XI: Destrozada

1.5K 286 54
                                    

Al día siguiente me preparé para ir a la universidad, a pesar de no haber dormido las horas necesarias no me sentía tan cansada, podía aguantar un día de clases.

Marion fue la primera en recibirme cuando llegué a la universidad, y estuvo hablando de lo del beso mientras que yo sentía mi cara tornarse carmín debido a sus palabras; ahora que me daba cuenta no había visto a Liam llegar.

-Oh, ahí está tu príncipe. -Susurró la morena señalando al coreano sentado en su asiento habitual en el salón.

Se veía absorto en sus pensamientos mientras observaba la ventana del aula, como si ver hacia allá le daría respuesta a todo lo que pasaba en su cabeza.

-Umm... -Decidí no decir nada, solamente me acerqué a mi asiento frente a Liam y saqué mi cuaderno y mi libro.

Me sentía extraña desde que me besó, el niño de mis sueños ahora tenía un rostro claro y todo eso fue gracias a la aparición de Liam Kang en mi vida.

-Buen día alumnos, abran su libro en la página noventa. -Dijo el profesor apenas hubo llegado al salón.

Todos procedimos a buscar la página correspondiente, y durante todo el tiempo de la clase Liam y yo no nos dirigimos la palabra.

Era como si... hubiésemos puesto una barrera entre nosotros inconscientemente.

Pero no quería que esto fuera así, deseaba que nada cambiara entre nosotros nada más por un beso. Por lo que al salir de clases fui a hablar con él, rogando al Señor que me diese las palabras correctas.

-¿Liam? -Susurré algo apenada al llegar hasta él en el pasillo.

Vi su espalda ancha tensarse al escuchar mi voz, pero lentamente se giró sobre sus talones para verme con un gesto avergonzado.

-Hola, Loretta... -Murmuró sonriendo levemente, se notaba que estaba incómodo por la situación.

Suspiré y me preparé para hablarle.- Liam, yo... no quiero que se arruine nuestra amistad por lo de ayer... no quiero que hayan barreras entre nosotros, ¿de acuerdo?

El pelinegro asintió rápidamente, pero sentía que quería escapar de mí y eso me hirió un poco.

-Sí, entiendo. -Respondió mirando a varios lados algo ansioso con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón.- debo... irme. Nos vemos luego.

Y se fue, dejándome en medio del pasillo totalmente estupefacta por su actitud. Marion no tardó en correr hasta a mí y darme un abrazo.

Uno que realmente necesitaba.

Llegué a casa aún con el dolor galopando en mi pecho por lo de Liam, estuvo ignorándome prácticamente el resto de la jornada de clases

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Llegué a casa aún con el dolor galopando en mi pecho por lo de Liam, estuvo ignorándome prácticamente el resto de la jornada de clases.

¿Acaso dije algo malo? ¿Mi actitud fue la equivocada?

Montones de pensamientos rondaban mi cabeza, pero a ninguno le hallaba la respuesta más adecuada.

-Llegué. -Avisé tras cerrar la puerta principal tras de mí.

Pero no hubo respuesta.

-Qué extraño... -Susurré confundida mientras subía por las escaleras hasta mi cuarto, normalmente era mamá quien me recibía al llegar.

Pero al ver la puerta de mi habitación abierta, supe que ella estaba ahí.

Su rostro ensombrecido me miraba, su mano sujetaba con cierto recelo la Biblia que Liam me había obsequiado un tiempo atrás.

El miedo me consumió al ver que ella me había descubierto.

-¿Puedo saber por qué está una basura como esta en mi casa? -Preguntó mordazmente refiriéndose a la Biblia en su mano.

Inmediatamente me encogí en mi lugar, que hablara de esa forma contra la Palabra de Dios me lastimaba demasiado.

-Yo... mamá... -Musité sintiendo el temor inundar mi cuerpo.

Ella agitó frente a mi cara la Biblia con rudeza.

-¡Explícate, Loretta! ¡¿Qué hace esto en mi casa?! -Gritó llena de cólera frente a mí, estaba más asustada que hace unos minutos.

-¡Soy cristiana ahora, mamá! ¡Entiende que no puedo ser atea como tú y papá! -Sollocé a modo de defensa, no había otra cosa que decir.

Era una hija de Dios y nada lo cambiaría.

Mi madre sonrió sorprendida, una risa irónica salió de su garganta.

-Ya veremos.

Y poco a poco arrancó las páginas de la Biblia que Liam me regaló, vi cada hoja caer lentamente hasta el suelo así como los pedazos de mi corazón roto por lo que estaba presenciando.

-No quiero estas cosas en mi casa, Loretta, ¿he sido clara? -Espetó con rudeza tomando mi mentón entre su mano, sus uñas hicieron roce con mi piel.

Asentí levemente con la cabeza, sintiendo el montón de lágrimas caer aún de mis ojos.

Cuando escuché la puerta cerrarse fue que me derrumbé en el suelo, llorando desconsoladamente mientras clamaba a Dios en silencio.

Tomé mi celular y recurrí a la única persona que podría consolarme aparte de Dios, por lo que busqué su número y marqué torpemente debido al temblor que se apoderaba en mi cuerpo.

Uno, dos, y tres tonos sonaron hasta que la llamada cayó.

-¿Loretta?

Al oír su voz no pude evitar llorar más todavía.

-Liam... n-necesito a un amigo ahora...

Capitulo fuerte 😱 y ahora? Que pasará con Loretta? Y Liam querrá verla después de haber sido esquivo con ella? Comenten y voten! 🙏

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Capitulo fuerte 😱 y ahora? Que pasará con Loretta? Y Liam querrá verla después de haber sido esquivo con ella? Comenten y voten! 🙏














¡Dios les bendiga!

∀ I S Ǝ N W ∀ 🔚 novela cristiana.Where stories live. Discover now