Capítulo 37

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POV Castiel

Hace unas semanas ocurrió un incidente que afectó a la mayoría de la clase, yo era indiferente a todo lo que estaba pasando, pero Nath parecía realmente preocupado. El friki había dejado de asistir a clases y gracias a Peggy nos enteramos de que había sido detenido, luego de unos días volvió como si nada hubiera pasado, aunque su hermano rarito parecía afectado. Fue algo que no me importaba en lo más mínimo, todas esas historias de compañeros de clase con algún tipo de problema ya me estaban agotando, por otra parte creo que el delegado de verdad considera al friki su "amigo" y por eso le afectaba tanto, o al menos eso dijo. Sin embargo cuando el friki volvió, no se le acercó ni le dijo nada y eso me extrañó, cuando le pregunté solo dijo que lo mejor en esos casos es dejarlo solo, algo que yo no entendía. El solo recordar como todos hacen cosas estúpidas como esas cansa y me pone de muy mal humor.

Fui a la sala de delegados a buscar a Nathaniel, como siempre. Antes de entrar escuché una voz familiar que se me hacía insoportable, la directora tenía asuntos con el delegado y estaba enojada o eso creí entender por su tono de voz. Por lo que comprendí, el delegado había cometido un error en su trabajo y la vieja lo estaba regañando por eso. Mientras más la escuchaba, más rabia me daba y mayor era el deseo de entrar para defender al delegado, y eso tenía intención de hacer hasta que al verme Nathaniel hizo un gesto para que me fuera, no pensaba escucharlo, solo que su mirada parecía tan desesperada el verme que no pude seguir con lo que planeaba. Esperé, aún enojado, a que la vieja saliera de la habitación para poder entrar y hablar con el delegado, tal vez hasta quejarme un poco, pero el tiempo pasaba y la bruja no salía, me estaba impacientando, movía el pie de forma nerviosa y veía como los pasillos se vaciaban ya que pronto sería hora de nuestra próxima clase. Un momento después de ya casi no ver estudiantes, salió la directora, sin pensarlo le lancé una mirada de odio, algo a lo que en general es indiferente, esta vez me miró por un segundo con extrañeza, seguro no se creía que yo podría ir voluntariamente a la sala de delegados, reí internamente, estaba seguro de que si descubría nuestra relación se volvería loca, se me hizo tentadora la idea.

-Hola delegado. - entré y lo saludé con cara de estar malhumorado.

-Hola... - no dijo nada, estaba concentrado en una montaña de papeles en su escritorio.

-No me digas que otra vez la vieja te dejó más papeleo.

-Claro que no, esto solo es para hacer una escultura de papel, ¿cómo no te das cuenta? - respondió sarcástico.

-¿Te estás burlando de mí? - me estaba enojando.

-Un poco. Ahora no tengo mucho tiempo, tengo que terminar con estos papeles. - parecía fastidiado.

-¿Por qué no te quejas? Yo ya habría mandado a paseo a la vieja esa.

-No sirve de nada, pronto serán los exámenes finales y luego la graduación. Después de eso ya no tendré que ver a la directora más. - lo dijo con tono sereno, como si anhelara que eso llegara. Por un momento sentí algo de inseguridad, los exámenes finales estaban a la vuelta de la esquina y pensar en la graduación, donde todos iríamos por distintos caminos, me hizo pensar ¿qué pasará con nuestra relación? No quise preguntarle en ese momento, tal vez si lo hubiera hecho las cosas serían diferentes.

-Si, tienes razón. - no dije nada más, caminé hacia la puerta con intención de salir.

-Espera. - me detuve. Estaba nervioso por la idea que se había formado antes en mi cabeza, ¿y si habla de eso y dice que lo mejor es acabar la relación? Yo no era así, no me quedaba con dudas y me preocupaba por cosas como esas, cada vez sentía que podía estar menos tiempo sin Nath. Me estaba convirtiendo en alguien extraño. - Quiero que nos reunamos en mi apartamento, el sábado a las diez.

Te quiero... ¡Te odio! Te amoWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu