∀ I S Ǝ N W ∀ 🔚 novela cristiana.

XXIII: Siguiente paso

Jamás pensé que iba a reencontrarme con mis padres, veía aquello como algo distante y a futuro cuando resolviera todo mi caso.

Pero Dios tenía otros planes para mí.

La Biblia dice que Sus caminos no son los nuestros, y eso se estaba cumpliendo en mí ése día.

Estaba con mis padres luego de tantos años, viviendo una vida que no era realmente la que debía de vivir.

—Yo... de verdad no puedo creer que estoy con ustedes. –Parecía un sueño o algo semejante, estaba con mis padres.

En casa, mi verdadera casa.

Mi madre, Juliette Stevens, sonrió apretando mi mano con amor y cariño; desde que llegamos a la casa ninguno de los dos se separó de mí, ni yo de ellos. Ahora que los tenía devuelta no quería separarme de ellos.

—Nosotros tampoco... es... sorprendente. Te vimos en aquella camilla cubierta por una sábana blanca, los doctores no nos dejaron verte porque según quedaste desfigurada en el accidente. –Explicó ella soltando un suspiro asombrado.– tuve que pedirle tanta fortaleza a Dios...

—Así es, fue lo más duro que pudimos afrontar tu madre y yo. –Agregó papá esta vez, abrazándonos a ambas.

Yo estaba sentada en el sofá, en medio de ellos mientras no dejaban de abrazarme y mostrarme afecto, me sentía tan feliz y llena de calidez.

Liam había ido a visitar a sus padres, luego de haber charlado un poco antes de venir decidió ir a ver cómo estaban y porque quería dejarme a solas con mis padres.

Aunque no deseaba separarme de él tampoco.

Suspiré negando con la cabeza.— Realmente no puedo creer... que mis tíos fueron capaz de algo así... ¿por qué lo hicieron?

—Mi hermana... es increíble que haya planeado todo esto. –Pude notar la decepción y el dolor reflejados en la voz de mi madre, ella amaba a su hermana aunque hayan tenido problemas antes.

Ella por su fe, y Loraine por su ateísmo.

Aunque no sabía cuál era el motivo de este y por qué me raptó por así decirlo.

—No quiero regresar, pero siento en mi espíritu que debo hacerlo... debo enfrentarlos y hacer que me digan toda la verdad. –Sentencié con la seguridad bañando mi voz, tenía que saber sus razones.

Papá me sonrió con dulzura, Azariah Stevens era un hombre lleno del amor de Dios y que nos amaba a mamá y a mí como Cristo ama a su iglesia.

Me sentía bendecida al tenerlos como padres.

—Hija, Dios va a ayudarte a resolverlo todo. Oraremos para que trate con los corazones de Loraine y Clint.

Sonreí con amplitud y los abracé con más fuerza.— Lo sé, Dios nos dará la victoria.

7:00pm.

Habíamos regresado Liam y yo a la posada con los demás estudiantes, el profesor se sentía mejor del estómago tras haberse tomado aquel extracto de la planta que los gemelos trajeron. Separarme de mamá y papá otra vez me costó demasiado, pero me confortaba el saber que no sería por mucho tiempo.

Aún me sentía culpable por eso, pero tuvo que ser necesario.

Realmente mis amigos fueron valientes en hacer todo eso por mí, podrían haber salido mal parados y aún así decidieron continuar con el plan, realmente daba gracias a Dios por ellos.

En esos instantes, estaba en la orilla del mar, ya que la posada daba acceso a la playa de Santa Bárbara y podía uno pasearse por allí; necesitaba meditar a solas con Dios, sobre lo que haría cuando regresara a Ft. Lauderdale.

Enfrentarme a mis tíos ahora que lo sabía todo no iba a ser fácil, y menos sin saber cuál iba a ser la reacción de ambos.

Yo deseaba que todo fuese bien, no quería más problemas.

-Padre... ayúdame en esto, por favor... que sea Tu Espíritu quien me guíe y me dé las palabras correctas. Trata con los corazones de mis tíos, en el nombre de Jesús... –Murmuré mirando el estrellado cielo de aquella noche, más resplandeciente que nunca junto a la luna.

Abracé mis rodillas y pude sentir a alguien sentarse a mi lado, y supe al instante que se trataba de Liam, quien miraba fijamente el horizonte con una media sonrisa en su rostro.

—Dios hace todo perfecto, ¿sabes? Nada en esta vida es casualidad. –Comentó sin apartar su mirada.

Lo miré detenidamente, me costaba creer que fuese tan guapo y real, pero lo era.

Por lo quise hacer lo siguiente, ya que había pasado mucho tiempo desde la última vez.

—Liam.

Al escucharme y girar su cabeza para verme, fue que lo hice.

Uní mis labios con los suyos, eran tan cálidos y suaves como la última vez. Lo sentí tomar mi rostro entre sus manos, acariciando mis mejillas con sus pulgares.

—Estoy asustada, no puedo negarlo. -Susurré separándome un poco de su rostro, para mirar sus orbes oscuros.

Él sonrió suavemente, y besó mi nariz.— Dios está contigo, Dafne, no tengas temor. Dará la victoria, cree y ten fe en ello.

Sonreí por sus palabras, las cuales confortaron mi corazón al instante, tenía razón en eso.

Dios tenía el control de todo.

Skdkdkkxd perdonen la tardanza x.x pero estaba pensando mucho en cómo continuar 🙈 ya le queda poquito para terminar 😱 comenten y voten! 🙏

¡Dios les bendiga!