no le iban mucho las fiestas, pero esta parecía mucho más que una excusa barata para emborracharse y hacer el loco, por lo que quizás podría divertirse si iban juntos.

- Me encantaría.- Sonrió ella, dándole un breve beso en los labios como agradecimiento.

Pidge arrancó el papel de la mano de Hunk y se puso a inspeccionarlo. A ella le gustaban las fiestas mucho menos que a Hunk, eran ruidosas, llenas de gente, caóticas... Un cúmulo de cosas que le incomodaban. 

Se fijó en todas las actividades que decían que montarían: karaoke, una gymkhana, un concurso de disfraces, un torneo de Just Dance y otro de Mario Kart... Y lo mejor es que había premios para los ganadores de cada prueba.

Pidge odiaba las fiestas, pero le encantaba competir y ganar. Y si el premio era pizza, fotocopias gratis y el uso ilimitado de las salas de estudio del departamento de arquitectura, mucho mejor.

- Podríamos ir todos juntos.- Propuso Pidge, para sorpresa de los otros dos.- Podría ser una buena excusa para que Lance invitara a Keith.- Añadió señalando el concurso de disfraces en equipo.

- ¿Ahora apoyas esa relación?- Preguntó Hunk, recostando la cabeza en su mano.

- Tardaron meses en estar juntos la primera vez. Sólo quiero acelerar el proceso en ésta.- Respondió Pidge alzando los hombros.

- ¿Y crees que querrán venir?- Preguntó Shay, cruzando los dedos mentalmente para que la respuesta fuera "no". Ella quería un plan un poco más íntimo con Hunk y que por una vez el mundo dejara de girar en torno a los amigos de él. Era una chica comprensiva, pero empezaba a hartarse de sentirse el segundo plato.

- Claro, convenceremos a Lance y él convencerá a Keith.- Explicó ella sonriente, sin darse cuenta de que su plan era una molestia para Shay.

- Si la gracia es que vayan juntos, quizás nosotros molestemos...- Insinuó ella.

- Ya buscaremos una excusa para dejarles solos o algo. No te preocupes por eso.- Sentenció la más pequeña sin llegar a entender los sentimientos de su amiga.

Persuadir a Lance de que se viniera a la fiesta no fue una tarea tan ardua. Realmente sólo les hizo falta mandarle un mensaje preguntándole si se apuntaba para que él contestara que sí en menos de un minuto.

Pidge: Pero tiene que venir Keith.

Lancey Lance: ¿Keith?

Here-comes-the-Hunk: Necesitamos ser 5 para inscribirnos en el concurso de disfraces.

Inefable IdiotaWhere stories live. Discover now