Capítulo 9

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-Así que, puedes guardar esa oferta para cualquier otra persona que realmente la necesite, el mundo está lleno de gente sin empleo, lamentablemente.

Sin dejarme opción a elegir, Bryan tomó la tarjeta que me había entregado Adam de mis manos haciendo que el roce de nuestros dedos me diera escalofríos y se la regresó frente a la mirada sorprendida de todos los presentes. La sonrisa que había mantenido el rostro de Adam se borró, el hombre lucía sorprendido tanto o más que yo.

Mis ojos buscaron los de Bryan y cuando los encontraron quedé petrificada por ese azul zafiro, quería preguntarle por qué se había tomado ese atrevimiento, por qué razón se metía donde nadie lo llamaba, pero mis palabras se quedaron atoradas en mi garganta, cada vez que me miraba terminaba bajo su hechizo, pero esta vez todo parecía ser aún más profundo, como si me retara a desafiarlo, a contradecir lo que acababa de hacer. Como si la cosa dejará de ser solo algo que mi mente proyectaba.

El sonido agudo de una voz chillona nos sacó de nuestro breve pero intenso estado de enajenación.

-Bray, aquí estas -dijo Melania con la sonrisa más roja que había visto en mi vida, creo que su cara pesaba unas veinte toneladas más con todo ese maquillaje- disculpen la interrupción muchachos -dijo obviando el hecho de que Coni y yo estábamos dentro del grupo de gente y no éramos muchachos, saludó a todos mientras a mi me dio un repaso despectivo y un agitamiento de mano, era patética ¿Cuántos años tenía para hacer estas cosas?

-Bryan ellos son Greison y Harry, socios de la empresa WorldBest Asociados ¿Puedes venir un momento por favor?, es realmente importante.

Luego de decir esto me miró nuevamente con una sonrisa falsa en los labios, al parecer no le gustaba que la atención de lo que iba de la noche me la estuviera llevando toda yo. Sus miraditas no me incomodaron, pero lo que sí hizo que me llevara el diablo fue que pusiera su asquerosa mano en el hombro de él y que le diera un apretón. Esa cercanía me confirmaba que eran amigos, o al menos había cierto grado de confianza en ellos, no era la primera vez que la bruja lo tocaba y eso sí que me enfermaba.

Luego de un rato, Bryan asintió con la cabeza y se acercó a mi para hablarme haciendo que mis ojos dejarán de prestarle atención a la rubia diabólica de labios rojos.

-Te espero el lunes en la empresa, cuando salgas del colegio mandaré a alguien a que te recoja, solo para asegurarnos de que llegues -dijo en un tono de voz que no admitía réplicas y luego se fue con Melania a ver a esos hombres mientras yo aún sentía las piernas temblar ¿Estaba pasando enserio, cierto? Porque aún me costaba creer esto.

-Pues..., bueno, avisame si alguna vez decides que quieres lo contrario -dijo Adam guardandose la tarjeta nuevamente mostrando una fingida sonrisa.

-Yo..., gracias Adam, discúlpame -Estaba pidiendo disculpas y ni siquiera sabía porqué.

-Mía no te disculpes, Adam entiende. No puedo creer que vayas a trabajar en la empresa de papá -Coni estaba que saltaba de contenta, al parecer la sorpresa de lo que acababa de pasar se había esfumado de su cara dando paso a la alegría, estaba efusiva- me quedo tranquila de que ahí te pagarán bien y dejarán que termines el bachiller, en unos meses nos graduamos y será indispensable que rindamos bien todo. ¡Ay, Mi, Estoy feliz! -me abrazó fuerte y solo pude sonreír con ella. Nadie mencionó nada más. Busqué con mis ojos a Bryan, estaba hablando con más gente, al parecer había varios interesados en auspiciar, todo estaba saliendo bien.

A su lado estaba la zorra esa, pegada a él como si tuviera algún derecho. Eso solo hacía hervir mi sangre.

-Ven, celebremos que ya has encontrado empleo y que yo ya he presentado a Brad -mi amiga nos tomo de las manos a mi y al novio, quién se reía negando con la cabeza y «obedecía» y nos fuimos, solo alcancé a saludar a Adam con la mano y una sincera sonrisa. Nos acercamos a las mesas que contenían aperitivos, según el timetable en un rato servirían la cena. Pero la verdad es que a mi el apetito se me estaba yendo.

Escandalosa tentaciónWhere stories live. Discover now