Capítulo 20

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Seguí besando su boca hasta que decidí que ya habíamos tenido demasiada suerte de que aún nadie hubiera entrado y nos hubiera encontrado con las manos en la masa.

-Bryan, debemos salir de aquí antes de que alguien abra esa puerta -le dije y mi mirada paseaba de sus ojos a su boca. Joder, quería seguir besándolo.

Él se quedó mirándome y dando un suspiró se separó de mí.

-Voy a salir de aquí. Tú saldrás detrás de mí, ¿sí? Te veo fuera.

Antes de que se diera vuelta para dirigirse a la puerta lo tomé del brazo impidiéndole que se vaya.

-Ven aquí si no quieres tener que explicar porqué tienes brillo en los labios -sonreí mientras le pasé uno de mis dedos para limpiarle los restos de mi propio maquillaje de su boca. Ser consciente de aquello hizo que mi sonrisa creciera. Me había dado el lote con el hombre de mis sueños. Si por mi fuera le dejaría la marca de mi labial de sabor frambuesa para que todas las que estaban allí afuera supieran que ya había alguien que besaba esos labios. Pero decidí que era algo machista y que mearlo sería lo mismo solo que con menos clase así que desistí y lo limpié.

-¿Ya? -preguntó con el ceño fruncido y una sonrisa a medias.

-Listo. Has recuperado tu masculinidad -sonrió al escuchar aquello-, pero no cantes victoria que no será por mucho tiempo.

-Me voy -se dirigió hacia la puerta mientras se acomodaba la corbata- ah, y Mía..., deshazte de ese idiota como sea.

-Está bien -revolee los ojos y resoplé para que supiera que ya me había quedado claro que no me quería cerca de Erik.

Cuando se fue me lavé un poco la cara y me acomodé el vestido y el cabello. Una vez que estuve presentable nuevamente salí del baño.

La velada transcurrió con total normalidad, le metí a Erik cualquier excusa y me alejé de él. Me dediqué a quedarme cerca de Maurice y de Bryan haciendo «relaciones públicas» con el resto de los invitados, pero estaba muy distraída. Solo podía pensar en lo que había pasado en el baño minutos antes. Lo único que quería era que fuera la hora de salir de allí para volver a besarlo.

Melania y Juliet estuvieron haciendo lo mismo que Bryan, hablar con posibles futuros clientes. Juliet conocía a varias personas de la empresa en donde ella trabajaba, «Eco». Se me hacia raro que le diera el tiempo para estar en la suya y en la de Bryan ¿quién disponía de tantas horas?

En las conversaciones me enteré de cómo iba el proyecto en el que ahora estaba trabajando Bryan, el hotel que estaban construyendo para King's hotels. Seguramente tardarían bastante tiempo, Bryan hablaba de cosas muy técnicas que solo entendían él y los que se movían en esa materia. Estaba bastante aburrida allí sin Coni y sin nadie con quién hablar. Pero el evento tenía que estar casi terminando y caí en cuenta de la hora cuando comenzó a sonarme el móvil. Era mi madre.

-Mamá ¿Qué sucede? -respondí al primer repique. Sí, tanto era el aburrimiento que hasta hablar con Sarah era una buena opción en esos momentos.

-Mía, son las 2:30 de la madrugada ¿A qué hora piensas llegar? No me dijiste que ese evento te llevaría tanto tiempo, estaba preocupada. -Su voz se oía rara ¿Estaba enfadada?

-Lo siento ma, no me di cuenta de avisarte, de igual modo no imaginé que tardaría tanto tiempo. Supongo que debe estar por terminar, ya hemos cenado, bailado...

-Mía, no llegues tan tarde, se te está haciendo costumbre y sabes que aquí es peligroso. A Charlie le han intentado robar en el negocio el otro día -No se cómo hacía ese bueno para nada pero siempre tenía que estar en las conversaciones hasta cuando no estaba presente. Decidí ignorar ese comentario, no me interesaba nada la seguridad de ese cretino.

Escandalosa tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora