Capítulo 24

505 54 6
                                    

POV Nathaniel

Ya ha pasado un tiempo desde que volví al instituto. Después de investigaciones y más cosas, decidí adoptar un gato para tenerlo en mi nuevo apartamento, así no estaría solo. Todavía no me acostumbro del todo, es un poco extraña la sensación de llegar allí y no ver a nadie, pero para mi es mucho mejor, ahora puedo hacer lo que quiera sin preocuparme por las apariencias. 

Hoy llegará un nuevo profesor, aún no sabemos como será, lo único que tenemos claro es que se ocupará de la clase de ciencias. No estaba muy preocupado, las ciencias no son algo que me apasione, sin embargo soy bueno en ello. 

Me dirigí hacia el aula de ciencias sin mucho interés por la clase. Por el camino varios alumnos comentaban y especulaban sobre cómo sería el profesor nuevo, no les presté mucha atención, después de todo no me importaba mucho. Llegué al aula y cuando me dispuse a entrar, una mano me tiró del brazo y me jaló hasta el aula vacía que se encontraba al frente. 

Me sorprendí cunado sentí que alguien me arrastraba hacia atrás, incluso intenté librarme del agarre, inútilmente. Al entrar en el aula pude ver con claridad quien era, y por alguna razón esta vez no me sorprendí de ello. 

-¿Qué quieres? - lo miré fijamente. Su expresión me decía que estaba enojado por algo, aunque yo no sabía por qué. 

-¡¿Me puedes decir por qué me estás evitando?! Llevas ya unos días desde que volviste y no me has dirigido la palabra en todo este tiempo - me sorprendió la razón de su enojo, creía que a él no le interesaba en lo más mínimo si hablábamos o no. Siempre que lo veía en los pasillos ni siquiera me miraba, además de que usualmente había personas alrededor y no podía hablarle con libertad porque todos hacían un escándalo.

-Bueno, siempre que nos cruzábamos en los pasillos habían muchas personas y no nos encontramos en sitios apartados. - no entendía por que estaba tan preocupado por eso, siempre que lo veía parecía estar bien sin hablar conmigo.

-O-oh, bueno. No importa. -parecía desconcertado por mi sinceridad. Desde que conseguí mi libertad podía ser honesto sin preocuparme, por lo que no mentiría ni sería hostil, además él fue quien me ayudo con mis problemas.

-¿Si me necesitabas por qué no fuiste a la sala de delegados? Sabes que estoy ahí casi siempre. - no entendía su actitud, ahora estaba nervioso por mi actitud.

-N-no...bueno, es que no creí que seguirías haciendo ese trabajo después de tu cambio de actitud. - estaba avergonzado, lo podía notar fácilmente. Creo que no esperaba que fuera tan directo.

-No es que haya cambiado, esta siempre ha sido mi personalidad, es solo que ahora no tengo que aparentar. - hice una pequeña pausa para recordar mi antigua actitud, todas las veces en que me contuve y sufrí esas humillaciones sin poder defenderme. 

-¿Estás bien? - comprendió que algo no iba bien y puso su mano en mi hombro en señal de apoyo. Me sorprendió un poco, sin embargo estaba feliz. Esbocé una pequeña sonrisa mirándolo.

-Bueno, eso ya no importa. Deberíamos irnos, la campana sonará en cualquier momento. - fui hasta la puerta y puse mi mano en la manilla. Antes de poder abrirla una mano me sujetó y sentí su respiración en mi nuca. Mi corazón se aceleró.

-Nath - me llamó por mi nombre susurrando en mi oído. Abrí mis ojos en  señal de sorpresa. - Yo... la verdad - antes de terminar su frase la campana sonó ruidosamente.

Me soltó. Estaba decepcionado, lo tenía escrito en su cara. Quise decirle algo, pero salió del aula antes de poder hacerlo. Aún sentía su respiración en mi cuello, maldición, creí que ya no sentía nada por él. 

Te quiero... ¡Te odio! Te amoWhere stories live. Discover now