Capítulo 33

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POV Castiel

Me levanté tarde como buena costumbre de fin de semana, es solo que hoy no sería como cualquier otro. Vi la hora en el reloj, las 12:35, bostecé mientras me estiraba un poco. Después de tomar desayuno aún adormilado decidí enviar un mensaje al delegado, quería que fuéramos juntos a la famosa fiesta sin antes ir a comprar las cosas que nos habían encargado.

Con mi celular en mano, dudé un momento pensando en la mínima posibilidad de que Nath estuviera durmiendo. Descarté esa posibilidad cinco segundos después al recordar que un día me había regañado por levantarme tarde, a pesar de que los fines de semana son para descansar. Envié un mensaje casual para comenzar la conversación.

-Hey delegado, ¿estás despierto? - la respuesta no se hizo esperar. 

-Por supuesto, ya son más de las 12:30. - hice una mueca, a veces era demasiado serio.

-¿Por qué no vamos juntos a la fiesta de Iris? Así aprovecharemos de comprar las cosas juntos. 

-Lo siento, Alexy y Armin me invitaron a ir con ellos. - fruncí el ceño, no podía creer que prefiriera pasar el tiempo con el friki y el rarito en vez de conmigo. Un nuevo mensaje llegó repentinamente. 

- Podemos reunirnos antes...si quieres. - sonreí un poco antes de enviar mi respuesta.

-Te veo en el parque cerca del instituto, a las 13:30, no me hagas esperar. 

Inmediatamente me empecé a preparar, me bañé, vestí y peiné un poco mi cabello, a pesar de que me gustaba siempre tenerlo al natural, hoy intenté al menos cambiar un poco el estilo. Al ver lo formal que se veía sacudí inmediatamente mi pelo y decidí no volver a hacerlo. Salí de mi piso y me dirigí al lugar algo ansioso, a pesar de que solo había pasado un día, quería verlo.

Al llegar, vi la hora, aún quedaban unos minutos para la hora del encuentro y Nathaniel no se veía por los alrededores. Debajo de un árbol me recosté para tomar una siesta, aunque estaba atento a lo que pasaba alrededor por si el delegado llegaba. Una voz familiar hizo que abriera mis ojos casi instantáneamente.

-Creí que había llegado antes, pero te encuentro durmiendo debajo de un árbol, ¿por qué no me sorprende? - lancé un bostezo antes de ponerme de pie y literalmente lanzarme sobre él.

-Buenas delegado, yo también estoy feliz de verte. - dije mientras apoyaba mi cabeza en su hombro.

-Despierta, ya no es hora de dormir. - intento despertarme moviéndome suavemente por los hombros. 

-Si me das un beso puede que despierte. - y diciendo esto, alcé mi rostro con los ojos cerrados esperando que el delegado acatara mi condición. Sentí como una mano estiraba fuertemente mi rostro para alejarlo y fue entonces cuando me di cuenta de que había sido rechazado. 

-No digas tonterías, vamos a la cafetería a tomar algo. - algo había pasado, por la expresión en su rostro parecía estar muy molesto. 

Fuimos por algo para beber y luego estuvimos en el parque recortados en el pasto, ninguno dijo nada más, solo estuvimos en calma hasta que dieron las 16:30 y Nathaniel se puso de pie rápidamente. 

-Tengo que irme, los gemelos irán a las 17:30 a mi casa. - dijo mirando la hora en su teléfono. 

-Aún queda una hora, relájate. - bostecé nuevamente tomando su brazo para que no se fuera. 

-Pero... - antes de que dijera algo más, lo jalé y a la fuerza hice que se quedara a mi lado, apoyando su cabeza en uno de mis brazos. Se relajó un poco antes de continuar su frase. - Si llego tarde será tu culpa. - No puso más resistencia y así nos quedamos un tiempo más. 

Casi me había quedado dormido cuando un ruidoso sonido me despertó por completo. Abrí mis ojos y vi que Nathaniel estaba escribiendo algo en su teléfono. Al final se había quedado dormido y tendría que reunirse en un punto cercano con los gemelos, me reclamó un poco antes de que lo callara con un beso. Solo se limpió un poco los labios y salió del parque aparentemente muy irritado, no se despidió. Suspiré al ver la hora y darme cuenta de que faltaba mucho aún para la fiesta, volví a dormir un poco más, la casa de Iris estaba cerca del parque. 

Llegué a la fiesta unos quince minutos tarde ya que había olvidado comprar las cosas que me encargaron. Al entrar en la casa de Iris pude notar que el delegado ya había llegado y me había lanzado una pequeña mirada de reproche. Un rato después cuando casi todos habían llegado, Iris tuvo la idea de reunirnos a todos y organizar las cosas, antes de proseguir el timbre sonó y una maldición salió de su boca. Cuando ya todos habían llegado organizó dos grupos, uno para planear las actividades y otro que cocinara, ya que no había preparado nada. No estaba interesado en ninguno de los dos grupos, pero al ver que Nath se había ofrecido a cocinar pensé que no sería tan malo estar en ese grupo, además de que Lysandro también formaba parte del grupo. A pesar de pensar eso, no dije nada, sería algo extraño que dijera algo como "quiero cocinar" por lo que esperé a que los grupos estuvieran listos. Iris nos llamó al niño militar y a mí ya que eramos los únicos que no habíamos escogido grupo. 

A pesar de los pequeños conflictos, todos parecían estar en un ambiente de diversión, a excepción de Nathaniel. Él parecía estar preocupado o hasta molesto por algo, aunque intentaba disimularlo. Me quedé un momento observándolo, quería hablar con él. La presencia de Sucrette hizo que por un momento todos dejaran de hacer lo que debían y se concentraran en ella, venía a anunciar lo que decidieron como "actividad". Todos estaban algo expectantes  por lo que diría a continuación, pero al oírla muchos quedaron extrañados, yo creí que era una broma. 

Cuando anunció la actividad un silencio se instaló y no pude evitar decir lo que pensaba, pero al final si era cierto que jugaríamos nada más y nada menos que a las escondidas. Al final todos terminamos por aceptar la propuesta, lo que más sorprendió fue escuchar a Lysandro aceptar tranquilamente, a pesar de que nadie lo esperaba para nada. Se decidió quien o mejor dicho quienes buscarían y comenzó el juego rápidamente. 

Lo único que hacía era buscar con la mirada a Nath, creía que si nos escondíamos juntos podríamos hablar de lo que pasaba, pero en un momento todos habían desaparecido, resignado entré en la casa, observe por un momento los lugares y me decidí por la cocina. No era el mejor escondite, pero creía que sería un buen lugar por el momento. Varios pasaban por la cocina en busca de un escondite, sin embargo al verme se retiraban del lugar, algo que no me desagradaba. 

Ya había pasado un tiempo cuando una silueta familiar se asomó por la cocina, dudando en si quedarse o no, al parecer sin notar mi presencia. Sabiendo quien era, lo tomé del brazo y lo retuve, éste al verme se sorprendió un poco.

-Lo siento, iré a buscar otro lugar. 

-No tienes que hacerlo. Solo quédate aquí conmigo. - sonreí antes de obligarlo a sentarse a mi lado.

-Que extraño, creía que eras del tipo que le gustaba esconderse solo. - dijo acomodándose en el piso.

-Lo soy. Hice una excepción por ti. - sonreí mostrando la supuesta suerte que tenía el delgado.

-Tú no cambias ¿no? - sonrió, sentía que era la primera vez que sonreía genuinamente desde que llegó a la fiesta.

-Por supuesto. - un pequeño silencio se formó. Sabía de lo que quería hablar, es solo que el ambiente no era del todo indicado para eso. - Tú... - antes de terminar mi frase, Nathaniel hizo una señal de que guardara silencio, por lo que se escuchaba, Iris y Melody habían terminado de contar. El ruido y los pasos, el peligro y la idea de ser descubiertos era algo realmente atractivo y excitante, sin pensarlo acaricié la mano del delegado, sorprendiéndolo. 

-¿¡Qué haces?! - susurró apartando su mano.

-Esto. - sin pensarlo besé sus labios apasionadamente. A pesar de sus intentos desesperados por separarse de mí, poco a poco se dejaba llevar. La sensación de peligro y el pensar en ser descubiertos era tan atrayente que no podía evitar querer sentir esa adrenalina recorriendo mi cuerpo. Nath parecía sentirse igual, a pesar de la supuesta "resistencia" que ponía. Ambos nos besábamos mientras los pasos se acercaban más a nosotros aumentando la tensión y a la vez la sensación de euforia dentro de mí. A pesar de los nervios que habían, en ese momento pensé que no me importaba ser descubiertos.


Te quiero... ¡Te odio! Te amoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang