∀ I S Ǝ N W ∀ 🔚 novela cristiana.

XIV: Tú

Corrí con todas las fuerzas que mis piernas podían brindarme, quería encontrarme con Liam pero ya no como Loretta esta vez.

Sino por quien realmente era yo: Dafne.

Lo vi llegar con bolsas de comida rápida, que parecían ser del Burger King que estaba a unas cuantas cuadras de su casa.

Y sin dudarlo corrí hasta él, abrazándolo con todas mis fuerzas sin querer soltarle.

No quería alejarme de él nunca más.

De seguro él estaba confundido por mi acción, porque no me había correspondido.

-¿Loretta? ¿Estás bien? -Susurró preocupado al ver que estaba llorando de nuevo.

Pero eran lágrimas de alegría, porque había recuperado todo.

-No, Dafne. -Murmuré en su oído y me alejé un poco para mirarle con una amplia sonrisa entre lágrimas.- soy Dafne, tu amiga de la infancia.

Su rostro pasó de estar confundido a estar asombrado por completo, dejó las bolsas en el suelo y fue allí que me abrazó con fuerza entre sus brazos.

-Dios... gracias... me la trajiste devuelta... -Lo escuché sollozar en voz baja, estaba tan feliz como yo.

Y los dos lloramos de alegría, recordando la vez que lloramos de tristeza cuando éramos unos niños, pero ahora llorábamos de felicidad al ver que estábamos juntos de nuevo.

Se separó de mí, observando mis ojos a la par que sus manos se posaban sobre mis mejillas.

-Dafne... estoy feliz de que hayas recordado todo. -Sonrió nuevamente mirándome con regocijo por el emotivo momento.

Asentí con la cabeza y también tomé su rostro entre mis manos, riendo feliz.- Y yo estoy feliz de estar junto a ti otra vez, juntos con el Señor delante de nosotros.

Juntamos nuestras frentes y cerramos los ojos, orando al Señor de lo agradecidos que estábamos con Él por habernos juntado luego de tanto tiempo; el sentimiento que nació entre nosotros desde pequeños no se desvaneció, porque estaba escrito por Dios.

Él y yo, estábamos destinados a estar juntos.

-Amén. -Murmuramos al unísono, abrimos nuestros ojos y nos sonreímos nuevamente.

Liam tomó las bolsas de Burger King y regresamos a su casa para cenar en el pórtico, esto me trajo otro recuerdo donde él fue a mi casa a cenar y la lluvia de Oriónidas tocaba esa noche.

Mamá y papá nos dejaron comer en el pórtico, observando el espectáculo estelar junto con la suave brisa marina de la playa frente a nosotros.

Realmente eran memorias que me alegraba haber recuperado otra vez.

Estuvimos los dos comiendo nuestras hamburguesas mientras nos poníamos al día desde los once años que transcurrieron de mi accidente.

-Cuando supe lo de tu accidente fue que menos quise irme, pero sin embargo ya teníamos los boletos comprados y no pude ir al hospital a verte... -Suspiró mirando la luna que brillaba sobre la ciudad.

Lo miré en silencio, sintiendo su tristeza.

-Y al regresar... jé... me enteré que supuestamente estabas muerta, tus padres no dejaron de llorar al contarme ése terrible relato. Pero dentro de mí el Espíritu me decía que no era así, que tú no estabas muerta.

Estaba estupefacta por aquella revelación, mis tíos fueron capaces hasta de decir que había muerto. Incluso hicieron algo en el hospital para que todos apoyaran su cometido.

-No puedo creerlo... me despojaron de mi vida. -Musité sintiendo un nudo en la garganta.- pero... ¿cómo llegaste aquí?

Él sonrió suavemente mirando el mar.- Esta era la universidad a la que deseábamos venir cuando fuéramos adultos, estudiar Oceanografía era nuestro sueño... pero iba guiado por el Espíritu, me decía que esa era la universidad correcta y fue así porque te encontré.

Nos miramos fijamente esta vez, olvidándonos unos momentos de todo lo que sucedía a nuestro alrededor.

-Liam... -Susurré sin apartar la vista de sus ojos.

-Dafne... -Dijo en el mismo tono en el que yo había hablado.

Nos sonreímos mutuamente.- Te amo.

Al haberlo dicho al mismo tiempo nos reímos como unos idiotas enamorados, pero eso era exactamente lo que éramos.

-Estoy feliz de poder decir tu nombre, siendo sincero no me acostumbré nunca a "Loretta". -Expresó haciendo comillas y yo me reí por eso.

-Yo tampoco, sentía dentro de mí que no era mi nombre pero con el tiempo comencé a creerlo. -Suspiré mirando mis manos, pensando ahora en la cara que pondría cuando fuera a ver a mis "padres".

Liam se dio cuenta de mi expresión, por lo que apartó el envoltorio de hamburguesa mío y suyo de nosotros para tomar mis manos entre las suyas.

-Pase lo que pase, recuerda que Dios está contigo en todo momento, y yo también lo estoy.

Sus palabras me hicieron sonreír, porque era verdad.

Ya no estaba sola, tenía a Dios conmigo y ahora tenía a Liam junto a mí.

-Oye... el beso de ayer... ¿en serio fue por el momento nada más? -Me atreví a preguntarle con cierto nerviosismo por su respuesta.

Una risita penosa salió de sus labios mientras rascaba su nuca, fue que respondió:

-No... lo hice porque tenía ganas de besarte desde hace un tiempo ya. Eres la chica que Dios puso para mí, Dafne.

Mi rostro se tornó carmín de forma inmediata, y más cuando lo vi acercarse a mí de nuevo.

-Y lo repetiré de nuevo. -Susurró cerca de mi rostro.

Y finalmente unió nuestros labios en un tierno beso, uno donde al fin éramos los que teníamos que ser.

Liam y yo, Dafne.

Ay amé este capítulo 😍 bueno hasta aqui la "maratón" 🙈😂 ya despues le toca mañana actualizacion a hombres de honor 👌😏 comenten y voten! 🙏

¡Dios les bendiga!