Mate Del Alpha.

CAPÍTULO 99 (2)

||EVAN||

Acaricio suavemente la espalda de Alysa mientras la veo dormir y la escucho balbucear. El sueño abandono mi cuerpo desde hace unas horas y no he podido reconciliarlo.

— Hablas mucho mientras duermes, mi Luna —susurro apartando el cabello de su rostro.

Continuó acariciando su espalda sutilmente y me detengo al escuchar un gemido.

— Shhh —acaricio su cabello y trato de enfocarme mis sentidos en algo que no sea ella.

— Evan —gime y siento que mi bóxer explotará.

— Alysa —la sacudo suavemente con la intención de despertarla y cuando lo hace me mira sorprendida.

— Me encanta ser el dueño de tus fantasías, pero si sigues gimiendo mi nombre en tus sueños yo no voy a contenerme —aclaro mi garganta y me levanto alejándome de ella— dormiré en la sala, si necesitas algo solo llámame.

– Tonto, debiste aprovechar esa oportunidad...–me reprocha mi Lobo.

— Si, lo siento —susurra y cubre su rostro enrojecido con la sábana.

Salgo de la habitación rápidamente y me acuesto en el sofá, prendo la televisión y busco algún programa que busque distraerme, casualmente a esta hora todo es sexo. Como siga viendo algo así terminaré explotando o tomaré a Alysa sin importarme sus condiciones.

Dejo un programa infantil que logra distraerme y poco a poco la música que ponen me va haciendo dormir.

— Evan —escucho a Alysa llamarme y de inmediato me levanto. Corro hacia la habitación y la veo tendida en la cama.

— ¿Qué pasa cariño? —pregunto nervioso.

Esa mujer altera todos mis sentidos y el solo verla me pone fuera de control.

— Quédate conmigo, no puedo dormir si no estás aquí —suplica mirándome a los ojos.

— Bien, iré a apagar el televisor —la veo asentir y salgo de la habitación.

Camino hasta la pequeña sala y apago el televisor y las luces, regreso a la habitación y me acuesto en la cama esperando a que Alysa salga del baño para apagar las luces.

— Gracias por quedarte —susurra abrazándome.

Sé que es una vil mentira el que no puede dormir sin mí, pero no se lo negaría.

— No tienes por qué agradecer princesa —susurro acariciando su cabello.

Ambos nos quedamos en silencio y cuando estoy reconciliando el sueño Alysa se mueve despertándome.

— A la mierda las condiciones —gruñe y besa mis labios con fiereza mientras sube a horcajadas sobre mí.

Sorprendido la tomo por las manos y con mucho esfuerzo la alejo de mí.

— ¿Estás segura de querer hacer esto? No quiero que vayas a reprocharmelo después....

— Estúpido Lobo quiero que me hagas tuya toda la noche —gime encendiendo todo mi cuerpo— ¿Qué más quieres que te diga? ¿Qué te explique cómo hacerlo? —pregunta frustrada y la cargo dejándola debajo de mí.