Capítulo 8

642 60 5
                                    

La más clara señal de que el día de hoy sería un desastre era contemplar los pequeños pedazos de lo que antes era un mapa. Nos quedamos por un momento contemplando los restos en completo silencio, sin querer pensar mucho sobre nuestra situación.

En muy poco tiempo ese silencio se convirtió en lo que se podría llamar una "discusión de quien tiene la culpa", culpando el uno al otro intentando librarse de la responsabilidad de cada uno. 

-Mira lo que hiciste - dijo frunciendo el ceño.

-¿Lo que yo hice? Esto es tu culpa.

-Es tuya. Si me hubieras entregado el mapa nada de esto habría sucedido.

-¿Por qué tendría que entregarle el mapa a un idiota que seguramente lo perdería?

-¡¿Qué sabes tú?! Si me lo hubieras dado ya estaríamos terminando la carrera.

-¡Seguro! Como eres tan responsable, seguro que estaríamos ya terminando - dije con un tono sarcástico y haciendo énfasis en el "tan".

-¡Cállate! - gritó frunciendo aún más el ceño.

-Ya no vale la pena discutir - dije posando mi mano en mi rostro en señal de estrés - lo que debemos hacer ahora es intentar salir, aún sin el mapa.

-¿En serio, genio? - respondió sarcástico.

-Deberíamos intentar probar los diferentes caminos para encontrar la salida.

-Normalmente no te haría caso, pero es la única forma de salir de aquí - dijo mientras se marchaba hacia uno de los caminos.

-¡Espera! - grité sin pensar para detenerlo.

-Tsk, ¿qué quieres? - se volteó con una cara molesta.

-Lo mejor será que no nos separemos, si lo hacemos podríamos tener problemas.

-¿Te refieres a lo que dijo nuestra querida directora? - se notaba el sarcasmo en la frase " querida directora".

-No, lo que digo es, ¿cómo vamos a avisar al otro que encontramos la salida? 

-¿Para qué tendríamos que avisarle al otro? Que cada quien encuentre la salida solo.

-Escúchame Castiel, normalmente aceptaría tu propuesta ya que no quiero estar contigo - rodeo los ojos al escuchar esto, como si fuera algo evidente - pero estamos en un bosque, debemos trabajar juntos si queremos lograr completar la carrera de orientación - lo miré a los ojos para que comprendiera lo que estaba diciendo.

-¡Está bien! Haz lo que quieras - respondió chasqueando la lengua, como resignado a tener que pasar su día conmigo.

Comenzamos a trabajar juntos, sorprendentemente ambos nos complementábamos muy bien y logramos rápidamente salir del problema del mapa. Al llegar a la segunda etapa nos dieron una lista para encontrar objetos en el bosque.

-Déjame ver la lista - y extendió su mano.

-Toma - debo reconocer que dudé un poco, pero al ver que no intentó quitarme la lista de las manos, supe que estaría bien.

-Deberíamos empezar por la hoja, debe ser fácil encontrar un árbol con hojas grandes.

-Si, creo que recuerdo donde había un árbol grande.

-Espera... ¿Cómo rayos quieren que encontremos "un habitante del bosque"?

-Supongo que no será algo real, seguramente escondieron un animal de peluche o algo así.

-¡Ja! ¿por qué no me sorprende que sepas como piensan los profesores? - lanzó una mirada hacia mí con una sonrisa burlona en los labios.

-¿Será por qué soy lo suficientemente inteligente para saber que no nos pedirían atrapar a un animal de verdad? - dije respondiendo con el mismo tono sarcástico que él había utilizado antes.

-Pff, te lo tienes muy creído - dijo rodeando los ojos.

-Es una broma obviamente - dije también rodeando los ojos.

-¿El delegado haciendo bromas? ¡Seguro hoy será el fin del mundo! - respondió con el mismo tono sarcástico de siempre.

En un momento nos miramos e inconscientemente dejamos escapar una pequeña carcajada. Era tan extraño estar riendo con Castiel, me recordaba un poco al pasado, pero me negaba a revivir lo que sucedió en ese entonces. El ambiente se había vuelto más ligero, como si ya no existiera ese odio entre ambos.

Luego de encontrar los objetos, nos pidieron que buscáramos unas letras en los árboles, las que encontramos rápidamente. Cuando estábamos finalizando la carrera nos encontramos con Lysandro y Sucrette quienes también habían terminado.

-¡Muévete rápido! ¡No quiero perder! - y con la prisa por ser los ganadores, Castiel tomó mi mano y la jaló con fuerza.

-¡Espera! ¿Dónde estás yendo? El camino es hacia allá.

-¡Tomemos un atajo! Si seguimos el mismo camino nunca conseguiremos ganar.

-¡Nos vamos a perder! 

-¡No lo haremos! - al decir esto, siguió jalando con fuerza mi brazo mientras corríamos.

A veces cuando confías en alguien, te das cuenta que cometiste un error. Este era mi caso, Castiel nos había guiado sin tener absolutamente ninguna idea de a donde teníamos que ir, resultado: estábamos perdidos.

-¡Puedes decírmelo! ya me da igual.

-¿Decirte qué? - dije mirándolo.

-¡Que todo es culpa mía! - dijo aparentemente muy irritado.

-No sirve de nada culparte, además también es culpa mía por confiar en ti - dije encogiéndome de hombros.

-Tsk...Odio tener que decirlo, pero... lo siento.

Me quedé mirándolo un segundo, sorprendido. Desde que conocía a Castiel nunca lo había visto pedir disculpas tan honestamente. 

-No importa. Tenemos que salir de aquí, si no salimos pronto va a anochecer.

-Vamos - no dijo nada más que eso y me siguió sin emitir ningún otro sonido.

Al final con ayuda de ambos, logramos salir del bosque antes del anochecer. Al parecer el que nos perdiéramos por un momento pasó desapercibido, todos estaban preocupados por Sucrette y Lysandro que aún no habían llegado.

En el autobús de vuelta, Castiel se sentó de nuevo conmigo sin decir nada. Creí que aprovecharía que había otro asiento vacío, que por cierto era en el que iban Lysandro y Sucrette, para no tener que sentarse conmigo, pero sin siquiera reclamar se sentó a mi lado y comenzó a dormir.

Yo por mi parte intenté concentrarme en el paisaje que mostraba el autobús, pero la presencia de mi compañero de asiento por alguna razón me perturbaba. No entendía porque, o más bien no quería entenderlo.

En el completo silencio del autobús volvimos al instituto.

Al día siguiente todo el mundo estaba hablando de que Lysandro y Sucrette se habían perdido. Pero reconozco que yo no le presté ninguna importancia, mi mente estaba ocupada pensando en los que había pasado con Castiel en la carrera de orientación. 

Sentía que nos estábamos acercando más y eso no era nada bueno para mí. No quería volver a tener que lidiar con el dolor de cuando no me creyó. Sabía que tenía que alejarme de él, pero una parte de mí estaba feliz de volver a estar cerca de Castiel. 

Hasta ahora había podido sobreponerme de eso yo solo, pero no estaba seguro de si lo soportaría una vez más. Los recuerdos del pasado ahora ya no significaban nada para mí, o eso quería creer. 

Quería olvidar todo lo sucedido y hacía todo lo posible por lograrlo, pero los recuerdos venían a mi mente cada vez que estaba cerca de él y lo odiaba. No quería recordar nada de eso, quería fingir que nada de eso había sucedido. 

Sabía que si seguía estando cerca de él, volvería a recordar. Es por eso que decidí alejarme de él lo máximo posible.

     

Te quiero... ¡Te odio! Te amoHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin