ᴛʀᴇᴄᴇ

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—¡Hey, felicitaciones! Estás invitada a la fiesta de Chae Hyungwon. —la chica de altos tacones me tiende amistosamente un sobre forrado en papel celofán.

¿Debería agradecer? Es decir, es un lindo gesto, poder ser invitada a una fiesta propia de gente de mi edad, disfrutar sin complicaciones. Sin embargo, no quiero pensar en el fétido aroma del tabaco y el sabor amargo de una cerveza.

Es denigrante saber como nos matamos consumiendo productos basados en nicotina.

Por otro lado. No me queda más que sonreír y agradecer la invitación.

—Gracias, Yerim. —ella asiente con una sonrisa y me otorga una reverencia. Aún no me acostumbro a ello.

Se retira caminando con sutileza entre la multitud.

Decido resguardar la invitación en mi casillero, después de haber tomado los cuadernos para la siguiente clase.

Sin embargo, una figura se acerca corriendo, reluciendo una chaqueta con el número “95”, bordado desde la espalda baja hasta el comienzo de su nuca.

Es Tae.

Su cabello sudado le daba un aspecto atractivo y encantador. Debo deducir que había salido de las audiciones de baloncesto.

—¡Linda, ____! ¡Adivina! —Se aferra a el casillero, tomando entre sus dedos las endiduras de metal. Su estado es eufórico, feliz y eso me produce una sonrisa.

—¿Entraste? —Logro arrimarme contra el espaldar de mi mochila y la pared. Mi cuerpo se sentía cansado en su totalidad, quizás las clases de ejercicio físico no son buena idea.

—¡Sí, joder sí! 

Él me toma entre sus brazos, levantando mi cuerpo en el proceso, para finalmente darme unas cuantas vueltas cargadas de alegría en el aire.

Sonrío soltando carcajadas cuando mi cuerpo se vence en sus brazos y me baja delicadamente.

—Dios, uh... Lo lamento. ¿Me precipité? —indaga con una mirada avergonzada. Él observa una mano en mi cabeza, tratando de reincorporar mi postura. Me había mareado.

—Descuida. Estoy bien. —Murmuro con una sonrisa.

Amaba cuándo Taehyung se encontraba filipando en alegría, es mas llevadero, conciso con las palabras, pero sobre todo conciente a mi estómago llevándome a comer.

Él me brinda una de sus características sonrisas cuadradas, antes de dirigirme la palabra; —Te alardearé mi chaqueta. ¿No crees que es genial?

Asiento, caminando hacia el salón, él me sigue, mirando sus bíceps en el proceso. Sus brazos estaban cubiertos de tela de fieltro acorde a la chaqueta. —Sí. —respondo velózmente.

—¿Y no crees que me veo sexy?

—Definitivamente. —corto batenado las pestañas.

No obstante, al entrar al salón Yoongi se aferra a mis hombros y a los de Taehyung, carcajeándose de manera cínica a mis espaldas.

Entonces, articula sin pena y en voz alta: —Deberían besarse, tórtolos.

No faltaron los gritos que apoyaban la idea, las palmadas y los silbidos.

«Es vergonzoso. »

Pero, Kim Taehyung no demostraba ni ápice de pena por tan sutiles palabras. En cambio, yo... ¡Quiero dejar estéril a Min Yoongi!

—Tranquilo, ya lo hemos hecho.

Y ahí estaba el dueño de esa pesada mirada marrón ocre, sentado con los pies sobre el escritorio, mirándome con detenimiento; su mandíbula tensa, labios curvos en una mueca... Podía jurar que ví como su cuerpo se encrespaba.

SEXUAL GAME  ⏐  J. Jungkook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora