Finale: Remember

1.5K 256 68
                                    

«Esta noche en la playa Sea Ranches Lake. Debo hablar contigo, princesa.»

No pude evitar que el ritmo cardíaco de mi corazón latiera con fuerza apenas leí aquel mensaje, por lo que ahora tenía mi residencia hecha patas arriba buscando algo adecuado para verme con él; los nervios estaban a flor de piel, y no hallaba respuestas claras a eso.

Al encontrar un vestido veraniego blanco hasta las rodillas, y una gabardina de tela suave color negro, me los coloqué junto a unos mocasines negros con un lazo del mismo color en los bordes.

Caminé hasta la puerta y fui en carreras hasta la playa, estaba cerca por lo que no iba a tomarme mucho tiempo. Al llegar solo podía ver la gran luna blanca iluminar la playa, pero no habían rastros del azabache dueño de mis suspiros por ningún lado.

—Supongo que me adelanté. –Murmuré tomando asiento sobre la arena, esperando a que apareciera en algún instante.

Abracé mis rodillas, observando el tranquilo oleaje del mar moverse con parsimonia hasta encallar en la orilla de arena. Y fue entonces que sentí pasos, hasta que alguien obstruyó mi visión colocándose en frente mío, una mano grande y pálida se extendía hacia mí.

Alcé mi vista para ver el rostro de aquel chico amado por mí, sonreírme en espera de que aceptara su mano.

Por lo que lo hice, la tomé para ser impulsada hacia una cercanía que me hizo flotar en las nubes, Liam clavó sus oscuros orbes en los míos con aquel amor que podía percibir de ellos. Lo amaba con todo el corazón.

—El mar siempre nos ha rodeado desde niño, como el Espíritu Santo que vive en nosotros, siempre con nosotros. –Expresó rodeándome con sus fuertes brazos, meciéndonos suavemente.– y quiero que este momento sea así, junto al mar.

Lo miré sin entender a lo que estaba refiriéndose, pero cuando hincó una rodilla en la arena sin importar ensuciar sus jeans oscuros… sentí al mundo paralizarse a mi alrededor.

—¿L-Liam…?

Sacó una cajita de su bolsillo derecho, y la observó con una pequeña sonrisa.— ¿Sabes? Somos el único caso en el que Dios nos reveló desde niños que tú y yo estábamos destinados a estar juntos. Cualquiera diría que es una locura, pero es cierto.

Me miró fijamente, una mirada cargada de tantas emociones positivas que no supe descifrar.

—Dafne, mi princesa del mar… –Abrió la cajita, y un hermoso anillo con una piedra de color aguamarina relucía bajo la luz de la luna.– aunque solo tengas veintiuno y yo veintidós… sé que podremos armar un futuro juntos bajo la ayuda y gracia de Dios, por lo que te pido… que te cases conmigo.

Me arrodillé frente a él, sintiendo las lágrimas correr como si no hubiera un mañana porque realmente estaba llorando a mares.

Y atiné a asentir, porque mis cuerdas vocales se habían cerrado. Por lo que él entendió y me abrazó con fuerza, todo en un cómodo silencio, porque las palabras estaban de más.

 Por lo que él entendió y me abrazó con fuerza, todo en un cómodo silencio, porque las palabras estaban de más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuatro años después.

—Felicidades a los nuevos egresados en Oceanografía, éxitos para todos en su nueva etapa.

Y tras finalizar las palabras del prefecto, lanzamos aquellos birretes al cielo en gritos de júbilo puro por haber finalizado aquella etapa, mis padres no tardaron en abrazarme y agradecer al Padre por tal victoria.

—¡Lo hicimos! –Chilló Marión abrazándome con euforia, a la par que yo respondía entre risas.– voy a extrañarte, pero Liam y tú cuando se casen emprenderán un viaje nuevo juntos.

Asentí sonriendo levemente, mirando el anillo con felicidad.— Lo sé, pero sé que nos volveremos a ver. No dudes de eso.

Y volvimos a abrazarnos con fuerza, sé que iba a ser duro separarme de ella pero ya era tiempo de iniciar una vida nueva apenas me casara con Liam. Estaba ansiosa por ello.

Justo en ese momento cuando Marion se iba, llegó mi prometido rodeando mi cintura para elevarme un poco y hacerme girar, causándome risas ante aquel gesto.

—Futura señora Kang, felicidades por este logro. Gracias al Padre por Su sabiduría. –Dijo juntando su frente con la mía sin dejar de sonreírme.

Jamás me cansaría de su bella sonrisa.

—Igual a usted, señor Kang. Que Dios le siga bendiciendo. –Expresé divertida, haciendo que riéramos como niños.

Me miró fijamente sin decir nada, solo clavando su oscura mirada sobre la mía como si pudiera ser capaz de ver mi alma.

—Te amo, Dafne.

Cerré mis ojos ante lo bello que eso se escuchaba, y sonreí antes de responderle.

—Y yo a ti, Liam.

Nos unimos en un dulce beso, uno que afirmaba el amor que nos profesábamos. Aunque estuve años con la amnesia en mi vida, había algo que nunca desapareció con mis memorias.

Y ese era Dios, estando junto a mí en todo momento aún cuando yo lo había olvidado. Pero aunque nos olvidemos de Dios, Él jamás se olvidará de nosotros pase lo que pase.

Fin

🙊🙊🙊🙊 solo diré que esperen el epílogo skfkdkkfkd

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

🙊🙊🙊🙊 solo diré que esperen el epílogo skfkdkkfkd

¡Dios les bendiga!

∀ I S Ǝ N W ∀ 🔚 novela cristiana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora