Mate Del Alpha.

CAPÍTULO 83 (2)

||EVAN||

Al llegar a la planta baja Abraham me suelta y noto cómo se encuentran varios hombres tomando medidas a mi padre y Beta.

— Un gusto Alpha, somos ayudantes de la Señora Grant —dice uno de ellos mientras estrechamos la mano—¿me permitiría tomar sus medidas?

— Claro —respondo con el ceño fruncido. Actúa como un omega asustado.

Con un chasquido de dedos, acercan un bolso hacia él, de ahí comienza a tomar cintas para medir y otras cosas que no tengo ni la menor idea de lo que son.

Ellos terminan de inmediato, solo hacen preguntas sobre el color que preferiríamos para el traje, el moño, que arreglos queríamos en nuestra vestimenta y cosas así.
Los invite a un trago mientras esperábamos a la señora Grant y mi princesa, pero estas estaban tardando demasiado. ¿Qué tanto puede demorar tomar sus medidas?

— Iré a ver si ya han terminado —anuncio antes de salir del salón.
Subo rápidamente las escaleras y al estar en el pasillo veo que la puerta aún esta cerrada, escucho sus respiraciones tranquilas y trato de distraer mi mente para no escuchar su conversación; aunque logré escuchar algo sobre telas, cosa que no entiendo para nada.

Después de minutos que me parecen eternos, la puerta es abierta y de esta sale Anne. No espero ni un segundo más y corro dentro de la habitación hacia mi Alysa.

— ¡Por fin! —exclamo embriagándome de su maravillosa fragancia.

— Evan eres un exagerado, no me fui durante 10 años —dice haciendo que levante mi rostro, quedando frente a frente.

— Estuve lejos de ti y mis cachorros durante tres horas, a mi me parece mucho.

TOMÉMOSLA AHORA –ruge la bestia y no puedo negar que quiero hacerlo.

Beso fugazmente sus labios tomándola por la cintura y su olor a excitación llega de inmediato a mis fosas nasales.

— Todos se encuentran en el comedor, pero no les importará que no lleguemos para la comida —sonrío y veo el deseo en sus ojos. Nunca me cansaré de repetir cuanto me encanta esta mujer.

— Cariño tenemos invitados —noto como lucha contra sus deseos y eso lo hace más excitante.

– Usa métodos persuasivos...

Hago caso a mi Lobo y sin responder nada ante su anterior comentario, llevo mis labios hacia mi marca, es un punto de debilidad para ella y un punto a favor para mí. Impregno mis labios en aquella mordida que hace un tiempo le di y siento como su respiración se acelera invitándome a continuar.

— Los malditos invitados pueden esperar —beso ferozmente sus labios y el delicioso sonido que emite su boca me vuelve loco.
La tomo por sus delgadas piernas y la cargo logrando que enrolle estás en mi cintura. Cierro la puerta con pestillo para que ningún oportuno aparezca y con cuidado la llevo hacia la cama.

Reparto besos por su cuello hasta llegar a el escote de su vestido, sus pechos crecidos se ven demasiado tentadores, pero trato de controlarme, no debo ser muy brusco si no quiero lastimarla.

— Evan...

Mi nombre sale de sus exquisitos labios en un jadeo y no puedo más, arranco su vestido de un solo tirón y me deshago de su ropa interior al igual que de todas mis prendas.