ᴛʀᴇɪɴᴛᴀ ʏ sᴇɪs

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Bien, creo que no podré sacar esa imagen mental de mi cabeza. Fue un estúpido beso de cinco segundos, pero me dolió como miles de hormigas picando las zonas más sensibles de mi cuerpo.

Comenzaba a creer que tenía cierto fetiche hacia su color de cabello. Es pelirroja ¿Y qué tiene? Quizá sea la manera más monótona de calificarla. Pero sus ojos jade tampoco salían de mi mente, maldita sea, Chae Ha Neul.

Busqué en Internet maneras de superar rupturas amorosas. Pero, vamos; Jeon y yo no llegamos a ser una pareja estable. Ni siquiera podía afirmar que fuésemos una pareja. Empezaba a entender esas novelas de romance y despecho. ¡Qué casualidad! Taehyung me regaló una hace horas.

Es triste, estaba en la estabilidad de mi cama, deprimiéndome.

Uh, un mensaje.

«¿Cómo estás? Siento no hablarte seguido. Estuve algo ocupado».

¿Ocupado? Amas mentir, ¡Y eso me cabreó más!, lancé el celular contra el animal de felpa rosa en una esquina. Lo odiaba.

Era una gran maraña de emociones encontradas. Mis ojos se llenaron de lágrimas.

De una u otra forma, me sentí usada, un objeto de venganza, ¡cuán estúpida pude ser para seder ante él! Me tenía ilusionada, y mi lado masoquista lo amaba; amaba cuando me tocaba, amaba la manera en la que me hacia sentir suya.

Pero que patético suena eso ahora. No puedo definir un tiempo presente, estoy jodida. Me he acostumbrado a usar muy poco las palabras e inclusive me niego a llorar.

Pero quería hacerlo, sentía necesario desahogarme. Fue un golpe bajo, causaba estragos en mi pecho y no me permitía cerrar los ojos, pues cada que lo hacía, estaba esa asquerosa escena atormentado mi cabeza.

Más allá de ese beso, mi imaginación me jugaba malas pasadas, me los imaginaba follando en su cama...

Y recordé las palabras de Hyun: Jungkook nunca trae mujeres a la casa. Pues que cegado estás, pudieron haberse revolcado en la cama en la que duermes, y tú simplemente... ¡Ahg! Imbéciles, él y su hermano.

No obstante a ello, tenía recelo. Recordar momentos juntos hacía que mi pulso se acelere.

Vale, no lloraría... Me basta con lamentar mi inminente estupidez y creer que verdaderamente él estaría enamorado de mi. Al diablo, me enamoré de Jeon Jungkook.

Estaba enamorada de un cretino. E insistía en aferrarme a él.

Entonces, tuve una idea descabellada. Tan poco ético que me causaba incomodidad, pero, ¿y sí hacía que Jeon vuelva a mis brazos? Podría salir con alguien, restregárselo en su cara.

Ah, ¡no!, que retrógrada. De ninguna manera.

Es la hora de llorar y creo que sólo me tocaba resignarme.

Encendí el cigarro, este iba a ser el primero que consumía en toda mi vida. Que más dá. Será el primero y último.

Puedes irte a la mierda Jeon Jungkook.

[ … ]


Tengo impaciencia. Listo, ¡ah! Y hambre.  Oh, la maldita media hora de calificaciones es tardía, y la goma de mascar diluyéndose en mi boca hacía una mierda la clase de matemáticas.

¿Qué seguía? Claro, mi gratificante café caliente para abrigar mi pulso y un trocito de pan clásico al estilo francés. Tenía la tarde planeada. E incluso, me tomé la libertad de hacer una playlist para empezar ese libro que Taehyung me regaló. Kim, gracias. Con seguridad lloraría un poco.

SEXUAL GAME  ⏐  J. Jungkook Where stories live. Discover now