ᴄᴜᴀʀᴇɴᴛᴀ ʏ ᴄᴜᴀᴛʀᴏ

6.1K 455 39
                                    

Amaba su olor, es su aroma exquisito, despedía masculinidad. Dios mío, ¡me daba por perdida! Consideraba mi posición; algo jodida y sin escapatoria.

Paso saliva, el frío me recorre los brazos. No esperaría lo suficiente, necesitaba que él abriera los ojos, que diga lo que siente, que él me ama, y podría podrirme en desesperación por mi cuenta.

Su cuerpo se remueve levemente, suelta suspiros y sus rojos labios se entreabren. No me ha soltado, en ningún momento. ¿Él actuaba con ética? Podía asegurar que sus manos aún se aferran a la tela de mi blusa.

Mi cuerpo está restringido a movilidad desde hace horas.

¡Es tan contradictorio! Cada una de sus acciones, son como balas de despliegue masivo. Impactan mi cabeza e inmovilizan mis piernas, no puedo pensar. Su tacto me deja en blanco, como una puritana hoja sin rayones.

—Por favor, despierta...

No-siento-las-piernas. Su aliento se cuela entre mi piel, es cálido. Está sumido en un profundo sueño, del que parece que nunca despertará.

Trato de removerme, es inútil. No mueve ningún músculo, sólo su pecho, se ensancha con cada respiración. —Venga, Kook.

Su única respuesta es arrugar el entrecejo, sus largas pestañas me producían cosquillas en el abdomen, cuando finalmente, el frío comenzaba a disiparse.

Es una piedra.

Una jodida piedra cálida.

—Duerme. —Murmuró entre sueños, su voz es adormitada. Pero, el móvil sonó, una alerta de llamada y el centésimo descuido que olvidaba, Taehyung.

No tenía noción del tiempo. Debería estar en una cita... En una cita con mi novio. Ese es el detalle que certificaba la manipulación emocional de mi subconsciente hacia mis actos.

<<Lo haces por despecho>>.


Y ese despecho tenía nombre y apellido. Es más, se encontraba durmiendo sobre mi, como si hubiese ingerido un porro de morfina en polvo.

—Carajo.

El celular se silenció y su pantalla se colocó en negro.

Prometí que estaría ahí...

Volvió a sonar. El tono me exasperaba.

—No contestes—. Su cuerpo se ha enderezado, me detengo de tomar el móvil. Mierda, me había dado un susto monumental, que olvidé la parte posesiva de esas palabras.

Dispara una vez más.

—Te has despertado—Trato de disimular, sé que Jeon me ha escuchado y a esa tonalidad repetitiva del móvil—. Debo irme...

—¿Con él?, ¿Te irás con Kim?—. Sus manos han peinado parte de sus cabellos adheridos a su frente debido al calor, no, simplemente no podía ver su rostro sin sentirme una perra—. Me lo imaginaba.

Me ha cortado, sus palabras son pesadas, como plomo rígido. Pero, sobre ello, aún continúa mirándome, escaneándome. Y es por esa mirada firme que no debería callar el desagrado que llevo estancado desde hace semanas.

—¿Hay algún problema?

Tenía valor de encararlo, comenzaba a encabronarme. No tenía la necesidad de reprochar mis acciones, aún cuándo él se alejó de mi por la pelirroja, Chae.

—Estás aquí—, su tono de voz pertinente me eriza el cuerpo. Y su repentina cercanía me ha provocado escalofríos en la columna—. Conmigo, en mi jodida cama. ¿Qué derecho tiene él a involucrarse entre nosotros?

SEXUAL GAME  ⏐  J. Jungkook Where stories live. Discover now