Capítulo 30

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—Pasado mañana regresa Bryan, deberíamos tener la lista de los últimos materiales confirmada. El lunes va a querer darse una vuelta por el hotel en construcción para ver cómo va —Me dijo Maurice mientras yo tipeaba en la computadora la dichosa lista.

—De acuerdo, está hecha. En seguida te la envío.

Bryan y su viaje express con Juliet para retirar el dichoso certificado en el que constaba que habían ganado el concurso de Nueva York...

Aún me dolía que hubiese sido ella la que lo había acompañado hasta allí. Entendía que así había tenido que ser porque había sido ella quien se había ocupado de todo para que finalmente se les reconociera que habían ganado y que había habido un fraude. Lo que no habían podido demostrar era la relación del fraude con Eco. Los bastardos, que estaba segura de que eran culpables, se habían salido de rositas. De todas formas la empresa había ganado un premio importantísimo y aquí todos estábamos felices.

Aunque yo no tanto. Había pasado poco menos de dos semanas desde que había estado con Bryan por última vez.

Luego de ese día, el tiempo tomó la velocidad de la luz. Al día siguiente recibieron una llamada desde Nueva York y Bryan tuvo que irse. Casi como si fuese un viaje de luna de miel, de tres días, pero viaje a solas de todos modos. Cuando me enteré de que Maurice no iba a ir, la sonrisa que había tenido a causa de la victoria de Bryan se había borrado.

Juliet se pasaba todo el tiempo encima de él y la verdad era que me estaba costando muchísimo que los celos no comenzaran a asomarse.

No podía dejar de pensar en lo que le había pasado a Coni, ni dejar de relacionarlo con mi situación actual.

El idiota de Brad había terminado yéndose de fiesta con su grupo, estando peleado con mi amiga y se había ido a la cama con la misma chica de la que Coni estaba celosa.

Todo había saltado a la luz cuando de repente, Brad dejó de ignorarla y comenzó a buscarla olvidando que estaba «enojado», estaba raro, más atento, más cariñoso y Coni sabía que no podía haber pasado de estar enojado e ignorarla a ser el novio del mes de la noche a la mañana. Comenzó a sospechar que algo pasaba y empezó a indagar.

No le fue muy difícil llegar a la verdad. El chico tenía tanta culpa que terminó admitiendo todo cuando ella se lo preguntó directamente.

Le había dicho que había estado borracho y que cuando se levantó al día siguiente no recordaba absolutamente nada. Solo sabía que le había sido infiel porque amaneció desnudo y al lado de la otra. Incluso le confesó que había planeado no decirle la verdad por temor a perderla. Le juró que la amaba, que solo se había confundido y que eso había servido para darse cuenta de que la amaba, a pesar de los problemas que habían estado teniendo, y de que quería estar con ella para siempre.

Desde que habían terminado se había cansado de llamarla por teléfono. Incluso me había intentado contactar a mí a través de las redes sociales para que le diera información sobre ella. Tuve que decirle que la olvidara, porque no creía que lo fuese a perdonar y que por favor la dejara tranquila. Lo que habían tenido era historia y era hora de que lo fuera aceptando.

Bryan no sabía nada. Coni no había querido contarle que habían terminado la relación porque sabía que se cabrearía y no estaba para aguantar a su parte.

Sin embargo, él había comenzado a sospechar porque por más que ella disimulara estar de ánimos, la tristeza se le notaba. Había llegado a preguntarme a mí si sabía qué era lo que le estaba preocupando a Coni y yo había tenido que decirle que estaba estresada por los preparativos para la Universidad. Era una excusa creíble porque solo nos quedaban unas pocas semanas para empezar y desde que había terminado con Brad, Coni había dedicado sus energías exclusivamente a esos asuntos, incluso había pensado en anotarse al grupo de animadoras.

Escandalosa tentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora