El tema de la playa quedó completamente olvidado, las semanas transcurrieron rápido y finalmente el día de la obra del club de teatro llegó; todos corríamos de aquí para allá en el auditorio organizando y acomodando los detalles, Blake peleó con mi vestido ya que se había descosido un poco una parte del ruedo.
-Tsk, problemas de moda. -Masculló molesta cosiendo en la máquina el ruedo del vestido.
Yo reía en mis adentros por sus palabras, y comencé a preguntarme si Liam no tenía problemas con su traje para la obra. Suspiré y vi al pelinegro recostado de una pared del auditorio, por lo que me acerqué a su lugar y adopté su misma posición.
-¿Nervioso por lo de esta noche, príncipe encantador? -Pregunté alzando una ceja a la par que sonreía divertida.
Él solamente sonrió desviando la mirada hacia sus pies.- ¿Te parezco encantador?
Lo miré y puse los ojos en blanco por lo que acababa de decir.
-No dije eso. -Negué con la cabeza mientras sonreía.- tienes papel de príncipe encantador, eso dije.
Nos reímos y en eso nos llamaron para que siguieramos ayudando con la decoración, tras finalizar nos fuimos a nuestras respectivas clases por el resto del día y seguidamente hacia nuestros hogares.
Mamá y papá irían a la obra, por lo que me sentía nerviosa de que fueran a verme.
-¡Ya llegué! -Avisé al entrar a la casa por la puerta principal.
-Hola pequeña, ven que estamos esperándote para almorzar. -Mi padre me sonrió desde la cocina, donde de seguro mamá estaba también.
Me acerqué hasta la cocina y me senté frente a la mesa, mamá besó mi cabeza y dejó el plato con mi almuerzo.
Oré internamente por la comida para que ellos no se diesen cuenta, y procedí a comer.
-Me imagino que debes irte a preparar para la obra, ¿te vestirás allá? -Preguntó mi madre antes de comer un bocado de espaguetti.
Asentí con la cabeza tras masticar todo.- Sip, debo irme en dos horas. La obra empieza a las siete así que deben estar antes para conseguir asientos en primera fila.
-Por supuesto que sí. -Sonrió esta vez mi padre ya casi terminando su almuerzo.- y el supuesto beso ése... es fingido, ¿verdad?
Me reí al escuchar el tono celoso de papá en su voz.
-Sí papá, puedes estar tranquilo. -Le aseguré sonriendo ampliamente para calmarlo de sus celos paternales.
-Ay Clint, ya tiene veintiún años y tiene derecho a tener novio en dado caso. -Comentó mi madr de forma divertida hacia el hombre de la casa.
Más él siguió con el rostro serio, ocasionando que las dos estalláramos en carcajadas.
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