Estábamos reunidos los cinco, y digo los cinco porque Marion decidió unirse a la causa de poder averiguar todo lo que sucedió desde mi accidente.
Todos nos mirábamos, pensando en alguna forma de burlar al profesor mientras hacíamos la visita al centro marino.
-Tal vez una buena distracción, o incluso meterse en el sistema del centro y averiarlo. -Sugirió Shawn, por lo que nos contó él era experto en informática por no decir que podía ser hacker también.
-Eso es lo más estúpido que he oído, ¿pretendes en serio hacer algo así? -Espetó Skye con molestia dándole un zape en la cabeza, pero ella tenía razón.
Hackear el sistema nos mandaría a prisión, y Dios no estaba de acuerdo con cosas ilegales en lo absoluto.
-Bueno, dínos qué se te ocurre, señorita genio. -Ironizó Shawn cruzado de brazos como un niño pequeño.
La ojiverde se quedó muda ante la interrogación de su hermano, y volvimos a estar todos en la misma situación.
¿Qué íbamos a hacer?
-¡Lo tengo! -Gritó Marion de repente haciendo que todos nos sobresaltáramos en nuestros lugares.
-¿Qué cosa? -Pregunté a la morena con notoria curiosidad.
Ella sonrió mirándonos a todos.- Podemos hacer que el profesor coma algo que le cause indigestión, eso pospondrá la visita por unos días y así nos dará tiempo libre.
-Pero... ¿cómo le causaremos la indigestión? -Comentó Liam de brazos cruzados y con una expresión de duda, lo que él decía era cierto.
¿Qué le podría causar una indigestión?
-Eh, hay una planta rara en nuestra casa que nuestro perro sin querer la mordió, estuvo mal del estómago por unos días. -Volvió a decir Shawn esta vez, rascando su barbilla ante la idea.
Una planta, la verdad eso podría funcionar.
-Bien, tenemos el ingrediente secreto pero... ¿cómo haremos para dársela al profesor? -Dije yo esta vez sin ninguna idea rondando por mi cabeza.
El coreano sonrió por mis palabras.- Yo lo haré, me infiltraré en la pequeña cafetería de la posada y cuando se distraiga verteré el extracto de la planta en su café.
Sonreí ante la audacia de Liam, él iba a hacer la parte más arriesgada del plan solamente por ayudarme en mi investigación sobre mi pasado.
-¡Perfecto! Así quedamos entonces, mañana nos veremos para iniciar con el plan. -Finalizó Shawn con una enorme sonrisa en su rostro.
Los cinco chocamos nuestras palmas entre sí y nos despedimos de los gemelos, ahora lo que restaba era esperar que todo saliera bien.
Y que el Señor nos perdonara por la travesura que íbamos a hacerle al pobre profesor.
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La mañana había llegado por fin, y todos estábamos nerviosos por ejecutar el plan que pensamos la noche anterior; estaba de más decir que tenía mucho temor de que todo saliera mal y perdiera la única oportunidad de averiguar sobre lo que me pasó, pero mi confianza en el Señor me daba la calma que necesitaba.
Marion, Liam y yo esperábamos a los gemelos en la entrada de la posada y unos minutos después ellos llegaron en un taxi, se bajaron de este y se acercaron a nosotros al vernos.
-Aquí está, solamente debes echar un poco de este extracto. -Le explicó el ojiverde a Liam tras extenderle un frasco pequeño, parecido a esos que usó Alicia en el País de las Maravillas.
El pelinegro asintió entendiendo y suspiró con pesadez.
-Estamos en manos del Señor. -Murmuró mirando al profesor que iba de camino a la cafetería.
Todos asentimos a sus palabras y lo vimos irse en dirección a la cafetería, mordí mi labio llena de nervios por él.
-Tranquila, Dafne, todo estará bien. -Skye colocó su mano en mi hombro y me dio una reconfortante sonrisa.
-Gracias, eso espero... -Susurré regresando mi mirada a donde Liam se había ido.
Y al cabo de unos minutos, el profesor salió con una abrumada expresión en su rostro a la vez que sujetaba su estómago entre sus brazos.
Tiempo después, Liam salió de la cafetería con una sonrisa victoriosa en sus labios. Eso me llenó de alivio.
-Misión cumplida, chicos. -Avisó guiñando un ojo en nuestra dirección.
Celebramos en voz baja el buen cumplimiento del plan, y tanto fue así que en pocos minutos el profesor avisó que la visita se pospondría hasta que se sintiera mejor, así que teníamos el día libre.
Y todos chocamos los cinco al ver que el tiempo estaba a nuestro favor.
-Bien, no tenemos tiempo que perder, vayamos al hospital ahora mismo. -Avisó Marion con cierto apuro en su voz.
Estuvimos todos de acuerdo a sus palabras y esperamos un autobús que nos llevara hasta el hospital de Santa Bárbara, mis nervios se agravaron más mientras nos subíamos al transporte.
¿Podría descubrir toda la verdad en un día?
Esperaba que Dios... me lo permitiera.
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Me he tardado, lo siento tanto 😭😭 la universidad me consume en serio mas que tengo actividades en la iglesia 🙈 pero aqui esta! Que les ha parecido el capitulo? 👀 comenten y voten! 🙏
