Capítulo 40

423 40 2
                                    

¡¡¡Atención!!! Este capítulo puede contener escenas explícitas no aptas para todo público. Ahora que ya he advertido, que empiece lo mejor. (Yo sé que esto era lo que más esperaban jajaja)

POV Nathaniel

El recorrido hacia el apartamento pasó rápidamente y sin darnos cuenta, ya estábamos en las puertas de este. A pesar de que estaba seguro de lo que hacía, sentía cómo mi corazón latía más y más fuerte, aumentando mi ansiedad. 

-¿Entramos? - dijo después de abrir la puerta con una ceja alzada y una sonrisa. No respondí y solo entré sin dudarlo. 

Ambos nos sentamos en el borde de la cama sin saber muy bien qué decir o hacer. Seguía estando algo nervioso, no es que sintiera presión, solo sabía que era algo importante y no quería que algo saliera mal por mi causa. Un ligero roce me sorprendió un poco, su mano tomó la mía y yo lo miré fijamente, al ver su expresión supe que no haría nada que yo no quisiera. 

-Sé que ayer dije que no me contendría, pero quiero que sepas que no te obligaré a nada. Si no quieres... - esbocé una sonrisa con sus palabras.

-Lo sé. - acerqué mi rostro al suyo y mis nervios comenzaron a desaparecer. 

Nuestros labios se unieron varias veces, poco a poco abriendo mi boca para dejar paso a la lengua de Castiel que entraba lentamente, explorando cada uno de los rincones de mi boca. Mi lengua también entraba ansiosa en su boca, ambas se rozaban para volver a su lugar y seguir entrelazándose otra vez. La temperatura de nuestros cuerpos aumentaba, podía sentirlo con solo acariciar su rostro y sentirlo cerca. Mis brazos estrecharon su cuello con fuerza mientras él tocaba mi cuerpo desde mi torso hasta mi pantalón, antes de abrirlo dudó un momento deteniéndose por completo. 

-¿Estás seguro de que no te arrepentirás de esto? - su mirada llena de inseguridad me conmovió, sabía que estaba preocupado por mí. 

-Por supuesto, yo... - hice una pausa para acercar mi rostro a su oído y susurrar. - ...quiero hacerlo contigo. - sin pensarlo, saque mi lengua para lamer el lóbulo de su oreja, haciendo que se estremeciera un poco. 

-¿Sabes que si haces eso no podré contenerme verdad? - sonrió y con un leve empujón caí en la cama. 

-Entonces no te contengas. - le devolví la sonrisa sacando la chaqueta de mi traje, él hizo lo mismo. Sin cuestionarse más abrió mi camisa para dejarme sin ella en cuestión de segundos, alcé mis brazos para abrazarlo y unir nuestros labios una vez más, comenzó a abrirse el chaleco que llevaba, deshaciéndose de el rápidamente. 

-Sabes delegado, creo que tengo calor. - dijo con una sonrisa tomando la punta del cuello de su camisa. -  ¿Por qué no me ayudas a librarme de esto? 

-Déjame pensarlo. -  respondí con una sonrisa y alzando una ceja. Besó mis labios una vez más mientras mis manos comenzaron a desabotonarlo lentamente hasta dejar su camisa abierta, pronto acaricié su torso y jalé la prenda hacia atrás para librarme de ella. 

-No sabía que el delegado podía ser tan atrevido. - a pesar de que parecía querer molestarme, su expresión decía que estaba sumamente feliz. Me empujó una vez más hacia la cama y sin dudarlo sus manos se dirigieron a mi pantalón, abriéndolo rápidamente a diferencia de antes, lo jaló para dejarme solo en bóxer. 

-¿Y tú no lo haces? - sonreí. 

-Tienes razón. - Sin pensarlo se sacó el pantalón y a pesar de su aparente confianza su rostro enrojeció un poco. Pasó una de sus manos por su nuca, como esperando a que hiciera algún comentario. Sin poderlo evitar una pequeña risa salió de mi boca, no podía evitarlo, en ese momento pensé que era muy tierno esperando mi aprobación, pero para él no fue así por lo visto ya que frunció el ceño y empujando mis hombros me obligó a permanecer en la cama acostado con su mirada penetrante fija en mí. Acercando su rostro, lamió mi cuello y mordió mi oreja con fuerza.

Te quiero... ¡Te odio! Te amoWhere stories live. Discover now