CAPÍTULO 91 (2)

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||EVAN||

Cuando ambos cachorros han sido alimentados y mi princesa se encuentra descansando, tomo a los cachorros con cuidado y salgo de la habitación sin hacer ruido. Sé que fue agotador para Alysa y no me gustaría para nada despertarla, se merece un largo descanso.

Una gran sonrisa ilumina mi rostro y cuando las puertas se abren frente a mí, los ojos de mis amigos y padre se iluminan.

— Los tres están bien —anuncio y me acerco para que puedan ver a los pequeños.

— Felicidades hijo —susurra mi padre y me abraza por los hombros.

— Son demasiado lindos —susurra Leslie.

— Si, felicidades, a ambos —susurra Doth.

— Adiós a tu antigua vida —murmura Abraham— estos cachorros traerán alegría a este lugar.

— Así es, la vida de todos aquí cambiará gracias a estos cachorros —dice papá mientras carga a uno de ellos.

Sin quererlo, una vez más lágrimas de alegría salieron de mis ojos mientras miraba al pequeño en mis brazos.

Desde que Alysa llegó a mi vida, todo ha cambiado y ahora puedo decir que gracias a ella, soy un mejor hombre.
Recuerdo cuando solía decir que ninguna mujer me haría experimentar verdadero amor, de ese que papá me hablaba. Solía decir que nada ni nadie me haría cambiar, pero ahora esa preciosa humana que encontré en el bosque ha cambiado todo en mí.

[...]

— Te toca —murmura Alysa cuando uno de los cachorros comienza a llorar.

— Quien tiene que darle pecho eres tú —me quejo recibiendo un golpe en mis costillas por parte suya— Está bien cariño, ya voy.

Ese largo descanso que mencione no fue posible, los cachorros lloraban por la atención de su madre y tuve que despertarla.

Me levanto de la cama y camino hacia la cuna de los cachorros, tomo en brazos al pequeño Axel y su llanto disminuye.

— Tranquilo cachorro, mamá ya te dará pecho —susurro— sus tetas son deliciosas, ¿no? Pero son mías, sólo te las estoy prestando por un tiempo.

— Eres un idiota —dice entre risas.
Me acerco a ella y le extiendo al cachorro.

Veo como baja uno de los tirantes de su blusa dejando uno de sus pechos expuestos, los cuales se encuentran más grandes de lo normal y no me ayudan en mi auto control. Es como estar frente a las puertas del paraíso y que te prohíban la entrada. Es cruel.

— Deja de mirar como si fuera la primera vez que vez unas —levanto la vista hacia sus ojos y me mira divertida. Se le ve cansada, pero aún así no pierde la oportunidad para mofarse de mí.

— Si que tenía hambre —digo al ver como toma pecho el cachorro.

— Si, este pequeño es muy comilón, no se a quien salió —una carcajada sale de su boca y me contagia.

Ahora que si puedo decir que lo tengo todo en la vida.

[...]

Los días han pasado, la doctora nos explicó un poco sobre la condición de Alex y prometió investigar más para ver si podía encontrar otra cosa que necesitáramos saber. Nuestro cachorro no es un Alpha ni tampoco un humano, al parecer ambos genes se fusionaron dando origen a un nuevo gen. La doctora por el momento lo llama hibrido, pero no sabemos mucho sobre esta condición.

Alysa y yo nos hemos convertido en un gran equipo al tratarse de los cachorros, hemos encontrado la clave para manejar las situaciones de cuando ambos tienen hambre; no dejaría que los cachorros exprimieran a mi pobre mujer. Ahora mismo ella se encuentra durmiendo, yo por mi parte voy a trabajar.
Alysa y los cachorros duermen tranquilos, mis problemas fueron resueltos y no tengo otra cosa más que hace que trabajar.

Mate Del Alpha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora