Capítulo 15

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Salí del colegio desganada. Después de la vergüenza que había pasado ayer y de mi lado psicópata recién descubierto lo último que quería hacer era presentarme al trabajo. Se me hacía raro que Bryan no me hubiera despedido ya, aunque mejor no cantaba victoria, quizá planeaba hacerlo ese día.

Llegué minutos antes a la empresa y después de vestirme con la ropa de trabajo, almorcé algo rápido.

Ojalá pudiera quedarme encerrada aquí. Pensé.

Me interrumpió Maurice cuando entró a la oficina a las apuradas.

-¡Mía, hola! Qué bueno que estés aquí -dijo con entusiasmo, así que supuse que su amigo no le había hablado del papelón de ayer o de mi posible despido.

-¡Qué halagador!, me gustaría tener el mismo entusiasmo, pero no eres tan genial -le dije burlándome de su enérgico saludo.

-Y tú tampoco, siento desilusionarte. La reunión de esta mañana se pasó para -miró su reloj- ya. Así que necesito que lleves las carpetas con la información de los planes de las obras para que la gente de Donovan tengan una idea de lo que se les pide en cuanto a materiales. Ese es el motivo de mi alegría, que estés aquí para hacerte cargo. Ahora muevete -dijo guiñandome un ojo mientras se aproximaba a salir.

-Claro, para eso sí que soy genial ¿No?, enseguida las preparo.

-Buena chica.

Una vez tuve todo listo, caminamos hasta la sala de conferencias, que aún estaba vacía y coloqué una carpeta frente a cada lugar. Para cuando hube terminado ya se escuchaban las voces de las personas acercándose, en especial la de Smith. Cerré los ojos y suspiré. Me tocaba hacer de tripas corazón y tener que verlo. Bryan era como ese postre delicioso que una sabía que no se podía comer porque engordaria y la bikini no te entraría y luego te verías fea y ningún otro te querría. Aunque en este caso no me importaba engordar si a él no le importaba dejarse comer...

Ni bien entraron los hombres se fueron ubicando en las sillas mientras yo permanecía a un lado tratando de resultar lo más invisible que posible, no quería generar contacto visual con Bryan.

-¡Mía! Al fin te veo nuevamente... -Me saludó Adam, había olvidado que él formaba parte de la empresa de Donovan Asociados, había sido él mismo quien me había ofrecido un puesto en ella tiempo atrás.- Aún sigues aquí, muy bien por ti, aunque con nosotros te iría mejor.

Me sonrió y me quedé mirando sus blancos dientes. Le devolví la sonrisa, la verdad era que me caía bien. Siempre había sido muy amable y simpático conmigo.

-Qué bueno verte de nuevo Adam. Y sí, aún sigo aquí -sonreí y me reservé el comentario en dónde le explicaba que mi puesto posiblemente pendía de un hilo por estar colada por mi jefe y haber hecho un sin fin de estupideces a causa de eso. ¿Tendrían aún un puesto para mí en su empresa?

Como la reunión ya iba a empezar decidimos terminar la conversación ahí. Él tomó asiento cerca del mío. Cada uno de los presentes abrió las carpetitas y Maurice comenzó a hablar.

A pesar de las ganas que tenía de ver a Bryan no lo hacía, me había propuesto dejar de acosarlo y cuanto más al pendiente estuviera de él más obsesionada terminaría. Traté de prestar atención y centrarme en cualquier otra cosa. Maurice explicó el proyecto, los tiempos y los tipos de materiales que se necesitarían, los que eran casi todos ecológicos. Al final de la reunión me tocó explicar en detalle el Gantt que había hecho ayer para que quedara claro la prioridad de la realización de las cosas y por ende la importancia de que nos llegara todo a tiempo.
La reunión duró una hora más o menos y se logró terminar de cerrar el acuerdo.

Escandalosa tentaciónWhere stories live. Discover now