Mate Del Alpha.

CAPÍTULO 102 |✔

||ALYSA||

El aire fresco de la mañana impacta en mi rostro y el delicioso aroma a bosque inunda mis fosas nasales.
Veo el cielo colorido pasando por el amanecer y como mi abuela solía decir, me alimento de la energía del sol.
Inhalo y exhalo sintiendo la paz que me transmite el exterior correr dentro de mí y me sorprendo al sentir unas manos sobre mi cintura.

De inmediato reconozco que es Evan, no porque me haya dicho algo, si no por los besos que deja sobre mi mejilla, besos que van descendiendo a mi cuello y que conozco más que nada.

— Lo siento, vine a ver a los cachorros y el paisaje me distrajo —susurro y siento como recarga su mandíbula sobre mi hombro.

Hemos estado en su despacho desde muy temprano, ya que el día de Evan comienza desde las 5 de la madrugada cuando sale a correr con algunos miembros de la manada para reforzar su lazo y mantenerse en forma. Después de esto toma una ducha y va a su despacho para trabajar.

— Me preocupe cuando no llegaste, pensé que algo había pasado contigo o los cachorros —susurra y pongo mis manos sobre las suyas.

— Si algo le pasara a mis cachorros mi grito se escucharía hasta el otro lado del mundo, tenlo por seguro —bromeo haciéndolo reír.

— Te creo —susurra y besa mi mejilla para después cargarme y llevarme dentro de la habitación— amas a esos pequeños tanto que no lo dudo.

— Además tú Lobo lo sentiría ¿no? —pongo mis manos sobre sus hombros y una sonrisa curva sus labios.

— Si, pero ese Lobo no está muy consciente de lo qué pasa ahora —ríe.

— ¿Acaso está enfermo? —pregunto y mi ceño se frunce— ¿se encuentran bien?

— Lo hablaremos si prometes que mi respuesta no afectará en nada esto —responde señalando mi abrazo.

¿Qué haz hecho ahora Lobo?

— Bien, lo prometo —respondo después de haberlo pensado algunos segundos.

— Está bien —suspira— digamos que ese Lobo quiso jugar sucio y ahora paga las consecuencias.

— No aclaraste nada, ¿qué fue lo que hizo? —pregunto exasperada.

— El otro día... —lleva su mirada hacia el suelo y lo tomo del mentón levantando su rostro.

— ¿Qué fue lo que hizo ese Lobo? Prometí que no iba a molestarme, puedes decírmelo —le doy mi mejor sonrisa y puedo sentir su pulso acelerado.

— El otro día mientras hacíamos el amor impregnaba más su esencia en ti y trataba de hacer que necesitarás más de nosotros para que estuvieras pegada a nosotros todo el día pero creo que le salió mal y parece estar embobado contigo —responde demasiado rápido que no logro comprender mucho de lo que dice.

— ¿Ah?

— Intentó hacer algo para que necesitarás estar pegada a nosotros todo el día, pero no salió bien y ahora es un lobo perdidamente enamorado de su Luna que parece estar embobado con ella —responde más calmado.

Dios, ¿por qué mi relación no puede ser normal? ¿Por que ese problema no es algo normal?

— ¿Y se puede arreglar? —pregunto al cabo de algunos minutos de silencio.

— No lo sé, he estado investigando pero no encuentro respuestas —responde nervioso.

— Tranquilo, cuando terminemos con todo te ayudaré a solucionar tu problema —suspiro y me abraza besando mis mejillas— pero, deberás controlar a ese Lobo.